¿Qué son las oraciones completivas o sustantivas?
Las oraciones completivas o subordinadas sustantivas funcionan como un sustantivo dentro de una oración mayor, desempeñando roles sintácticos propios de un nombre, como sujeto, complemento directo u objeto indirecto. Su característica principal es su capacidad de ser reemplazadas por un pronombre neutro.
Más Allá del Sustantivo: Desentrañando las Oraciones Completivas
En el fascinante mundo de la gramática española, las oraciones completivas, también conocidas como subordinadas sustantivas, se presentan como elementos cruciales que enriquecen la complejidad y la expresividad del lenguaje. A diferencia de las oraciones coordinadas, que se unen de forma independiente, estas oraciones dependen sintácticamente de una oración principal, actuando como un verdadero camaleón gramatical: se mimetizan con los sustantivos, adoptando sus funciones dentro de la estructura oracional.
Pero, ¿qué significa exactamente que funcionen como un sustantivo? La clave reside en su capacidad de desempeñar los roles sintácticos que habitualmente ocupan los nombres. Imaginemos la oración principal como un escenario; las oraciones completivas son los actores que interpretan diversos papeles, según la función que desempeñan. Pueden ser:
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Sujeto: En este caso, la oración completiva es el elemento que realiza la acción del verbo principal. Por ejemplo: Que llegaras tarde me preocupó. Aquí, la oración “que llegaras tarde” actúa como sujeto, realizando la acción de preocupar. Podríamos reemplazarla por un pronombre neutro como “Eso” o “ello”: Eso me preocupó.
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Complemento Directo (CD): La oración completiva recibe directamente la acción del verbo principal. Observemos: Quiero que vengas a cenar. La oración “que vengas a cenar” es el complemento directo del verbo “quiero”, respondiendo a la pregunta “¿Qué quiero?”. De nuevo, puede ser sustituida por un pronombre: Quiero eso.
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Complemento Indirecto (CI): En este caso, la oración completiva indica a quién o para quién se realiza la acción. Un ejemplo sería: Le conté que había ganado la lotería. “Que había ganado la lotería” es el complemento indirecto del verbo “conté”, respondiendo a la pregunta “¿A quién le conté?”. Su sustitución por un pronombre es posible: Le conté eso.
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Complemento del Nombre (CN): Las oraciones completivas pueden precisar el significado de un sustantivo, añadiendo información esencial. Por ejemplo: Tengo la esperanza de que todo salga bien. La oración “de que todo salga bien” complementa el sustantivo “esperanza”. La sustitución pronominal, aunque menos común en este caso, es posible con expresiones como “esa esperanza”.
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Complemento del Adjetivo (CAdj): De manera similar al CN, las completivas pueden especificar el significado de un adjetivo. Ejemplo: “Estoy seguro de que aprobaré el examen”. La frase “de que aprobaré el examen” completa el significado del adjetivo “seguro”.
La capacidad de ser reemplazadas por un pronombre neutro, como “ello”, “eso” o “aquello”, es una característica fundamental que distingue a las oraciones completivas de otros tipos de oraciones subordinadas. Esta sustitución permite identificar fácilmente su función sustantiva dentro de la oración principal.
En conclusión, las oraciones completivas son un elemento esencial de la sintaxis española, aportando riqueza y matices al discurso. Su comprensión profunda es fundamental para un dominio completo del idioma y para una escritura precisa y elegante. Más allá de su aparente complejidad, su funcionamiento se basa en una lógica clara y coherente, donde la función sustantiva es la clave para su correcto análisis e interpretación.
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