¿Cuáles son las fases de la entrevista?

Más Allá del Interrogatorio: Descifrando las Fases de una Entrevista Exitosa

La entrevista, herramienta fundamental en campos tan diversos como la psicología, el periodismo, la selección de personal o la investigación académica, transciende la simple recolección de información. Para lograr una entrevista efectiva, es crucial comprender su estructura y dominar cada una de sus fases. Si bien la entrevista estructurada se presenta como un modelo con pasos definidos, la realidad es que la flexibilidad y la adaptación son claves para el éxito. Analicemos, pues, las fases clave más allá del esquema rígido, considerando la riqueza y complejidad de la interacción humana.

Fase 1: El Arte de la Conexión: Presentación y Establecimiento de Rapport.

Esta primera fase, a menudo subestimada, es la piedra angular de toda entrevista exitosa. No se trata únicamente de una presentación formal de las partes implicadas, sino de construir un clima de confianza y colaboración. Aquí, la habilidad del entrevistador para generar un rapport —una conexión genuina— resulta fundamental. Esto implica:

• Presentación cálida y profesional: Una presentación amable, con una sonrisa genuina y un lenguaje corporal abierto, rompe el hielo y facilita la interacción.
• Explicación clara del objetivo: El entrevistado debe entender, con precisión y transparencia, el propósito de la entrevista y su duración aproximada. Esto le permitirá relajarse y participar activamente.
• Creación de un ambiente cómodo: El entorno físico juega un papel crucial. Un espacio tranquilo, sin interrupciones y con una temperatura agradable contribuyen a una atmósfera relajada que favorece la comunicación fluida.
• Escucha activa y empatía inicial: Mostrar interés genuino en el entrevistado, incluso antes de comenzar con las preguntas específicas, genera un sentimiento de valoración y respeto.

Fase 2: La Exploración Profunda: Desarrollo y Preguntas Estratégicas.

Una vez establecido el rapport, se inicia la fase de desarrollo. En la entrevista estructurada, esta fase se caracteriza por el uso de preguntas predefinidas. Sin embargo, la rigidez no debe impedir la adaptación. La clave reside en:

• Organización lógica de las preguntas: Un orden coherente facilita el flujo de la conversación y permite una comprensión más profunda del tema.
• Formulación precisa de las preguntas: Evitar preguntas ambiguas o sesgadas es esencial para obtener respuestas precisas y objetivas. La claridad es fundamental.
• Técnica de escucha activa: Escuchar atentamente las respuestas del entrevistado, permitiendo que complete sus ideas, es crucial para comprender el mensaje en su totalidad. Las preguntas de seguimiento, abiertas y no directivas, permiten profundizar en las respuestas.
• Manejo de silencios: Los silencios, a menudo incómodos, pueden ser oportunidades para que el entrevistado reflexione y ofrezca respuestas más completas.
• Flexibilidad y Adaptabilidad: Si bien las preguntas predefinidas son una guía, la capacidad de desviarse ligeramente para seguir una línea de pensamiento interesante o aclarar un punto crucial es fundamental para obtener información valiosa.

Fase 3: La Reflexión Final: Cierre y Evaluación.

El cierre de la entrevista no debe ser apresurado. Esta fase es crucial para asegurar la comprensión mutua y para dejar una impresión positiva. Aquí se debe:

• Resumir los puntos clave: Reiterar los temas principales tratados permite al entrevistado verificar la precisión de la información recolectada.
• Dar espacio para preguntas: Permitir al entrevistado formular sus dudas o aclarar cualquier punto confuso es signo de respeto y transparencia.
• Agradecer la participación: Expresar gratitud por el tiempo y la colaboración del entrevistado refuerza la relación y deja una sensación positiva.
• Evaluación objetiva (en el caso de entrevistas estructuradas): En las entrevistas estructuradas, esta fase implica analizar las respuestas obtenidas, basándose en criterios predefinidos, para llegar a una conclusión objetiva. Sin embargo, incluso en entrevistas más abiertas, el entrevistador debe reflexionar sobre los resultados obtenidos y su significado.

En conclusión, una entrevista exitosa trasciende la simple recolección de datos. Domina cada fase, cultiva la conexión humana, y la información fluirá de forma natural, enriquecida por una interacción auténtica y significativa.

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