¿Cuáles son los recursos cohesivos que existen?

Tejiendo el texto: Un recorrido por los recursos cohesivos

La cohesión textual es la argamasa invisible que une las diferentes partes de un escrito, transformando un conjunto de oraciones en un texto fluido y comprensible. Para lograr esta cohesión, contamos con un arsenal de recursos que, como hilos invisibles, entrelazan las ideas y guían al lector a través del entramado textual. Más allá de la gramática y la ortografía correctas, la cohesión es la clave para una comunicación efectiva y una escritura elegante. Pero, ¿cuáles son estas herramientas que permiten tejer un texto sólido y coherente?

Uno de los recursos cohesivos fundamentales, como bien se ha mencionado, es la referencia. Este mecanismo, a través del uso de pronombres (él, ella, ellos, esto, aquello, etc.), adverbios (aquí, allí, entonces, ahora) y determinantes (este, ese, aquel), permite sustituir palabras o frases ya mencionadas, evitando la redundancia y la pesadez textual. Imaginemos un texto que repite constantemente el mismo sustantivo: la lectura se volvería tediosa y farragosa. La referencia, como un hábil prestidigitador, hace desaparecer las repeticiones innecesarias, sustituyéndolas por elementos más ligeros y ágiles, manteniendo la claridad y la fluidez.

Sin embargo, el abanico de recursos cohesivos se extiende mucho más allá de la referencia. Podemos clasificarlos en diferentes categorías:

• Sustitución léxica: En lugar de repetir la misma palabra, se utilizan sinónimos, hiperónimos (palabras con significado más amplio), hipónimos (palabras con significado más específico) o paráfrasis. Por ejemplo, en lugar de repetir “coche”, podemos usar “vehículo”, “automóvil” o “medio de transporte”.

• Elipsis: Consiste en omitir una palabra o frase que se sobreentiende por el contexto. Este recurso, utilizado con precisión, aporta dinamismo y concisión al texto.

• Conectores: Estas palabras o frases actúan como puentes entre las diferentes partes del texto, estableciendo relaciones lógicas entre las ideas. Existen conectores de adición (y, además, también), oposición (pero, sin embargo, no obstante), causa (porque, ya que, puesto que), consecuencia (por lo tanto, en consecuencia, así que), entre otros.

• Marcadores discursivos: Similar a los conectores, los marcadores discursivos organizan la información y guían al lector, indicando la función de un fragmento del texto. Ejemplos de estos son: “en primer lugar”, “por último”, “en resumen”, “por ejemplo”.

• Repetición: Si bien la redundancia excesiva es perjudicial, la repetición intencionada de ciertas palabras clave puede ser un recurso cohesivo efectivo para enfatizar una idea o mantener la coherencia temática.

Dominar estos recursos cohesivos es esencial para cualquier persona que desee escribir de forma clara, concisa y efectiva. No se trata simplemente de unir oraciones, sino de tejer un texto con solidez y elegancia, guiando al lector a través de un camino de ideas bien conectadas y fáciles de comprender. La cohesión, en definitiva, es el arte de construir un texto que no solo se lee, sino que se entiende y se disfruta.

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