¿Qué es el modo indicativo y un ejemplo?

A ver… ¿Qué es eso del modo indicativo? Siempre me ha parecido un nombre un poco raro, ¿no crees? Como si fuera algo súper complicado, pero en realidad es bastante sencillo.

Básicamente, el indicativo es el modo verbal que usamos cuando hablamos de cosas que son reales, o que al menos pensamos que son reales. Es decir, no estamos hablando de deseos, ni de posibilidades, ni de órdenes… ¡sino de hechos! Como cuando digo: “Pedro está montando en bicicleta”. Eso es algo que está pasando, que existe en la realidad, al menos en mi realidad mientras lo digo. O cuando digo: “Juan estudia en su cuarto”. Asumo que Juan está estudiando, ¿verdad? ¡Por eso lo digo en indicativo!

Piénsalo, ¿cuántas veces al día usas el modo indicativo? ¡Un montón! Cada vez que describes algo, que cuentas una historia, que das información… “Ayer fui al mercado”, “Mi hermana se casó el año pasado”, “Hoy hace mucho calor”… Todo eso es indicativo.

Recuerdo una vez, cuando era niño, mi abuela me regañó por decir “Ojalá llueva mañana”. Ella me dijo: “¡Así no se habla! Di ‘Mañana lloverá’, con fe”. ¡Qué sabia mi abuela! Aunque, claro, ella mezclaba la gramática con la esperanza. Pero al final, me hizo entender la diferencia entre desear algo (ojalá) y afirmar algo (lloverá).

¿Ves? Al final el indicativo es mucho más que una definición gramatical. Es la forma en que nos conectamos con la realidad, la forma en que compartimos nuestras experiencias y, en definitiva, la forma en que le damos sentido al mundo que nos rodea. No sé tú, pero a mí me parece algo bastante importante, ¿no crees?

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