¿Cuando la palabra que es una conjunción?

La polisemia de “que”: cuando es conjunción y no un pronombre o adverbio

La palabra “que” es un auténtico camaleón lingüístico. Su versatilidad le permite desempeñar múltiples funciones gramaticales, lo que a menudo genera confusión, especialmente para quienes se inician en el estudio del español. Si bien es comúnmente reconocida como pronombre relativo o interrogativo, su rol como conjunción subordinante es igualmente importante y merece una atención detallada.

A diferencia de su uso como pronombre (donde sustituye a un sustantivo o un sintagma nominal) o como adverbio (generalmente expresando duda o admiración), “que” actúa como conjunción cuando conecta dos oraciones, estableciendo una relación de subordinación entre ellas. Específicamente, se manifiesta como conjunción subordinante cuando introduce una proposición subordinada sustantiva que funciona como complemento directo del verbo de la oración principal.

En este contexto, la proposición subordinada sustantiva, encabezada por “que”, completa el significado del verbo principal, aportando información esencial sobre la acción o el estado expresado. No se puede eliminar sin afectar la semántica de la oración principal. Observemos ejemplos concretos que ilustran esta función:

• “Creo que lloverá mañana.” Aquí, “que lloverá mañana” es la proposición subordinada sustantiva que funciona como complemento directo del verbo “creo”. La oración incompleta “Creo…” carece de significado completo hasta que se añade la información complementaria. “Que” actúa como nexo indispensable para unir ambas oraciones, estableciendo la relación de dependencia entre ellas.

• “Anunciaron que el concierto se canceló.” En este caso, “que el concierto se canceló” complementa el significado del verbo “anunciaron”, funcionando como su complemento directo. La conjunción “que” es crucial para la cohesión y el sentido de la oración.

• “Me dijeron que esperara en la sala.” Similarmente, la proposición “que esperara en la sala” es el complemento directo de “dijeron”, y “que” funciona como conjunción que une la oración principal y la subordinada.

Es fundamental distinguir esta función conjuntiva de “que” de su uso como pronombre relativo. En el caso del pronombre relativo, “que” introduce una proposición subordinada adjetiva que modifica a un sustantivo de la oración principal. Por ejemplo: “El libro que leí ayer fue fascinante”. Aquí, “que leí ayer” describe al sustantivo “libro”, mientras que en los ejemplos anteriores, “que” une oraciones con una relación de complemento directo.

En resumen, la palabra “que” como conjunción subordinante, en su función de introducir proposiciones sustantivas que funcionan como objeto directo, se caracteriza por su papel esencial en la construcción semántica de la oración. Su eliminación genera oraciones incompletas e incoherentes, destacando así su importancia como elemento clave en la gramática española. La comprensión de esta función específica de “que” contribuye a una mejor comprensión y análisis de la estructura sintáctica de las oraciones complejas en español.