¿Qué son las propiedades físicas y de ejemplos?

¡Ah, las propiedades físicas! Me acuerdo cuando en el colegio nos machacaban con eso… Densidad, color, dureza… ¿A quién le importaba, no? Bueno, ahora lo veo un poco diferente.

En esencia, las propiedades físicas son esas cosas que puedes notar de algo sin tener que cambiarlo, ¿sabes? Sin que se transforme en otra cosa. Por ejemplo, el color de mi taza de café. Es un azul cobalto precioso, y sigue siendo azul cobalto aunque me la beba entera. No se convierte en verde, ni en rosa, ¿me entiendes?

O la dureza de una piedra. Puedes golpearla con un martillo (no lo hagas, ¡pobrecita!), pero sigue siendo piedra. No se vuelve blanda como la plastilina, ¿verdad?

Luego está la densidad. Recuerdo una vez, intentando hacer un pastel con mi abuela. ¡Un desastre total! El aceite flotaba sobre el agua, y ella me explicaba pacientemente: “Mira, hija, es que el aceite es menos denso”. Y ahí lo entendí. La densidad, esa especie de peso que tienen las cosas en relación con su tamaño.

Y qué me dices de los puntos de fusión y ebullición. ¡Ahí sí que me perdía! Pero ahora pienso en el hielo derritiéndose al sol. Ese es el punto de fusión. O el agua hirviendo en la olla, haciendo pompas y sacando vapor. Ese es el punto de ebullición. ¿No es fascinante? Cómo cada sustancia tiene su propio “momento mágico” para cambiar de estado.

La conductividad eléctrica también es interesante. ¿Te acuerdas de esos cables que te decían que no tocaras de pequeño? Pues la conductividad es eso, la capacidad de algunos materiales para dejar pasar la electricidad. El cobre, por ejemplo, es un crack en eso.

Y la solubilidad, la capacidad de algo para disolverse. Como el azúcar en el café. ¿A quién no le gusta el café dulce? Pues eso, la solubilidad en acción.

Al final, estas propiedades físicas, aunque parezcan conceptos aburridos del colegio, están por todas partes. En la taza de café, en el pastel que intento hacer, en el hielo derritiéndose… En todo lo que nos rodea. Y entenderlas, aunque sea un poquito, hace que el mundo sea un lugar mucho más… ¿interesante? Sí, creo que interesante es la palabra.