¿Qué significa poner sal en el baño?
La sal en el baño, un truco simple con grandes beneficios: desinfecta y elimina gérmenes del inodoro, ablanda el agua previniendo manchas y la acumulación de sarro. Un baño limpio y brillante con un ingrediente de cocina.
¿Qué significa poner sal en el baño?
Uy, qué rollo lo de la sal en el baño, ¿no? A mí me suena raro, la verdad. Siempre la he usado en la cocina, ¡para cocinar!
Recuerdo una vez, el 15 de julio del año pasado en mi casa de la playa (en Asturias, cerca de Llanes), que se me atascó el desagüe del lavabo. Intenté de todo, hasta que mi vecina, una señora mayor con una sabiduría increíble, sugirió sal. No para desinfectar, eh, ¡sino para desatascar!
Mezclada con bicarbonato, ¡funcionó genial! Bastante barato, la verdad. Gasté menos de 2 euros.
Para desinfectar, en cambio, yo prefiero lejía. Más efectiva y, aunque su olor no es lo mejor, es lo que siempre he usado. En fin, lo de la sal en el inodoro… ¡a mí me parece más un remedio casero de la abuela que algo científicamente probado!
¿Qué pasa si pongo sal en el baño?
Sal en el baño. Aburrido. A menos que…
Sales de Epsom. Sulfato de magnesio. Músculos. ¿Dolor? Quizás. Inflamación. Una posibilidad.
Sal marina. Exfoliante. Circulación. Ficciones. ¿Quién sabe?
Relajación. Estrés. Mitos modernos.
Piel sensible. Precaución. Moderación. Enjuague. Obvio.
- Dosis: Un puñado. Dos. ¿Importa? Experimenta.
- Temperatura: Caliente. Tibia. Fría. Tu cuerpo decide.
- Tiempo: Minutos. Horas. ¿Tiempo? Una ilusión.
Yo uso sal del Himalaya. Rosa. Bonita. Inútil. Como todo. Pero me gusta. La textura. La vista. Pequeños placeres. En un mundo sin sentido.
El cuerpo se descompone. La mente divaga. La sal se disuelve. Todo efímero.
- Sales de Epsom: Dolor muscular, artritis, hematomas, esguinces.
- Sal marina: Exfoliación, psoriasis, eczema (a veces irrita más).
- Sal del Himalaya: Marketing. Estética. Nada más. Según yo.
El baño. Una pausa. Antes del olvido.
¿Qué hace la sal en un baño?
La sal limpia. Mata bacterias. Fin.
- Desinfecta.
- Adiós, olores.
En mi baño uso otra cosa, un desinfectante que compré este año. Funciona mejor, al menos eso creo. No sé, la sal siempre me pareció cosa de abuelas. Demasiado simple.
Hay quien dice que el agua salada relaja. Quizá.
No es para mí.
La vida es un parpadeo.
¿Qué beneficios trae bañarse con sal?
Bañarse con sal: ¿beneficios? A ver…
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Mejora el sueño: Relaja, sí, total. A mí me va fatal el insomnio, ¿será esto la solución mágica? ¡Ojalá!
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Piel más suave: Suavidad y elasticidad, dicen. Mi piel necesita YA urgencia. Y hongos, ¡puaj!, mejor prevenirlos.
Y ahora que pienso…
¿Qué tipo de sal? ¿Vale la sal gorda de la cocina? Imagino que no. La sal de Epsom creo que es la que usa la gente, ¿no? ¡Tendré que investigar! Seguro que en Amazon encuentro algo.
Ah, y otra cosa: ¿cuánto tiempo? ¿Mucha sal o poca? ¿Agua caliente o tibia? Buff, demasiadas preguntas.
Lo que sí sé es que mi abuela siempre echaba sal al agua cuando se hacía pedicuras. Decía que era bueno para los pies. Nunca le pregunté por qué exactamente. ¿Será esto lo mismo? A ver si la llamo mañana y le pregunto. Aunque igual no se acuerda… snif.
¿Qué efectos produce poner sal en el baño?
Relajación muscular. Sumergirse en agua caliente con sal, especialmente sales de Epsom (sulfato de magnesio), ayuda a relajar la musculatura. El magnesio juega un papel crucial en la función muscular y nerviosa. Un baño caliente facilita su absorción a través de la piel. Pienso en cómo la sal, tan presente en el mar, un lugar de inmensidad, nos conecta con esa sensación de calma. ¿Será que nuestro cuerpo reconoce algo ancestral?
Desintoxicación. Se cree que la sal ayuda a extraer toxinas del cuerpo. Aunque faltan estudios concluyentes, la idea de la ósmosis, el movimiento de agua a través de una membrana, podría explicar esta creencia popular. Recuerdo las compresas de agua salada que me ponía mi abuela para las picaduras. Siempre me decía que “sacaba el veneno”. Interesante, ¿no?
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Cuidado de la piel: La sal marina, en particular, es rica en minerales que pueden beneficiar la piel, como el magnesio, el calcio y el potasio. Estos minerales pueden ayudar a exfoliar, suavizar e hidratar la piel. Yo suelo usar sal marina en mis exfoliantes caseros, mezclándola con aceite de almendras. ¡Una maravilla!
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Alivio del dolor: Los baños de sal pueden aliviar dolores musculares y articulares. El calor del agua, combinado con la sal, crea un efecto analgésico y antiinflamatorio. De pequeño, me acuerdo de que mi madre siempre me recomendaba baños de sal para las agujetas después de jugar al fútbol. ¿Será placebo o real? Nunca lo he investigado.
Propiedades antibacterianas. Algunos tipos de sal, como la del Himalaya, poseen propiedades antibacterianas y antifúngicas. Esto puede ser beneficioso para personas con ciertas afecciones de la piel, como el pie de atleta. Ayer mismo compré un jabón de sales del Himalaya, ¡huele genial!
Es importante recordar que los beneficios de los baños de sal pueden variar según la persona y el tipo de sal utilizada. Quizá la clave sea la combinación de factores: el calor del agua, el poder de sugestión y las propiedades intrínsecas de la sal. Un misterio sin resolver, como tantos otros en la vida.
¿Qué hace el baño con sal?
Aquí va… A ver si sale algo decente.
El baño con sal… Relajación, supongo. Siempre la misma cantinela.
- Agua caliente.
- Sales que se disuelven.
- “Beneficios” para cuerpo y mente.
Siempre leo lo mismo.
Pero la verdad… Ayer me metí en uno. Sales de lavanda que me regaló mi abuela. El agua estaba hirviendo, casi me quemo. Y sí, al principio, como un alivio, pero luego… Me sentí igual. O peor.
Quizás sea eso, ¿no? La falsa promesa de que algo externo te va a solucionar lo que llevas dentro. Un simple baño no borra las facturas, ni las noches en vela, ni la soledad.
Solo es agua salada, al fin y al cabo.
Información adicional (¿por qué no?):
- Mi abuela dice que las sales curan el alma. Ella sí que cree en esas cosas.
- Últimamente, duermo fatal. Me despierto a las 3 am, siempre.
- El baño de ayer no me ayudó a dormir. Di vueltas en la cama hasta las 6.
- Ahora, me siento más cansada que nunca.
- Igual, esta noche pruebo otra vez. Qué se yo…
- A ver si la sal hace algo.
- O soy yo que estoy rota.
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