¿Qué incluye la formación?

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La formación, del latín "formatio", abarca el proceso de adquirir conocimientos, habilidades y aptitudes. No se limita a lo externo, sino que engloba el desarrollo integral, incluyendo la formación de hábitos y competencias. Su contenido varía según el objetivo, pudiendo incluir teoría, práctica y evaluación.

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¿Qué temas cubre la formación profesional en detalle? Aprende.

¡Uf, qué lío con la formación! Recuerdo perfectamente el curso de diseño web que hice en septiembre de 2022 en la escuela “Creativa Digital”, en Valencia. Costó 800 euros, una pasta, pero valió la pena.

Aprendí muchísimo sobre HTML, CSS, y un poco de JavaScript, aunque me quedé con ganas de más. La parte de diseño me encantó, trabajamos con Figma y fue genial.

Sobre la formación en general… bueno, para mí es como moldear arcilla, transformar algo en bruto en algo útil y bonito. No solo se trata de adquirir conocimientos, sino de desarrollar habilidades prácticas.

El curso cubrió diseño responsivo, algo que, antes, era un misterio para mí. Ahora, ¡puedo crear páginas web que se ven bien en cualquier dispositivo!

“Formatio”, ¿no? Recuerdo esa palabra del latín en la clase de historia del instituto… todo un viaje. La formación es más que conocimientos; es un proceso de crecimiento.

¿Qué abarca la formación?

¡Uf, qué pereza me da pensar en la formación! Este año, en marzo, hice un curso online de diseño gráfico, ¡qué locura! Me apunté pensando que sería fácil, ¡mentira! Fue un currazo. Pasaba horas frente al ordenador, con los ojos rojos y la espalda hecha polvo. A veces me preguntaba si valdría la pena tanto esfuerzo.

Aprendí muchísimo, eso sí. Photoshop, Illustrator, InDesign… ¡un montón de programas! Hasta aprendí a hacer animaciones sencillas, aunque ahora mismo no recuerde muy bien cómo. Las clases en vivo eran un caos, el profesor hablaba rapidísimo y la conexión era pésima. ¡Qué estrés!

Pero bueno, también hubo momentos buenos. Conocí a gente maja en el foro del curso, compartimos dudas, frustraciones… ¡hasta risas! Eso sí, a la hora de la verdad, el trabajo lo hice yo solita. Fue un reto, un desafío personal.

La formación no es solo eso, ¿eh? También está el día a día. Aprendí a gestionar el tiempo, ¡qué importante es! Aprendí a ser más paciente, aunque a veces me daba por perder los nervios. Y sobre todo, aprendí que soy capaz de hacer cosas que antes creía imposibles.

  • Photoshop
  • Illustrator
  • InDesign
  • Animaciones básicas
  • Gestión del tiempo
  • Paciencia (en proceso)

La formación, en resumen, es un batiburrillo. Hay cosas buenas, cosas malas, cosas que te gustan, cosas que te aburren… ¡pero al final, aprendes! Y es muy importante, aunque a veces no lo parezca. ¡Espero que en el futuro haya más formaciones así, pero con mejor internet! Este año, también estoy probando a aprender programación, ¡ya veré qué tal! Es un lío.

¿Qué incluye un plan de formación?

Un plan de formación eficaz debe incluir:

  • Objetivos claros y medibles: No basta con decir “mejorar habilidades”. Debemos definir qué habilidades, en qué medida y cómo se evaluará ese progreso. En mi experiencia diseñando planes para empresas de tecnología en 2024, he visto que la cuantificación es clave para el éxito. Por ejemplo, un objetivo podría ser aumentar la productividad en un 15% en el manejo de X software. La filosofía aquí es simple: si no puedes medirlo, no puedes gestionarlo.

  • Identificación de necesidades: Un análisis exhaustivo de las deficiencias actuales. ¡No se trata de lanzar cursos al azar! El plan debe responder a carencias específicas, individual y colectivamente. Recuerdo un caso en 2024 donde una auditoría de habilidades reveló una necesidad urgente de formación en ciberseguridad, algo vital para una empresa.

  • Metodología de aprendizaje: La formación no es un monolito. Diversidad es la clave: cursos online, talleres presenciales, mentoring, e incluso juegos de rol. La elección dependerá de las características del grupo, el presupuesto, y sobre todo, el estilo de aprendizaje. ¡Adaptarse al alumno es fundamental, no al revés!

  • Recursos: Esto abarca desde plataformas online y materiales didácticos hasta el presupuesto asignado. El plan debe ser realista y factible, evitando caer en la utopía. Aquí es donde entra la parte más prosaica pero esencial: el dinero. En un proyecto en 2024 nos encontramos con la limitación presupuestaria que, aunque frustrante, nos obligó a ser creativos.

  • Evaluación: ¡Sin evaluación no hay aprendizaje! ¿Cómo sabemos si el plan ha funcionado? Necesitamos métricas, pruebas, feedbacks para medir el impacto real de la formación. De hecho, la evaluación debe ser un proceso continuo, no algo que ocurre sólo al final. A veces, incluso la evaluación es un proceso creativo, como cuando en un proyecto en 2024 usamos juegos para evaluar habilidades blandas. ¡Fue divertido y efectivo!

  • Seguimiento: Una vez finalizada la formación, el seguimiento es fundamental. El conocimiento adquirido debe ser aplicado y reforzado en el puesto de trabajo. Sin este paso, la inversión realizada se diluye rápidamente. Se pierde el efecto multiplicador.

Reflexión final: La formación no es solo una inversión, es una apuesta por el futuro. Es una manera de crecer como individuos y como empresa. Y sí, requiere de planificación rigurosa, algo que me apasiona analizar. Es una danza entre la estrategia empresarial y el desarrollo humano.

¿Qué son los elementos de formación?

Elementos de formación. Componentes. Eso. Nada más.

  • Contenido. El qué. Materia prima, digamos. Mi curso de electrónica de 2023, por ejemplo. Aburrido.
  • Metodología. El cómo. ¿Memorizar? ¿Experimentar? Prefiero lo segundo. Aprendí más construyendo mi dron.
  • Evaluación. El filtro. Un examen estúpido. Un proyecto que realmente importa, mejor. El conocimiento se mide en praxis.
  • Docente. El catalizador, a veces. Importancia relativa. En mi caso, profesores pésimos en general. Un buen libro es mejor.
  • Contexto. El entorno. Mi habitación, el taller, el laboratorio… La influencia del entorno es crucial.

La formación es un proceso, no un producto. A veces una pérdida de tiempo.

Aprendizaje integral. Ja. Es un eufemismo.

Un profesor genial puede salvar un curso pésimo. Pero, ¿qué pasa si solo hay libros malos? El fracaso es inevitable. Así es la vida. La eficacia depende del individuo.

Detalles: Mi nota final en electrónica de 2023 fue un 6,5. Un desastre. El sistema educativo es un pozo negro. No me importó.

¿Qué es el área de Formación Profesional?

¡Uf!, el tema de la FP… me trae recuerdos de 2023, en el IES Valle Inclán de Ourense. Formación Profesional, ¿qué es? Pues mira, para mí fue una odisea… ¡y qué odisea! Sentí el agobio de tener que elegir entre Administración y Sanidad. ¡Qué lío! Al final, Administración. ¡Menos mal!

Es una formación para el trabajo, ya está. Pero… ¡qué curro! Clases, prácticas… ¡en la empresa! El otro día en “Supermercados Día”, aprendiendo a usar la caja registradora, ¡qué estrés! Apuntar precios, cobrar… ¡y no equivocarme! ¡Sudaba frío! Recuerdo ese olor a café recién hecho, siempre presente, y a productos de limpieza, que me daban una mezcla de asco y cansancio.

Y la parte teórica… ¡ay, las leyes! ¡Cuántas leyes! Derecho mercantil, fiscal… ¡un rollo! Pero bueno, aprobé. Para conseguir un trabajo, un buen trabajo… o eso espero. A veces pienso… ¿qué hubiera sido de mí sin la FP?

  • Prácticas en empresa: Supermercados Día, Ourense.
  • Asignaturas: Derecho Mercantil, Fiscal, Contabilidad.
  • Sensaciones: Estrés, cansancio, agobio. Pero también, satisfacción por aprender.

Sirve para mejorar tu cualificación, y si no te gusta lo que haces, ¡para cambiar! Para recualificarte. ¡Es clave! Pero… ¡hay que currar!

¿Cuáles son las áreas de formación?

¡Diez mandamientos del saber! (Bueno, campos de formación, pero suena menos épico). Aquí van, para que elijas tu “pecado” favorito:

  • Educación: Para convertir a los pequeños demonios en angelitos (o viceversa).

  • Administración y negocios: Donde el arte de contar ovejas se transforma en contar billetes. ¡Mi favorito!

  • Ciencias naturales, matemáticas y estadística: Para cuando quieres saber si el universo conspira contra ti (con datos, claro). O no.

  • Tecnologías de la información y la comunicación: El idioma de los robots. Imprescindible si planeas dominar el mundo desde tu sótano. ¡Ah, y para ver vídeos de gatitos!

  • Ciencias de la salud: Para evitar que te conviertas en un experimento fallido de la naturaleza. O para hacerlos, si te va ese rollo.

  • Artes y humanidades: El refugio de los que creen que el mundo tiene más de dos dimensiones (y que el arte es más que un garabato).

  • Servicios: El arte de sonreír mientras te pisotean el ego. Aunque también hay servicios interesantes, no todo es drama.

  • Ciencias sociales y derecho: Para entender por qué la gente hace cosas raras (y cómo meterla en la cárcel por ello). O defenderla, que también está chido.

¿Y qué más hay que saber?

  • La vida es un examen sorpresa: Así que mejor estudiar algo que te guste, ¡aunque no sirva para nada! (Dicho con cariño).
  • El conocimiento es poder: Pero la ignorancia es felicidad. ¡Tú eliges!
  • No te tomes nada demasiado en serio: Ni siquiera esta lista. 😉
  • No todas las carreras son iguales: Algunas te dan para un yate, otras para un café.
  • La experiencia supera cualquier título: Y las conexiones, ¡más aún!

¡Y recuerda! Al final, lo importante es encontrar algo que te haga saltar de la cama (o al menos, no querer volver a meterte debajo). ¡Suerte!

¿Qué estudia el área de formación?

¡A ver! Me preguntas qué estudia el área de formación, ¿no? Pues mira, básicamente, en un diseño curricular que sea así, flexible, el área de formación es como un… un grupo, un espacio donde se juntan varias cosas que aprendes.

Experiencias educativas, le llaman. Y esto se junta según lo que quieras aprender, o sea, el nivel de especialización que busques y, sobre todo, los intereses de formación profesional que te hayas marcado para tu objetivo final, para tu perfil de egreso. ¿Sabes? Es como si juntas varias asignaturas que te sirven para una meta concreta.

Es una forma de organizar el plan de estudios de manera que no sea tan rígido y puedas ir enfocándote en lo que de verdad te interesa para luego trabajar de eso. Yo por ejemplo, en la uni, tuve un área de formación que era sobre “Tecnologías emergentes”, super guay.

  • Se agrupan experiencias: ¡Eso es clave! No van sueltas por ahí.
  • Criterios: Nivel de especialización, intereses profesionales…
  • Objetivo: Perfil de egreso (¿a dónde quieres llegar?).

Y como te digo, no es algo cerrado. Si después ves que quieres otra cosa, pues cambias de área o eliges asignaturas de otras áreas que te complementen. ¡A mí me pasó! Empecé pensando en ser programador puro y duro, y acabé metiéndome en temas de UX/UI gracias a una de esas áreas de formación.

Es que si te pones a pensarlo, el tema de la formación va mucho más allá de lo que uno se imagina. A ver, por ejemplo, ¿sabías que ahora hay cursos de “Marca Personal” o “Inteligencia Emocional” dentro de la formación continua de algunas empresas? ¡Madre mía! ¡Impensable hace nada! Se buscan habilidades que antes no se valoraban tanto.

¿Qué estudia la formación cívica?

¡A ver! Me preguntas qué estudia la formación cívica, ¿no? Pues, así en plan rápido, se centra en la igualdad de las personas y los derechos, básicamente.

O sea, que aprendes a que todos somos iguales, ¿sabes? En dignidad y en derechos, aunque seamos súper distintos. Y que hay que respetar, respetar y valorar esas diferencias. Lo importante es respetarnos los unos a los otros, ¿sabes?

  • En resumen:
    • Igualdad en dignidad y derechos.
    • Respetar y valorar las diferencias. ¡Importantísimo!
    • Aprender a convivir.
    • Forma de ser, actuar, pensar, sentir… ¡todo!
    • Creer, vivir y convivir de forma respetuosa.

Yo me acuerdo que en el colegio, en la clase de formación cívica, no siempre prestaba atención, la verdad. ¡Lo confieso! Pero si que me acuerdo que hacíamos muchos debates sobre temas así, sobre el respeto a las personas. Una vez incluso vino una persona de una ONG a hablar de los derechos humanos. ¡Qué interesante! Ah, y también me acuerdo que vimos un documental sobre el bullying. Eso sí que me impactó. La verdad es que ahora me arrepiento de no haberle prestado más atención en su día.

¿Qué es el área formativa?

¡Área formativa! ¿Qué era eso de nuevo? Ah, sí… Programas y proyectos, claro. Pero no cualquier cosa, ¡tienen que ver con la uni! Con la metodología, esa palabra tan larga y complicada. Algo de currículo universitario, ¡qué rollo!

Se centra en ayudar a la comunidad, ¿no? Profesores, alumnos… ¡hasta los apoderados! En varios colegios, imagino. ¿Será que también hacen talleres para padres? Eso me gustaría, a ver si aprendo a controlar el estrés con mis hijos. En el colegio de mi hija, el San José, necesitan algo así… ¡Ay, tantas cosas!

Servicio a la comunidad, eso sí lo recuerdo. Es como un puente, ¿verdad? Une la universidad con… ¿con el mundo real? Sí, algo así. ¡Me recuerda a mi proyecto de voluntariado en la biblioteca! Ay, que bien me lo pasé ayudando con la nueva sección infantil.

¿Y los programas? ¿Qué tipo de programas? ¿Habrá becas? A ver si se puede aplicar para alguna. Eso sí que me vendría bien, para el máster… ¡Ya estoy pensando en el máster que quiero hacer! Aunque es caro, no sé si podré costearlo todo.

  • Desarrollo metodológico
  • Enfoque en el servicio comunitario
  • Beneficiarios: Docentes, alumnos y apoderados
  • Implementación en diversas unidades educativas
  • Posible vinculación con proyectos de voluntariado.

Más tarde busco más info, que ahora tengo que ir a buscar a Sofía al colegio. ¡Es que se le olvidó el estuche de música!

¿Cuál es el concepto de formación?

A ver, ¿me preguntas qué es la formación, no? Pues mira, así, a lo bruto, la formación es como un plan. Un plan para aprender. Ya sea que lo necesites para el curro, para sacarte un título, o incluso si quieres, yo qué sé, aprender a hacer ganchillo porque te aburres.

Un buen plan de formación te asegura que no pierdes el tiempo, o sea, que aprendes de verdad. A mi me pasó cuando me apunté al curso de cocina tailandesa. ¡Un desastre! No tenían ni idea de organizar las clases, y acabé sabiendo menos que al principio. ¡Menudo rollo!

Fíjate si es importante lo de la formación que… mm… a ver cómo te lo explico… Imagina que quieres montar un negocio online. Necesitas saber un montón de cosas, ¿no? Pues si no tienes una formación adecuada en marketing digital, o en ventas online, o en yo que sé, ¡pues te vas a estrellar! Es así de simple.

  • Ayuda a mejorar las habilidades.
  • Aumenta la productividad.
  • Es fundamental para el éxito.

Yo, por ejemplo, este año voy a intentar sacarme un curso de programación Python. A ver si así consigo entender mejor a mi hermano, que es informático y habla en un idioma que no entiendo, jajaja. Ya te contaré si lo consigo, que esto de la programación me da un poco de miedito, la verdad. Pero bueno, ¡hay que intentarlo!

¿Qué incluye un plan de formación?

Un plan de formación: acciones, no promesas.

  • Objetivos concretos. No vagas aspiraciones. Mi empresa, “Soluciones Alfa”, lo aplica así. Resultados, eso importa.
  • Metodologías. Personalizadas, claro. ¿Para qué otra cosa sirven las evaluaciones de 2024? La eficiencia prima. Siempre.
  • Evaluación continua. El feedback es crucial. Sin él, todo es humo. No hay margen para la improvisación.
  • Recursos. Tiempo, dinero, plataformas… todo debe estar definido. Sin recursos, no hay formación. Punto.
  • Seguimiento. No se trata solo de impartir cursos. Se trata de comprobar su efectividad. El progreso, medible.

La vida es un proceso continuo de aprendizaje, o al menos así lo veo yo. La formación es una herramienta, ni más ni menos. Se trata de optimizar, mejorar, adaptarnos al panorama actual, a esta vorágine absurda. Eso o quedarte atrás.

El éxito empresarial depende de la eficiencia de su personal. La empresa “Soluciones Alfa” lo ha entendido.

Más allá de las líneas maestras… hay que pensar en la psicología individual de cada empleado. No es algo trivial. Hay que tener en cuenta las necesidades individuales. La formación debe ser una herramienta para el crecimiento personal. O al menos, eso pienso.

Se trata de una inversión a largo plazo. A veces, dolorosa.

En resumen: formación estructurada, medible y eficiente. Sin atajos. No es caridad, es estrategia.

¿Qué nivel de estudios es la Formación Profesional?

FP: Competencias prácticas. Punto.

  • Educación post-obligatoria, pre-universitaria. Un escalón. O no.
  • Enfoque laboral directo. Sin rodeos.
  • Alternativa. Otra opción. El camino menos transitado. ¿O tal vez no?

Mi abuelo decía: “El título no te da la sabiduría, te da la llave”.

  • Más allá de la teoría. Manos a la obra.
  • FP Grado Medio. Acceso con la ESO.
  • FP Grado Superior. Bachillerato o prueba de acceso.
  • Salidas laborales concretas. Nada de volar. O sí.

La vida te da sorpresas. Sorpresas te da la vida.

  • ¿Necesidad o vocación? Da igual. El resultado importa.
  • Empresas colaboradoras. Prácticas. El mundo real.
  • Módulos profesionales. Conocimientos específicos. Sin paja.
  • Certificados de profesionalidad. Acreditación. Un papel. ¿Y luego qué?
  • Itinerarios formativos. Variedad. La elección es tuya. Supuestamente.

A veces, el silencio es la mejor respuesta. A veces, no.

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