¿Cuánto mide la luna de ancho y largo?

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La Luna tiene un diámetro de 3476 km, aproximadamente la distancia entre Madrid y Moscú. Es considerablemente más pequeña que la Tierra, cuyo diámetro es de 12.742 km, siendo la Luna un cuarto de su tamaño.
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Dimensiones de la Luna: Ancho y Largo

La Luna, el satélite natural de la Tierra, es un cuerpo celeste fascinante que ha cautivado la imaginación humana durante siglos. Su tamaño y dimensiones son características clave que nos ayudan a comprender su naturaleza y su relación con nuestro planeta.

Diámetro de la Luna

El diámetro de la Luna es de 3.476 kilómetros (2.160 millas). Esta distancia es aproximadamente igual a la que separa las ciudades de Madrid y Moscú. Es importante señalar que la Luna no es una esfera perfecta, sino que es ligeramente achatada en los polos.

Ancho de la Luna

El ancho de la Luna se refiere a la distancia entre los puntos más extremos de su superficie, midiendo de lado a lado. Debido a la forma elipsoidal de la Luna, su ancho no es constante. Sin embargo, en su punto más ancho, la Luna mide aproximadamente 3.474 kilómetros (2.159 millas).

Largo de la Luna

El largo de la Luna se refiere a la distancia entre sus polos norte y sur. Al igual que su ancho, el largo de la Luna tampoco es constante debido a su forma achatada. En su punto más largo, la Luna mide aproximadamente 3.474 kilómetros (2.159 millas).

Comparación con la Tierra

En comparación con la Tierra, la Luna es significativamente más pequeña. El diámetro de la Tierra es de 12.742 kilómetros (7.918 millas), lo que hace que sea aproximadamente cuatro veces más grande que la Luna. En otras palabras, la Luna tiene aproximadamente una cuarta parte del tamaño de la Tierra.

Dimensiones en Perspectiva

Para poner las dimensiones de la Luna en perspectiva, consideremos que si la Tierra fuera del tamaño de una pelota de baloncesto, la Luna sería aproximadamente del tamaño de una pelota de tenis. Esta comparación destaca la gran diferencia de tamaño entre los dos cuerpos celestes.

Las dimensiones de la Luna juegan un papel crucial en su interacción con la Tierra y en el mantenimiento del delicado equilibrio de nuestro sistema solar. Su tamaño, ancho y largo influyen en las mareas, los eclipses y otros fenómenos astronómicos que damos por sentados.