¿Qué es un cambio de estado y cuándo ocurre?

¿Qué es un cambio de estado? Ay, esa pregunta… me trae recuerdos. Recuerdos de la nieve, blanca y pura, convirtiéndose en agua, oscura y brillante, en mis manos. ¿Recuerdas esa sensación? El frío gélido que se transforma en una frescura casi líquida… un cambio de estado, ¿verdad?

Un cambio de estado… suena tan formal, ¿no? Como algo sacado de un libro de química, lleno de fórmulas y gráficos. Pero en realidad, es algo que vemos todos los días, algo tan natural como el respirar. Es la transformación de la materia, esa cosa que nos rodea, la que forma todo, de un estado a otro. Hablamos de sólido, líquido, gaseoso… ¡y hasta plasma, si quieres complicarlo todo! Como cuando hierve el agua para el té, o cuando el hielo se derrite en un vaso… ¡o cuando ves el vapor salir de la tetera humeante! ¡Cada vez un cambio de estado, un pequeño milagro cotidiano!

Se altera la apariencia, ¿verdad? El hielo, duro y transparente, se vuelve agua, suave y brillante. Pero la composición química… ahí está la clave. Sigue siendo H2O, agua, aunque cambie de forma, de estado. Una vez leí, no sé si es verdad del todo, que el 70% del cuerpo humano es agua… ¡imposible creer que todo ese líquido, ese agua que es vida, esté sometido constantemente a esos cambios! A veces me quedo pensando en eso…

Recuerda esa vez que se me derritió el helado de chocolate en el sol de la playa, ese desastre pegajoso… ¿triste, no? Pues eso también es un cambio de estado, aunque no fuese un cambio que yo quisiera ver. Y es que a veces los cambios de estado, bueno… a veces simplemente son… pasando, como la vida misma, ¿no crees? Llenos de sorpresas, de transformaciones… como un pequeño viaje, un cambio, pero sin dejar de ser lo mismo, en el fondo.

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