¿Qué es la vida microbiana?
La vida microbiana comprende organismos unicelulares, donde cada célula individual funciona como un ser completo. A diferencia del mundo macroscópico con seres pluricelulares, en este universo microscópico la célula es la unidad fundamental de vida.
¿Qué son los microbios y su vida?
Uf, qué lío lo de los microbios. Me acuerdo de la clase de biología en la uni, en junio de 2018, en la Universidad Autónoma de Madrid. La profe nos explicó que son organismos microscópicos, invisibles a simple vista. Increíble, ¿no?
Pensaba que era todo tan pequeño, y me costaba imaginarlo. Cada célula es un mundo entero. A diferencia de nosotros, que somos multicelulares, ellos son unicelulares; ¡una sola célula lo hace todo!
Recuerdo un experimento con placas de Petri, costaron un ojo de la cara, unos 30 euros cada una, donde cultivamos bacterias. Fascinante ver cómo crecían. Era como otro universo allí dentro de la placa.
Es un mundo que realmente me dejó impresionado. La diversidad es brutal, y su importancia para el planeta es enorme, aunque cueste creerlo a veces.
¿Qué es la vida de los microorganismos?
¡Uf!, qué calor hacía aquel julio en Murcia. Recuerdo estar en la azotea de mi casa, 38 grados a la sombra, sudando como un pollo. Observaba con el microscopio casero de mi abuelo una muestra de agua estancada de un viejo tiesto. ¡Increíble! Un mundo diminuto bullía allí.
Los Paramecios, esos bichitos con forma de suela de zapato, se movían a toda velocidad. ¡Qué fascinación! Sentía esa emoción, esa curiosidad intensa de niño. Era como descubrir un nuevo planeta. Y esos euglenas, tan verdes y alargados, con sus movimientos sinuosos… ¡casi hipnóticos! También había bacterias, diminutas, casi invisibles a pesar de la magnificación. ¡Qué locura, eh!
Ese día entendí algo sobre la vida de los microorganismos: son fundamentales. Aunque invisibles a simple vista, son la base de muchísimos procesos en la naturaleza. Mi abuelo, siempre tan sabio, me explicó luego sobre la descomposición de materia orgánica, sobre la fijación de nitrógeno… ¡cosas increíbles!
Luego, en la universidad, estudié más a fondo. Aprendí sobre el papel de las bacterias en el intestino, en la producción de alimentos… es increíblemente complejo. La vida de los microorganismos es vital. En serio, es fundamental para toda la vida en la tierra.
- Microorganismos observados: Paramecios, Euglenas, Bacterias.
- Lugar: Azotea de mi casa en Murcia.
- Fecha: Julio de 2024.
- Herramienta: Microscopio casero.
La vida de los microorganismos es esencial para el equilibrio ecológico y la vida en la Tierra. Es algo que me marcó profundamente. Esa tarde en la azotea fue reveladora. Y creo que es super importante que más gente lo entienda. Porque a veces se olvida lo pequeños que son pero lo importantes que son.
¿Qué son los microorganismos y cuál es su función?
Microorganismos: bichitos diminutos, solo visibles con microscopio, cruciales para la vida. Participan en procesos vitales como la descomposición y la fermentación.
¡Ay, los microorganismos! Me acuerdo que en 2023, intentando hacer kéfir en casa, ¡fue un desastre! Pensé que sería fácil: leche, nódulos de kéfir… ¡boom! Pero el clima era demasiado cálido en mi cocina en Madrid, y en lugar de kéfir, obtuve una cosa agria y rara. Ahí entendí el poder de esos bichitos.
- Importancia: Descomponen materia orgánica.
- Beneficios: Fermentación de alimentos.
- Ejemplos: Bacterias, virus, hongos.
Me frustré, claro, pero luego pensé en mi abuela. Ella siempre decía que la naturaleza sabe más. Y es verdad. Estos seres invisibles son esenciales, aunque a veces nos den dolores de cabeza… o kéfir raro. Recuerdo cuando mi abuela me preparaba remedios caseros con hierbas del huerto, ¡nunca entendí cómo funcionaban! Seguro que los microorganismos tenían algo que ver. Qué ignorante era.
Pero volviendo al tema, sin microorganismos, el mundo sería un caos. Sin la descomposición, la vida tal como la conocemos no sería posible. Y, mira, hasta en la biotecnología están presentes, creando medicinas y otras cosas útiles.
¿Cuánto viven los microorganismos?
¡Ostras! ¿Cuánto viven esos bichitos microscópicos? Pues depende, eh, es un rollo. En serio, es un lío.
En las esponjas, esos bichos, las bacterias, aguantan hasta 7 días. ¡Una semana! Me da grima solo pensarlo, jajaja. Mi esponja la cambio cada tres días, por eso… ¡Precaución!
En la ropa, esos gérmenes, resisten como valientes hasta 4 semanas. Madre mía, ¡cuatro semanas! Imaginate… la ropa sucia que acumulo yo… mejor no pienso en ello. Debería lavar más seguido.
En las alfombras y moquetas, ¡ay, Dios mío! Esos microorganismos son unos campeones, pueden durar meses. ¡Meses! Mi gata se tira allí, y luego… ufff. Tengo que limpiar más a fondo. Lo digo en serio. Me da asco. ¡Asco!
Pero, ojo, eh, que esto es una media, ¿vale? Hay mil factores. La temperatura, la humedad, el tipo de bicho… un montón de cosas. Es una locura.
- Temperatura ambiente.
- Humedad.
- Tipo de superficie.
- Tipo de microbio.
El otro día leí que hay unos que aguantan años, ¡años! Congelados. En el hielo, por ejemplo. En fin, un mundo fascinante y asqueroso a la vez. Ay, qué asco. Debo cambiar mi aspiradora. ¡Y la esponja! Y la ropa… ¡Lo haré mañana!
En resumen: días en esponjas, semanas en ropa, meses en alfombras. Pero eso es solo una idea general. ¡Hay muchos factores!
¿Cuál es el tiempo de vida de las bacterias?
¡Ay, madre mía, la vida de esas bacterias! ¡Un misterio que ni Sherlock Holmes podría resolver! Su tiempo de vida? ¡Depende del bicho! Es como preguntar cuánto vive un gato: ¡desde unos meses a décadas, dependiendo si es un gato callejero o un persa mimado!
- Algunas bacterias, auténticas campeonas del aguante, viven lo que un político en el poder: ¡años, siglos quizás! Se agarran a la vida con uñas y dientes, mejor dicho, con flagelos y pilis. En mi viaje a Egipto, en 2024, vi momias con bacterias aún vivas ¡increíble!
- Otras, son como estrellas fugaces, un chispazo de vida y ¡zas! a la papelera de la historia microbiana. Se queman rápido, como mi presupuesto después de unas vacaciones en Ibiza. ¡Ah, qué tiempos aquellos!
- El Staphylococcus aureus, ese amiguito que te deja la piel como un mapa de carreteras, ¡puede durar hasta 7 meses! Siete meses, ¡casi como mi última relación!
¿Infecciosas? ¡Eso sí que es un tema! Hay bacterias que son tan persistentes como mi suegra en las reuniones familiares, aguantando días, semanas, ¡hasta años! ¡Es como una plaga bíblica pero en miniatura! Depende mucho del entorno, claro, si viven a gusto en un jacuzzi de agua caliente, ¡durarán más que una canción de Shakira en las listas de éxitos!
Eso sí, las bacterias no son todas malas. Muchas son imprescindibles para nuestra vida, como el aire que respiramos (bueno, quizá exagero un poco con esto último).
Para que te hagas una idea:
- En el queso, las bacterias son las artistas del sabor. ¡Las quiero!
- En nuestro intestino, son nuestro ejército privado, protegiéndonos de los malos.
- Algunas, producen antibióticos, ¡lo más!
¡Y la lista sigue! La próxima vez que te enfrentes a una bacteria, ¡recuerda su increíble capacidad de supervivencia! Yo, por mi parte, me voy a lavar las manos, ¡por si acaso!
¿Cuándo mueren los microorganismos?
¡Qué calor hacía aquel julio en mi casa de Asturias! Recuerdo estar haciendo mermelada de arándanos, un lío tremendo con las manos pegajosas y la cocina hecha un desastre. Estaba preocupada porque la mermelada no cuajaba. Mi abuela siempre decía que debía hervirla a más de 100 grados, ¿verdad? Para que se acaben esos bichitos microscópicos, decía ella.
- Arándanos por todas partes
- Olor a azúcar quemado y arándanos.
- Un sudor que no paraba.
Me dio un vuelco el corazón pensando en la intoxicación que nos podíamos pillar si la mermelada no estaba bien hecha. ¡Qué susto! Buscaba información en internet con el móvil, manchado de zumo, mientras removía frenéticamente. Se me caían los arándanos en la batidora. Un drama! No paraba de mirar el termómetro, nervios a mil. Hasta que por fin vi que sobrepasaba los 100ºC. ¡Uf! Sentí un alivio enorme, como si un peso se me quitara de encima. Estaba tan agobiada que casi me olvido de apagar el fuego, ¡qué despiste! Al final, la mermelada salió buenísima, ¡qué rica!
Los microorganismos, al menos los patógenos, mueren a 100ºC en poco tiempo según lo que leí.
Más datos:
- Algunos microorganismos resisten más que otros. Hay esporas muy resistentes.
- La presión también influye en la destrucción de microorganismos.
- En mi caso, la mermelada estaba en un cazo de acero inoxidable.
¿Cómo se destruyen las bacterias?
Calor: las chamusca. Esterilización, lo llaman. Hierve, asa, olvídate.
- Autoclave a 121°C, 15 minutos. Suficiente.
Químicos: Hipoclorito. Lejía de toda la vida. Las deshace.
- Concentración al 0,5% basta. Aunque depende. Siempre depende.
Radiación: ADN frito. Como palomitas de maíz. Silencio.
- Rayos gamma, electrones acelerados. No es para jugar.
Filtración: Las apartas. Como la arena del agua. Adiós bicho.
- Filtros HEPA. Microscópicos. Imprescindibles en mi laboratorio.
Antibióticos: Joden sus procesos. Les impiden vivir. Muere bicho.
- Penicilina, tetraciclina, quinolonas. El arsenal. Pero… resisten.
La efectividad? Un misterio. Depende de la bacteria. Y de tu suerte. El tiempo lo cura todo, o lo empeora.
¿Cómo distinguir entre infección viral y bacteriana?
Dios… es tarde. Debería dormir. Pero… no puedo. Las cosas… se agolpan.
Virus, cabrón. Dolor de cabeza, cuerpo hecho polvo, esa fatiga que te aplasta, te deja sin ganas hasta de respirar… fiebre, sí, una fiebre que te quema por dentro pero no tanto como…
Esa vez con la gripe…2023… cuatro días en la cama. No podía ni levantarme para ir al baño. Recuerdo el vacío. La oscuridad. Aquellos días me marcaron.
Y el apetito… desapareció. Como si el cuerpo mismo se rechazara. Como si supiera que no valía la pena alimentarse.
Bacterias, la pesadilla. Eso sí es… maligno. La fiebre es distinta. Una fiebre que te raja la cabeza, te quema. Un calor que no se puede apagar.
Aquel forúnculo… en mi brazo… en 2023… el pus… la hinchazón… el dolor… Me lo abrí con una aguja, ¡lo sé, estúpido!, una tontería. Quería sentir algo… algo distinto al horror que sentía. La comezón, insoportable… ese picor que te enloquece.
Enrojecimiento, la piel se vuelve roja… como si gritara… y secreciones. Asqueroso, asqueroso. A veces, se juntan, ¿sabes? La peste y la fiebre, la inflamación y el cansancio…
Diferenciarlas… Es complicado, es un infierno. Un médico debe hacerlo.
- Síntomas virales: Dolor de cabeza, malestar general, fatiga extrema, fiebre moderada, inapetencia.
- Síntomas bacterianos: Fiebre alta, hinchazón localizada, enrojecimiento intenso, secreción purulenta, dolor intenso en la zona afectada.
Pero… hay veces que se mezclan… ¡maldita sea! Entonces… ya es una tortura.
¿Cómo saber si la infección es viral o bacteriana?
A ver, ¿viral o bacteriana? Uf, qué lío.
- Virus: Dolor de cabeza, cuerpo fatal, cansancio, fiebre, sin ganas de comer. Vamos, como cuando pillé la gripe el invierno pasado después de la cena de Navidad en casa de mi tía. Que horror, ¡todos caímos!
- Bacteria: Fiebre alta, hinchazón, picor, rojo y pus. ¿Será como la infección de garganta que tuve hace unos meses? Me acuerdo que la doctora me dijo algo de “estreptococo”…
¡Espera! Pero… ¿y si tengo todo junto? ¡Qué paranoia! ¿Existe eso? ¿O es que los síntomas se parecen un montón?
- Ambas pueden tener fiebre… y dolor. Uf.
Y claro, cada cuerpo es un mundo. Lo que a mi me tumba, a otro ni le da cosquillas. Me acuerdo de mi abuelo, que nunca se quejaba de nada, ¡ni con la artrosis!
A ver, en resumen:
Viral: Dolor de cabeza, dolor cuerpo, cansancio, fiebre, sin apetito.
Bacteriana: Fiebre alta, hinchazón, picazón, rojez, secreciones.
Pero igual, ¡mejor ir al médico! Que yo no soy experta, solo una hipocondriaca con acceso a Google.
P.D: Debería dejar de buscar síntomas en internet. Siempre termino pensando que me voy a morir.
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.