¿Qué es la formación en el trabajo?

¿Qué importancia tiene la formación para el trabajo?

La importancia de la formación… me agobia un poco pensarlo.

• Mejora las habilidades, sí, eso es obvio. Pero a veces siento que solo me entrena para ser una pieza más en la maquinaria.

• El crecimiento de la empresa, lo dicen mucho, ¿no? Como si mi desarrollo individual fuera solo un medio para un fin mayor. Pero, ¿y mi crecimiento real? El que no está atado a un salario.

• Ser más productivo… suena a cárcel. ¿Es eso lo que buscamos? Ser eficientes para enriquecer a otros. Tal vez me equivoque.

• Afrontar los desafíos. Siempre hay desafíos. A veces pienso que preferiría una vida más sencilla, con menos formación y menos expectativas. Este año, como todos los anteriores, me siento igual de perdido.

Supongo que la formación es necesaria, pero a veces siento que me aleja de lo que realmente quiero. O tal vez no sé lo que quiero. Es de noche, y todo se ve un poco más oscuro.

¿Qué es la formación para la vida y el trabajo?

Formación para la vida y el trabajo: Preparación. Simple. Necesaria. O eso dicen.

• Inserción laboral: Un espejismo. O una realidad cruel. Depende.
• Desarrollo personal: ¿Realmente importa? Pregunta existencial. Mi caso: nada.
• Reconocimiento de aprendizajes: Bureaucracia. Más papeleo. Más tiempo perdido.

En 2024, me inscribí en un curso. Pérdida de tiempo. Ya sabes. La vida misma.

Alinear educación y formación: Falsa promesa. Un cuento. El sistema es otro. Siempre el mismo.

Necesidades sociales y productivas: ¿De quién? Las necesidades. Siempre las mismas. El sistema. El mismo. Un bucle sin fin. Mi opinión: inútil. Frustración. Como siempre.

Nota: Ese curso de diseño gráfico en 2024, fue una basura. Gasté 1500 euros. Aún sigo buscando trabajo. Ironía. La vida, te ves.

Aclaración: La formación, en mi experiencia, no es garantía de nada. Simplemente, es otro obstáculo. Es un proceso. Un proceso sin sentido. ¿Para qué?

¿Qué tipos de formaciones profesionales hay?

Uf, FP… a ver, ramas hay un montón, ¿no? Como cuando te pierdes en el menú de un restaurante gigante.

• Deporte: Actividades Físicas y Deportivas, ¡para los que no paramos quietos!
• Oficina: Administración y Gestión, papeleo eterno, buuu.
• Campo: Agraria, ¿será que me hago agricultor? Nah, muy sucio.
• Diseño: Artes Gráficas, ¡a dibujar logos! No, espera, ya lo hago yo en casa.
• Arte real: Artes y Artesanías, lo que hacía mi abuela, ahora con título.
• Vender: Comercio y Marketing, ¿podría venderle hielo a un esquimal? Mmmm…
• Construcción: Edificación y Obra Civil, para construir mi mansión algún día.
• Enchufes: Electricidad y Electrónica, ¡cuidado con los cables! Uy, qué miedo.

Y más, claro, un sinfín. ¿Cuál será la mía? Igual ninguna, jajaja.

¿Qué significa formación para el Empleo?

El peso de la palabra… Formación para el Empleo. Se siente como un eco en la memoria, un susurro en la tarde. Es la búsqueda de un nuevo yo, un renacer en la arena movediza del mercado laboral. Un anhelo… profundo, casi físico.

La formación… repite la palabra, saboreando su amargura y dulzura. Es la llave, quizá oxidada, que abre puertas a nuevas posibilidades. Pero… ¿qué puertas? Las que imaginamos, las que el destino nos ofrece. Incertidumbre… siempre la incertidumbre. Ese vacío antes del salto.

Recuerdo el curso de programación que hice este año, las noches sin dormir, el café frío y la pantalla que iluminaba mi rostro. El teclado… mis dedos danzando sobre las teclas, como buscando el ritmo de un futuro aún por construir. Un proceso de cambio lento y constante.

La formación… un camino. A veces, un laberinto. Pero siempre, una promesa. Una promesa de crecimiento, de evolución. El deseo de superar barreras invisibles, de alcanzar la cima de una montaña aún desconocida. El susurro se convierte en grito. El anhelo se hace esperanza. Un suspiro.

• Mejora la empleabilidad: Se busca el empleo, se añora la estabilidad.
• Desarrollo personal: Crecer, evolucionar, ser más.
• Promoción laboral: El anhelo de ascender, de llegar más lejos.
• Para empleados y desempleados: Un espacio para todos, una oportunidad para todos.

Este 2024, la necesidad es palpable. El mercado laboral se siente como un campo de batalla, pero la formación, una armadura. Es una lucha que se libra cada día, con cada línea de código, con cada hora de estudio. Y no hay nada más real que ese sentimiento. Ese vacío y ese anhelo. Ese suspiro. Se repite: Formación para el Empleo.

¿Qué relación hay entre la Formación Profesional y la práctica laboral?

La FP… es una mierda, o al menos así lo siento ahora. A las tres de la mañana, con este frío que cala hasta los huesos, solo pienso en eso. La FP es escaparate, pero no garantiza nada.

Pensaba que con el módulo de electrónica en el taller de mi tío encontraría algo… ¡Qué ingenuo! Solo fui un peón, un ayudante despreciable.

En la práctica, la brecha entre la teoría y el trabajo real es inmensa. En clase, circuitos bonitos, esquemas perfectos… En la realidad, cables pelados, soldaduras chapuceras… Y mi tío… ese hombre, solo veía números, beneficios, nada de pasión, nada de mi esfuerzo.

Recuerdo los proyectos… sí, colaboraciones con empresas, ¡qué broma! Fabricando cables para una empresa de telecomunicaciones, cables que ni siquiera entendía para qué servían. Se aprende, sí, pero…¿para qué? ¿Para ser una mano más barata y prescindible?

• Diferencias abismales entre teoría y práctica.
• Explotación encubierta, bajo la máscara de “formación”.
• Sentimiento de frustración y decepción.

Ese maldito curso de 2024… se me quedó grabado a fuego. Ahora, miro a la pared, buscando respuestas que no llegan. ¿Para qué sirve todo esto?

A veces, pienso… si hubiera estudiado algo diferente… pero ya es tarde. La sensación de haber perdido tiempo… me ahoga. El café está frío, igual que mi esperanza.

¿Cuál es el objetivo de la Formación Profesional?

¡Ay, la Formación Profesional! ¿Su objetivo? Pues mira, es como enseñarte a domar dragones (metafóricamente, claro, a menos que tu FP sea domador de dragones, en cuyo caso, ¡enhorabuena!). Te equipan para ese mundo laboral tan salvaje, ¿sabes? A mí, por ejemplo, me hubiera venido de perlas una FP en “Control de Gatos Hiperactivos” – ¡mi vecina tiene tres!

Prepararte para el trabajo, sí, pero también para que no te pisen en él. Es como aprender a esquivar meteoritos laborales, con un casco de resiliencia y una armadura de conocimientos. La cosa es que el mercado laboral es un parque de atracciones un poco loco, con montañas rusas de innovación y ríos caudalosos de cambios tecnológicos. ¡Necesitas tu pase VIP para sobrevivir!

Piénsalo:

• Adquisición de habilidades: No solo teoría, ¡aplicada! Como aprender a cocinar sin quemar la cocina (¡o el dragón!).
• Inserción laboral: El objetivo es que no te quedes en el paro, a menos que quieras dedicarte a la contemplación de nubes, ¡que también está bien!
• Adaptación al cambio: El mundo laboral es un tiovivo sin freno. La FP te da el manual para no marearte.

Desarrollo personal: Porque aunque quieras domar dragones, necesitas ser una buena persona. O al menos, una persona decente que no incendie accidentalmente el pueblo.

Este año, por cierto, he ayudado a mi sobrina a elegir su FP; eligió Peluquería y Estética, nada de dragones para ella, aunque igual le vendría bien para peinar esas melenas. Es lo que hay.