¿Qué materias se estudian en el grado 11?

Uf, onceavo grado… ¿Recuerdan esa época? Yo la recuerdo como si fuera ayer. Un torbellino de emociones, de descubrimientos, y sí, también de estudiar. ¿Qué materias veíamos? Pues, las de siempre, aunque cada una con su toque especial.

Estaba Lectura Crítica, que a veces me encantaba y a veces… ¿para qué negarlo? me parecía un rollo. Dependiendo del libro, claro. Recuerdo una vez que nos pusieron a analizar un poema larguísimo, ¡infinito!, y yo pensaba “¿En serio? ¿Toda mi vida se va a resumir en analizar este poema?”. Pero bueno, al final le encontré el gusto, y hasta aprendí a apreciar la belleza de las palabras.

Luego Matemáticas, mi eterno dolor de cabeza. Nunca fui muy buena con los números, la verdad. Me acuerdo de pasar horas intentando entender las ecuaciones, y a veces sentía que mi cerebro iba a explotar. ¡Qué estrés! Pero bueno, con esfuerzo y ayuda de algún compañero –¡gracias, Juan!–, lograba sobrevivir.

Sociales y Ciudadanas. ¡Esta sí que me gustaba! Debatir sobre política, historia, la sociedad… Aprender cómo funciona el mundo. Recuerdo una discusión acalorada que tuvimos sobre la desigualdad social. Fue intensa, pero me hizo pensar mucho.

Ciencias Naturales, un mundo fascinante. Desde la biología hasta la física, ¡todo un universo por descubrir! Aún recuerdo la emoción de hacer experimentos en el laboratorio. Aunque una vez, mezclando no sé qué sustancias, casi provoco un incendio… ¡Menos mal que el profe estaba atento!

Y por último, pero no menos importante, Inglés. Siempre me ha encantado el inglés. Soñaba con viajar por el mundo y poder comunicarme con gente de todas partes. En once, recuerdo que empezamos a ver películas y series en inglés sin subtítulos, y aunque al principio no entendía casi nada, poco a poco fui mejorando.

En fin, esas eran las materias de onceavo. Un mix de todo un poco. Un año intenso, sin duda, pero lleno de aprendizajes. ¿Quién diría que de esas clases, de esos libros, de esos profesores, saldríamos un poco más preparados para la vida? No sé ustedes, pero yo, a pesar de los dolores de cabeza con las matemáticas y los poemas interminables, lo recuerdo con cariño.