¿Qué es la coordinación y ejemplos?

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La coordinación es la habilidad de mover varias partes del cuerpo de forma eficiente, sin que unas afecten a otras. Ejemplos de esto son caminar y correr. También incluye la coordinación segmentada, que implica una mayor destreza en el movimiento de partes específicas del cuerpo.

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La Coordinación Motriz: Un Baile Interior

La coordinación motriz es la sinfonía silenciosa que orquesta nuestros movimientos, la danza invisible que nos permite interactuar con el mundo. Es la capacidad de nuestro sistema nervioso para sincronizar diferentes grupos musculares y segmentos corporales, permitiéndonos realizar acciones de manera fluida, precisa y eficiente, sin que unas interfieran con otras. Imaginen un director de orquesta guiando a cada instrumento para crear una melodía armoniosa; así funciona la coordinación en nuestro cuerpo.

Más allá de simplemente mover las extremidades, la coordinación implica un complejo proceso de integración sensorial, planificación motora y ejecución. Nuestro cerebro recibe información constante del entorno y de nuestro propio cuerpo (propiocepción), procesa esta información y envía señales precisas a los músculos para que se contraigan y relajen en el momento justo, con la intensidad adecuada. Este proceso, aparentemente sencillo, es la base de cualquier movimiento, desde los más básicos hasta los más complejos.

Podemos diferenciar distintos tipos de coordinación. La coordinación dinámica general, como su nombre indica, involucra grandes grupos musculares y se manifiesta en acciones como caminar, correr, saltar o nadar. En estas actividades, la armonía entre brazos, piernas y tronco es esencial para mantener el equilibrio y la eficiencia del movimiento.

Por otro lado, la coordinación óculo-manual (o visomotora) se centra en la precisión de los movimientos que requieren la interacción entre la vista y las manos. Ejemplos claros son atrapar una pelota, enhebrar una aguja, escribir o dibujar. Aquí, la información visual guía la acción de las manos, permitiendo una ejecución precisa y controlada.

Finalmente, y ahondando en el concepto mencionado inicialmente de coordinación segmentada, hablamos de coordinación segmentaria o fina. Esta se refiere a la destreza y precisión en el movimiento de partes específicas del cuerpo, especialmente las extremidades. Tocar un instrumento musical, realizar una cirugía laparoscópica o incluso escribir en un teclado requieren una alta coordinación segmentaria, donde dedos, manos y muñecas se mueven con independencia y precisión. Imaginen a un pianista ejecutando una compleja pieza musical: la independencia y precisión de cada dedo son una muestra palpable de la coordinación segmentaria.

Más allá de los ejemplos mencionados, la coordinación motriz está presente en innumerables actividades cotidianas, desde cepillarnos los dientes hasta conducir un coche. Su desarrollo es crucial para nuestra autonomía e independencia, y puede mejorarse mediante la práctica y el entrenamiento específico. Así, desde la práctica deportiva hasta actividades artísticas como la danza o la pintura, cualquier actividad que implique movimiento contribuye a afinar nuestra orquesta interna y a perfeccionar la danza de nuestros movimientos.