¿Qué son los no metales y cuáles son sus características?

¿No metales? A ver… ¿qué me dicen de ellos? Siempre me han parecido fascinantes, tan diferentes a los metales. ¿Te imaginas un mundo solo de metal? Frío, ¿no? Pues los no metales aportan esa otra parte, la que nos permite, bueno, ¡existir! Son menos comunes, sí, es verdad, no los encuentras por ahí tirados como las piedras, que muchas son metálicas, claro. Recuerdo una vez en el colegio, en una clase de química… ¡qué rollo!, la profesora hablaba de la conductividad. Que los metales conducen la electricidad y el calor, y los no metales… pues no. Y es cierto, ¿has tocado alguna vez una pieza de plástico en invierno? ¡Helada! Nada que ver con el metal, que se te pega al dedo del frío… o del calor.

Y lo de los enlaces covalentes… uf… eso me costó entenderlo. Pero al final lo pillé. Es como si los átomos se dieran la mano, compartiendo electrones para formar moléculas. Los metales, en cambio, son más… ¿egoístas? Comparten electrones en una nube, como si fuera una fiesta donde todos aportan algo al buffet, pero nadie se queda con nada en particular. Los no metales son más de “tú y yo compartimos esto”.

La diferencia con los metales es… brutal. Brillo, ductilidad, maleabilidad… olvídate. Los no metales son otra historia. Piensa en el oxígeno que respiramos, ¡esencial para la vida! O el carbono, la base de toda la química orgánica… ¡de nosotros mismos! A veces me quedo pensando en la inmensa variedad que existe en la naturaleza gracias a estas diferencias. Leí por ahí que solo un pequeño porcentaje de la corteza terrestre está formada por no metales, algo así como un 20% si mal no recuerdo. Pero vaya 20%! Sin ellos, el mundo sería completamente distinto. Quizás ni siquiera existiríamos…