¿Quién es considerado el padre de la óptica?

¡Ay, la óptica! ¿No es fascinante cómo algo que damos tan por sentado, como ver, tiene detrás una historia tan rica? A mí, personalmente, me emociona pensar en los orígenes de todo esto. Y si me preguntan quién es el “padre” de todo este embrollo, no lo dudo ni un segundo: Al-Hasan ibn al-Haytham, ¡el gran Alhacén!

Es que su “Libro de Óptica”… ¿lo han leído alguna vez? No es solo una recopilación de lo que ya sabían, no, ¡es una revolución! Se metió hasta el fondo con experimentos súper meticulosos, observaciones que dejan a uno boquiabierto sobre la refracción, la reflexión… Pienso en él trabajando con esas luces, con esos espejos… ¿No se imaginan la paciencia y la dedicación que necesitó? A mí me da una admiración… ¡Enorme!

Y es que, a ver, pensemos un poco. Antes de Alhacén, ¿cómo se explicaba la visión? Eran ideas… pues, digamos, un poco vagas, ¿no? Él fue el que realmente sentó las bases para que entendiéramos cómo funciona el ojo, cómo percibimos la luz. Yo, por ejemplo, recuerdo cuando era niña y me preguntaba cómo era posible que viéramos las cosas… era un misterio total. Y pensar que Alhacén, hace siglos, estaba desentrañando ese misterio…

Su legado, para mí, es como un faro. Un faro que no solo ilumina el camino para los científicos que vinieron después, sino que también ilumina nuestra propia comprensión del mundo. ¿No les parece increíble? ¡Es que la óptica es mucho más que lentes y telescopios, es una ventana a la comprensión de la realidad misma! Y eso, se lo debemos en gran parte a este hombre.