¿Cómo pedir un sueldo más alto?

1 ver

¡Uf, negociar el salario es un arte! A mí, sinceramente, me da un poco de nervios, pero creo que es vital hacerlo. Yo lo enfocaría mostrando con datos lo que valgo. No solo hablar de mis habilidades, sino respaldarlas con la investigación que he hecho del mercado. Y si tengo otras ofertas jugosas, ¡definitivamente las mencionaría! Al final, es un aquí estoy yo y esto es lo que aporto, ¡y este es el valor que tiene!

Comentarios 0 gustos

Pedir un aumento de sueldo… ay, Dios mío. ¿Quién no se ha sentido así, con el estómago hecho un nudo, a punto de enfrentarse a esa conversación? A mí, me ha pasado. Recuerdo una vez, hace años, cuando trabajaba en esa agencia de publicidad… ¡qué estrés! Sentía que me merecía más, pero me aterraba la idea de que me dijeran que no. ¿Y si me echaban? La idea me paralizaba.

Pero, ¿sabes qué? Al final me armé de valor, preparé mi “discurso” y… ¡lo conseguí! No fue fácil, claro. No me limité a decir “creo que merezco más”. Eso no funciona. Lo que sí funciona, y esto lo aprendí a las malas, es demostrar el valor que aportas.

¿Cómo? Pues, investiga. Busca en sitios como Glassdoor o LinkedIn, mira los sueldos que ofrecen para puestos similares, con mi experiencia, en mi ciudad… ¡en mi mismo sector! Descubrirás que hay datos que te respaldan. En mi caso, descubrí que estaba ganando un 20% menos de lo que era habitual para mi puesto. ¡Un 20%! Eso fue una buena arma de negociación.

Luego, prepara ejemplos concretos. No hables solo de “habilidades”. Cuéntales de ese proyecto en el que ahorraste a la empresa X cantidad de dinero, o de cómo aumentaste las ventas en un Y%. Sé específica, ¡con números! Números, números, números… que vean que no son solo palabras bonitas.

Y si tienes otras ofertas, ¡adelante! No lo veo como una amenaza, sino como una demostración de tu valía. Es un “estoy muy valorada, y no me cuesta encontrar trabajo”, ¿entiendes? No hace falta que des nombres, pero sí puedes decir algo así como: “He recibido otras propuestas que valoran mi trabajo en una franja salarial de…”.

En fin, pedir un aumento es una negociación, una conversación difícil pero necesaria, un darte valor a ti misma, un “aquí estoy yo, con mi currículum, mi experiencia y mi potencial, y esto es lo que merezco”. ¿Lo más importante? Ir preparada, creer en ti misma, y respirar hondo antes de empezar a hablar. ¡Mucho ánimo!