¿Quién estudió las capas de la Tierra?

3 ver

A principios del siglo XX, los sismólogos Andrija Mohorovičić y Beno Gutenberg revolucionaron la comprensión de la Tierra. A través del análisis de ondas sísmicas, identificaron las discontinuidades que definen la corteza, el manto y el núcleo. Sus hallazgos establecieron la base para la estructura en capas del interior terrestre, marcando un hito en la geofísica.

Comentarios 0 gustos

Pioneros del Interior Terrestre: Andrija Mohorovičić y Beno Gutenberg, Arquitectos del Modelo de Capas

A principios del siglo XX, mientras el mundo se recuperaba de una era de descubrimientos y se preparaba para un futuro incierto, un avance silencioso pero monumental se gestaba en el campo de la geofísica. La comprensión de la Tierra, más allá de su superficie tangible, era un territorio inexplorado, envuelto en misterio. Fue entonces cuando dos nombres emergieron, grabando su legado en las profundidades de la ciencia: Andrija Mohorovičić y Beno Gutenberg.

Estos no eran exploradores descendiendo a abismos oscuros, sino científicos armados con una herramienta invisible pero poderosa: las ondas sísmicas. Los terremotos, antes considerados meros desastres naturales, se transformaron en ventanas al interior del planeta gracias a su perspicacia. Mohorovičić y Gutenberg se dedicaron a analizar minuciosamente la trayectoria y la velocidad de estas ondas, registrando cuidadosamente sus variaciones a medida que viajaban a través de la Tierra.

Su trabajo, lejos de ser una simple observación, fue un ejercicio de deducción magistral. Al estudiar cómo las ondas sísmicas se refractaban y reflejaban, notaron discontinuidades abruptas en su velocidad. Estas discontinuidades, ahora conocidas como la discontinuidad de Mohorovičić (o Moho) y la discontinuidad de Gutenberg, revelaron la existencia de fronteras bien definidas entre las distintas capas que componen nuestro planeta.

Mohorovičić, en 1909, identificó la discontinuidad que separa la corteza terrestre del manto superior. Observó que las ondas sísmicas viajaban más rápido a medida que profundizaban en la Tierra, lo que sugería un cambio en la composición del material. Su descubrimiento proporcionó la primera evidencia concreta de que la Tierra no era una esfera homogénea, sino que estaba estructurada en capas.

Gutenberg, por su parte, en 1914, profundizó en el análisis sísmico y identificó la discontinuidad que separa el manto del núcleo. Sus observaciones demostraron que las ondas sísmicas S, que no pueden viajar a través de líquidos, desaparecían abruptamente a una cierta profundidad, indicando la presencia de un material líquido. Esto condujo a la conclusión de que el núcleo externo de la Tierra era, de hecho, líquido.

La trascendencia de los hallazgos de Mohorovičić y Gutenberg reside en su impacto fundamental en la geofísica. Sentaron las bases para el modelo de capas de la Tierra, el cual ahora es la piedra angular de nuestra comprensión de la estructura interna del planeta. Sus descubrimientos no solo identificaron la corteza, el manto y el núcleo, sino que también abrieron la puerta a una investigación más profunda sobre la composición, la dinámica y la evolución de cada una de estas capas.

En resumen, Andrija Mohorovičić y Beno Gutenberg no simplemente “estudiaron” las capas de la Tierra; las revelaron. Su trabajo transformó nuestra comprensión del interior terrestre de una vaga especulación a un modelo científico preciso y cuantificable, convirtiéndolos en verdaderos arquitectos del conocimiento sobre la estructura profunda de nuestro planeta. Su legado perdura hasta nuestros días, inspirando a generaciones de geofísicos a explorar las profundidades de la Tierra y a desentrañar los secretos que aún esconde.