¿Qué fortalezas puede tener un estudiante?

¿Qué fortalezas puede tener un estudiante? Ay, qué pregunta tan bonita, ¿verdad? A veces me paro a pensar en ello, y me lleno de una alegría enorme, como si viera una pequeña llama que se enciende en la oscuridad. Recuerdo a mi prima Laura, por ejemplo, que era un torbellino de ideas, siempre probando cosas nuevas, ¡hasta que aprendió a tocar el ukelele por pura cabezonería! Esa flexibilidad, esa valentía para lanzarse a lo desconocido… ¡es una fortaleza brutal!

Y luego está la organización, ¿no? Organizarlo todo, apuntar las tareas, planificar el tiempo… No es que sea fácil, eh. Yo misma, con mi cabeza llena de mil cosas, a veces lo paso fatal, ¡y eso que ya soy mayorcita! Pero verla a ella, a Laura, tan ordenada, tan metódica… ¡qué envidia sana me da! Eso, amigos, es madurez y autogestión, pura y dura.

Se dice que el 70% de los estudiantes exitosos siguen una rutina de estudio, ¿o era el 80%? Ya no me acuerdo bien, pero lo importante es que la disciplina, el seguir reglas (¡dentro de lo posible!), no es solo cosa de “ser bueno”, ¡no! Es autocontrol, respeto por uno mismo y por el trabajo. ¡Y qué satisfacción al final, eh!

En resumen, un estudiante con proactividad y responsabilidad… ¡es un rayo de sol! Me inspira muchísimo ver cómo alguien tan joven se propone metas y las persigue con tanto empeño. Es que, piensa en ello, ¿qué mejor inversión que apostar por uno mismo? ¡Es un orgullo verlos brillar! Y a veces, incluso, me emociona hasta las lágrimas. A mí, al menos, sí.