¿Cuántos años puede tener la Luna?

La Luna: Un Testigo de 4.510 Millones de Años de Historia Cósmica

La Luna, nuestro satélite natural, es mucho más que una simple acompañante en la órbita terrestre. Es un testigo silencioso de miles de millones de años de evolución cósmica, un registro pétreo de impactos, transformaciones y el propio nacimiento de nuestro sistema solar. Pero, ¿cuántos años tiene exactamente este cuerpo celeste que tanto nos fascina?

La respuesta, obtenida a través de décadas de investigación y análisis de muestras lunares traídas por las misiones Apolo, así como mediante la observación de cráteres y la datación radiométrica de rocas lunares, apunta a una edad asombrosa: aproximadamente 4.510 millones de años. Esta cifra, cercana a la edad estimada de la Tierra (4.540 millones de años), no es una coincidencia. De hecho, la propia formación de la Luna está intrínsicamente ligada a la historia temprana de nuestro planeta.

La teoría predominante sobre el origen de la Luna, la hipótesis del “Gran Impacto”, postula que nuestro satélite se formó a partir de los restos de una colisión cataclísmica entre la Tierra primitiva y un cuerpo celeste del tamaño de Marte, al que se le ha dado el nombre de Theia. Este impacto colosal, ocurrido hace aproximadamente 4.510 millones de años, liberó una inmensa cantidad de energía y material, lanzando al espacio fragmentos de ambos cuerpos. Estos fragmentos, gravitacionalmente unidos, se fueron agregando lentamente para formar la Luna que conocemos hoy.

La precisión de la cifra de 4.510 millones de años se debe a los avances en la datación radiométrica, un método que analiza la desintegración de isótopos radiactivos presentes en las rocas lunares. Comparando las proporciones de isótopos “padre” e “hija”, los científicos pueden determinar con una notable precisión el tiempo transcurrido desde la solidificación de la roca, proporcionando así una estimación de la edad de la formación lunar.

La edad de la Luna no es simplemente un dato numérico; es la clave para comprender la historia temprana de nuestro sistema solar, la evolución de los planetas terrestres y la propia historia de la vida en la Tierra. Su superficie, repleta de cráteres que narran una historia de impactos a lo largo de eones, sigue ofreciendo información valiosa a los científicos, quienes continúan desentrañando los misterios que guarda este antiguo y fascinante cuerpo celeste. La investigación continua sobre las muestras lunares y el análisis de datos de nuevas misiones espaciales prometen arrojar más luz sobre la formación y evolución de la Luna, enriqueciendo aún más nuestra comprensión del universo y nuestro lugar en él.