¿Dónde se digieren los hidratos de carbono?

La digestión de los hidratos de carbono

Los hidratos de carbono, un macronutriente esencial, se descomponen y absorben en el sistema digestivo para brindar energía al cuerpo. El proceso de digestión comienza en la boca y culmina en el intestino delgado.

Inicio en la boca

La digestión de los hidratos de carbono inicia en la boca con la acción de la enzima amilasa, presente en la saliva. Esta enzima comienza a descomponer los almidones complejos en oligosacáridos más pequeños llamados dextrinas. Sin embargo, la digestión bucal de los hidratos de carbono es limitada.

Digestión principal en el intestino delgado

La mayor parte de la digestión de los hidratos de carbono ocurre en el intestino delgado. Aquí, el páncreas libera más amilasa, que continúa descomponiendo el almidón en dextrinas. Luego, las dextrinas se descomponen aún más por enzimas específicas producidas por el revestimiento intestinal, incluidas:

• Sacarasa: Descompone la sacarosa (azúcar común) en glucosa y fructosa.
• Lactasa: Descompone la lactosa (azúcar de la leche) en glucosa y galactosa.
• Maltasa: Descompone la maltosa (derivada del almidón) en dos moléculas de glucosa.
• Isomaltasa: Descompone la isomaltosa (un azúcar menos común) en glucosa y fructosa.

Absorción de azúcares simples

Una vez que los hidratos de carbono se han descompuesto en azúcares simples, son absorbidos por las paredes del intestino delgado a través de transportadores especializados. Los azúcares simples ingresan al torrente sanguíneo, donde se transportan al hígado y a otras células del cuerpo para obtener energía.

Importancia de la digestión de los hidratos de carbono

La digestión adecuada de los hidratos de carbono es esencial para el aprovechamiento de este macronutriente. Los hidratos de carbono proporcionan la fuente principal de energía para el cuerpo y también desempeñan un papel en el almacenamiento de energía, la regulación del azúcar en la sangre y la función cerebral. La malabsorción de los hidratos de carbono puede provocar deficiencias nutricionales e implicaciones para la salud.