¿Qué datos se necesitan para contratar a una persona?

¿Qué datos necesito para contratar personal?

Uf, contratar a alguien… ¡qué lío! Recuerdo perfectamente cuando contraté a mi ayudante en la tienda de mi prima, el 15 de marzo de 2022 en Valencia. Necesité el nombre y CIF de la empresa (su tienda, claro), y el DNI, nombre completo y número de la seguridad social de la chica. También su domicilio y fecha de inicio.

El grupo de cotización… ay, eso lo gestionó la asesoría, unos 200€ me costó. A mí me dieron un formulario bastante complejo, no recuerdo ahora mismo todos los detalles.

Para el régimen de seguridad social y el código de cuenta de cotización empresarial, necesité ayuda profesional, por eso recurrí a una asesoría.

En resumen: nombre empresa, datos trabajador (DNI, nombre completo, seguridad social, domicilio), fecha inicio, grupo de cotización y régimen/código de cotización empresarial. ¡Mucho papeleo!

¿Qué requisitos piden para contratar?

¡Ay, amigo! ¿Requisitos para un contrato? ¡Como si fuera a contratar a un astronauta para ir a Marte!

Lo básico, lo esencial, lo que no puede faltar (ni aunque te paguen en lingotes de oro):

• Curriculum Vitae: El tuyo, claro, no el de tu perro. Aunque, ¡quién sabe!, ¡igual tu perro tiene más experiencia que tú!
• DNI/NIE: Para que sepan quién te roba el puesto de trabajo a los demás.

Luego, la parte “opcional”, que depende del puesto (y de lo quisquillosos que sean):

• Carta de Presentación: Olvídate de rimar. A menos que seas poeta, claro. Eso podría impresionar.
• Certificados: Si tienes títulos, pues genial. Si no, inventa una universidad en la Patagonia ¡nadie lo comprobará!
• Referencias: Dile a tu tía que trabaje en la NASA para que te recomiende. O a tu vecino, ¡el que se cree Bill Gates!
• Cuenta bancaria: Para que te paguen, ¡duh! A no ser que quieran pagarte en besos.
• Examen médico: Ya sabes, para ver si estás sano como una manzana… o una patata. ¡Depende de lo que quieras transmitir!

Y por último, el contrato en sí: que te lo leas con lupa, ¡que no te la cuelen! ¡Y que tengas al menos un abogado a mano! ¡O dos! Yo mismo, hace poco usé a tres para que revisaran mi contrato de alquiler de mi jaula de hamster.

Extra: El año pasado me pidieron una muestra de mi caligrafía para verificar que yo mismo escribí el CV, ¡imagínate! Este año, ni idea de lo que puedan pedir. ¡Quizás una muestra de ADN! Mi abuela decía que “la vida es una tómbola, nene”, ¡y vaya si tenía razón!

¿Qué papeles se piden para contratar a alguien?

Para contratar a alguien, más que pedir papeles, ¡parece que estás organizando un safari documental sobre la vida del candidato! Pero, bueno, aquí va la lista de “imprescindibles” (más o menos):

• CURP: La Clave Única de Registro de Población. Para que Hacienda sepa a quién freír a impuestos, claro. ¡Qué emoción!

• Comprobante de domicilio: El justificante de que, efectivamente, vive donde dice vivir. Yo sigo pensando que mi perro podría falsificar uno.

• Certificado de último grado de estudios: Porque, ya sabes, un doctorado en física cuántica es vital para atender el teléfono. Depende del puesto, claro.

• Constancia o certificado de idioma: A menos que tu empresa se dedique a la mímica, esto es bastante útil. A menos que seas como yo, que se me olvida el alemán cada vez que piso un Starbucks.

• Cartas laborales o recibos de nómina: La prueba irrefutable de que el candidato no se inventó su currículum mientras veía Netflix. ¡Ah, la experiencia laboral! ¿Quién la necesita cuando tienes tutoriales de YouTube?

Extras (dependiendo de lo “especialito” que seas):

• Carta de recomendación: El canto del cisne de un ex-jefe arrepentido de haberte dejado escapar. O, más probablemente, un texto genérico sacado de internet.

• Exámenes psicométricos: Para asegurarte de que tu nuevo empleado no tiene tendencias a coleccionar cuchillos o a hablar con las plantas. Aunque, pensándolo bien, ¡igual hasta le sacas partido!

Un consejo valioso: Antes de pedir la partida de nacimiento firmada por el arcángel Gabriel, recuerda que estás contratando a una persona, no armando un expediente para la Interpol.

Anécdota personal: Una vez me pidieron un certificado de natación sincronizada para un puesto de contable. Todavía me pregunto qué tenía que ver una cosa con la otra. Quizás pensaban que iba a nadar en billetes.

¿Cuáles son los datos necesarios para un contrato de trabajo?

¡Un contrato de trabajo, ese pacto faustiano moderno! (sin la sangre, espero).

Un contrato laboral sin sus datos esenciales es como un café descafeinado: parece lo que es, pero le falta la sustancia. A ver, qué no se te escape:

• Datos de la empresa y del empleado: ¡Como si fueran a jugar al escondite! Nombre, dirección, DNI… Lo básico para saber quién es quién en este baile. Si la empresa se llama “El unicornio feliz S.A.” y tú eres “Juan Palomo”, que quede claro.

• Duración del contrato y cuándo empieza la fiesta: ¿Esto es un sprint o un maratón? Indefinido o temporal, ¡que no haya sorpresas! Que quede claro si empiezas el lunes o en Navidad, no vaya a ser que te presentes con el bañador en pleno invierno.

• El “dónde” de la cuestión, o sea, dónde sudarás la gota gorda: ¿Oficina, teletrabajo, en la luna? Es importante saber si te toca madrugar o si puedes trabajar en pijama. Recuerdo cuando mi tío trabajaba “en remoto” desde el bar de la esquina… ¡Esas videoconferencias eran épicas!

• Tu rol en la obra, o categoría profesional: ¿Eres el director de orquesta o el que afina el violín? (Con todo el respeto a los violinistas, ¡claro!). Que especifique si eres “Analista de datos senior” o “El que trae el café”.

• ¡El vil metal! Salario y cómo te lo pagan: Aquí es donde se pone seria la cosa. ¿Neto, bruto, en bitcoins? Y que no se les olvide la fecha de pago, ¡que las facturas no se pagan solas!

• Horas de diversión (o no), es decir, jornada laboral: ¿A tiempo completo o parcial? ¿Turno de noche? Que lo pongan bien claro, no vaya a ser que te toque trabajar más que un reloj. Yo una vez trabajé tantas horas que soñaba en Excel. ¡Horror!

• Y por último, pero no menos importante, ¡las vacaciones!: Porque uno no vive solo para trabajar, ¿verdad? Que quede claro cuántos días te tocan para irte a la playa (o a la montaña, si eres de esos). Yo siempre las pido en agosto, que es cuando menos ganas de trabajar tengo.

Información adicional, porque nunca está de más:

• Convenio colectivo aplicable: El “libro gordo” donde se regulan tus derechos y obligaciones. ¡Échale un vistazo, que no muerde!
• Período de prueba: Un tiempo para ver si la cosa funciona. Como una primera cita, pero más formal.
• Cláusulas adicionales: Si hay pacto de no competencia, confidencialidad, etc. ¡Ojo con lo que firmas!

Si te soy sincero, todo esto puede parecer un rollo, pero es mejor tenerlo todo bien atado desde el principio. Un contrato claro es un amigo fiel (y te ahorra disgustos, ¡vaya que sí!).

¿Qué requisitos se necesitan para hacer un contrato de trabajo?

Certificado digital: Obligatorio para la firma electrónica en la sede electrónica. Punto.

DNI vigente: Imprescindible. No te lo salto.

Seguridad Social: Cartilla o equivalente de tu mutualidad. Actualizada, por favor.

Vida Laboral: Informe actualizado. No valen excusas. Ya sabes.

Título: El académico. El que corresponda a tu puesto. No seas ingenuo.

Información adicional: En mi caso, el 2023, me solicitaron también un extracto bancario reciente para la domiciliación de la nómina. Eso sí que fue un coñazo. Lo de siempre. A veces piden extra, dependientes del puesto y empresa. Recuerda: comprobar requisitos específicos con la empresa. Formalidades administrativas pueden variar. ¡No me preguntes más!

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