¿Qué aprenden los niños en 1 de infantil?

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En 1.º de infantil, los niños se inician en conceptos esenciales: lenguaje, matemáticas básicas y destrezas motoras. Esta etapa sienta las bases para el pensamiento crítico, la resolución de problemas y el desarrollo de habilidades de lectoescritura y cálculo.

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El primer año de Educación Infantil, un mundo de descubrimientos: ¿Qué aprenden los pequeños?

Entrar en el mundo de la escuela infantil es un gran paso para los más pequeños. El primer año, comúnmente llamado 1º de Infantil, es una etapa crucial donde se siembran las semillas del aprendizaje futuro. Lejos de ser un simple periodo de guardería, este curso está lleno de actividades diseñadas para estimular el desarrollo integral del niño, abarcando áreas clave como el lenguaje, las matemáticas básicas y las destrezas motoras, sentando así las bases para habilidades más complejas como el pensamiento crítico y la resolución de problemas.

En cuanto al lenguaje, el objetivo principal es fomentar la comunicación. Se trabaja la comprensión y expresión oral a través de canciones, cuentos, juegos y conversaciones. Los niños aprenden a identificar sonidos, ampliar su vocabulario y a expresarse con mayor claridad. Se estimula la escucha activa y la interacción con sus compañeros y profesores, creando un ambiente rico en lenguaje. Este primer contacto con el lenguaje oral es fundamental para la posterior adquisición de la lectoescritura.

En el ámbito matemático, se introducen conceptos básicos como los números, las formas geométricas y las magnitudes. A través de juegos manipulativos y actividades lúdicas, los niños aprenden a contar, clasificar objetos por tamaño, color o forma, y a comprender nociones espaciales como “dentro”, “fuera”, “arriba” y “abajo”. Este aprendizaje temprano de las matemáticas sienta las bases para el desarrollo del razonamiento lógico y la capacidad de resolución de problemas en etapas posteriores.

El desarrollo motor también ocupa un lugar destacado en 1º de Infantil. Se fomenta la motricidad fina, con actividades que implican la manipulación de objetos pequeños, como puzzles, plastilina o pinturas, y la motricidad gruesa, mediante juegos al aire libre, circuitos de psicomotricidad y actividades de movimiento libre. El control del propio cuerpo, la coordinación y el equilibrio son esenciales para el desarrollo de la autonomía y la confianza en sí mismos.

Además de estas áreas principales, en 1º de Infantil se trabaja la socialización y la autonomía. Los niños aprenden a compartir, a respetar turnos, a colaborar con sus compañeros y a gestionar sus emociones. Se les anima a realizar tareas sencillas por sí mismos, como vestirse o comer, fomentando su independencia y autoestima.

En definitiva, el primer año de Infantil es mucho más que una simple adaptación a la escuela. Es una etapa llena de aprendizajes significativos que sientan las bases para el desarrollo integral del niño, preparándolo para los retos que le esperan en el futuro. Es un periodo de descubrimiento, exploración y crecimiento, donde el juego se convierte en la herramienta principal para aprender y desarrollarse plenamente.