¿Qué planeta es el que está al lado de la luna?

¿Qué hay en el lado opuesto de la luna?

Lo que hay al otro lado de la luna… no es oscuridad eterna. De hecho, la luna entera recibe luz solar.

Recuerdo cuando era niño, en casa de mi abuela en Teruel. Era verano, de los de verdad, con un sol que te reventaba la cabeza. Me encantaba sentarme en la terraza por la noche, después de cenar, y mirar la luna. Mi abuela siempre me contaba historias de la luna. Me decía que había un lado oscuro, un lado que nunca veíamos. Y yo me lo creía a pies juntillas.

Pero claro, luego creces y aprendes que no es así.

• La Luna no tiene un lado oscuro, lo que pasa es que siempre nos muestra la misma cara. Es como si estuviera “enganchada” a nosotros.
• Esto se debe a algo que se llama rotación síncrona. Básicamente, tarda lo mismo en dar una vuelta sobre sí misma que en orbitar alrededor de la Tierra.
• Así que, el “otro lado” de la Luna recibe luz solar como cualquier otra parte. ¡A veces incluso más que el lado que vemos!

Me acuerdo una vez que vi un documental sobre las misiones Apolo. Mostraban imágenes del “lado oculto” de la luna. ¡Era super diferente al lado que siempre vemos! Lleno de cráteres y con menos mares lunares (esas manchas oscuras que vemos desde la Tierra). Me quedé flipado.

Es curioso cómo cambian las cosas con el tiempo. Lo que antes era una creencia infantil, alimentada por las historias de mi abuela, se convirtió en un hecho científico fascinante. Y aunque ahora sé que no hay un lado oscuro, siempre me quedará ese recuerdo de las noches de verano en Teruel, mirando la luna y soñando con lo que podría haber al otro lado. Mi abuela siempre tenía razón a su manera, supongo.

¿Qué hay en la otra cara de la Luna?

¡Ay, la cara oculta de la Luna! Un misterio que, a decir verdad, me recuerda a mi armario: lleno de cosas interesantes, pero la mayoría cubiertas de polvo cósmico.

Crateres a patadas: Piensa en una pizza con demasiada mozzarella; así es la cara oculta, ¡un festival de impactos! Más antiguos, más gruesos, la corteza es como la piel de un dragón jubilado: arrugada y llena de cicatrices.

Poca lava chic: Olvídate de esos “mares” de lava que vemos desde la Tierra. Aquí, ¡ni rastro! Como si la Luna, en un ataque de pereza cósmica, se hubiera olvidado de la decoración en esta mitad. Es como la diferencia entre un jardín cuidadosamente planeado y mi intento de cultivar tomates. Un desastre, vamos.

En resumen, aburrimiento geológico: menos lava, más cráteres. Como si la Luna decidiera guardar sus mejores galas para el lado que nos enseñaba. Y yo, que siempre he creído que la cara oculta es el lugar donde guarda sus calcetines perdidos.

• Corteza más antigua y gruesa. Como mi paciencia con las series de Netflix que no terminan bien.
• Muchos más cráteres de impacto. Igual que los mensajes no leídos en mi WhatsApp.
• Escasos “mares” de basalto. A diferencia del océano de cafés que necesito para sobrevivir.

Dato extra: ¡Mi gato, Míster Bigotes, afirma haber visitado el lado oscuro! Obviamente, lo digo en tono de broma, aunque su mirada siempre es tan enigmática… Igual me he tomado demasiados cafés hoy.

¿Qué pasa con el lado oscuro de la luna?

El “lado oscuro” de la Luna no es realmente oscuro. Es un nombre desafortunado. En realidad, recibe tanta luz solar como el lado “visible”. Lo que ocurre es que desde la Tierra, siempre vemos la misma cara de nuestro satélite natural.

El término “lado oscuro” se usa más bien en un sentido figurado, para referirse a lo que desconocemos, lo oculto, lo misterioso. Como cuando la gente habla del “lado oscuro” de la personalidad de alguien, vamos.

Y en cuanto a brillo, ¡sorpresa! El lado oculto tiende a ser, irónicamente, más brillante. Tiene más cráteres y menos de esos mares oscuros que vemos desde aquí. Más cráteres significan más superficie reflectante. ¡Quién lo diría!

Como extra, te cuento que yo de pequeño pensaba que la Luna era de queso. ¡Qué ingenuo era! Pero bueno, cada uno tiene su “lado oscuro”, supongo…

¿Qué busca China en el lado oscuro de la Luna?

¿Qué busca China en el lado oscuro de la Luna?

Muestras.

A veces pienso si realmente vale la pena. Toda esta… búsqueda.

• La soledad del lado oscuro: Me imagino ese lugar, perpetuamente oculto. Como mi propia alma a veces.
• Regreso a casa: Traer algo de allí, debe ser… extraña la sensación, ¿no? Como cuando vuelvo a mi pueblo, que ya no reconozco.
• Un anhelo lejano: Yo solo colecciono piedras del río. No es lo mismo, lo sé. Pero es mi forma de tocar lo inalcanzable. Ojalá supiera por qué.
• El cráter Cuenca Aitken… Siempre me fascinaron los nombres que le ponemos a todo. Como etiquetas para que no nos dé tanto miedo.
• Veinte días… Que se deben sentir como una eternidad. A mí un día malo se me hace eterno, imagínate allí arriba.

Quizá buscan algo más que rocas. Quizá todos buscamos, en realidad, lo mismo.