¿Cómo se calcula el envío marítimo?

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El cálculo del envío marítimo considera la densidad volumétrica. Primero, se mide el largo, ancho y alto de cada paquete en centímetros y se divide el resultado por 1000. Este valor se multiplica por la cantidad total de paquetes. El resultado final representa el peso volumétrico total en kilogramos, usado para determinar el costo del envío.

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Más Allá del Peso: Descifrando el Complejo Cálculo del Envío Marítimo

El envío marítimo, a diferencia del transporte terrestre, no se basa únicamente en el peso físico de la mercancía. La complejidad de este cálculo reside en la optimización del espacio dentro de los contenedores y la necesidad de predecir el coste con la mayor precisión posible. Si bien el peso real es un factor crucial, el elemento determinante a menudo es la densidad volumétrica, un concepto que muchas veces pasa desapercibido para quienes se inician en el comercio internacional.

El simple hecho de pesar los paquetes no basta. Un envío de un gran volumen de productos ligeros (como almohadas, por ejemplo) puede ocupar mucho más espacio en un contenedor que un envío de menor volumen pero con un peso físico mayor (como un lote de herramientas). Para equilibrar esta discrepancia y asegurar una tarifa justa para el transportista, se utiliza el concepto de peso volumétrico o dimensional.

Calculando la Densidad Volumétrica: Más que Sumar Centímetros

El cálculo del peso volumétrico no es simplemente una suma de medidas. Implica una serie de pasos precisos:

  1. Medición precisa: Se mide el largo, ancho y alto de cada paquete individual en centímetros. Es fundamental la precisión en esta etapa, ya que un pequeño error puede repercutir significativamente en el cálculo final. Recomendamos utilizar una cinta métrica y registrar las medidas con la mayor exactitud posible.

  2. Cálculo del volumen: Se multiplican las tres dimensiones (largo x ancho x alto) para obtener el volumen en centímetros cúbicos (cm³).

  3. Conversión a metros cúbicos: El resultado en cm³ se divide entre 1.000.000 para convertirlo a metros cúbicos (m³). Este paso es crucial para la estandarización del cálculo.

  4. Factor de conversión: Se multiplica el volumen en metros cúbicos por un factor de conversión establecido por la naviera. Este factor varía según la compañía y el tipo de mercancía, oscilando generalmente entre 167 y 333 kg/m³. Este factor representa el peso que se considera equivalente a un metro cúbico de espacio ocupado. Es fundamental consultar con la naviera el factor de conversión que se utilizará para el envío específico.

  5. Peso volumétrico por paquete: El resultado obtenido en el paso anterior representa el peso volumétrico de cada paquete en kilogramos.

  6. Peso volumétrico total: Se multiplica el peso volumétrico por paquete por el número total de paquetes. Este es el peso volumétrico total del envío.

  7. Comparativa con el peso real: Finalmente, se compara el peso volumétrico total con el peso real total del envío. La naviera cobrará por el mayor de los dos valores. Esto asegura que se compense adecuadamente el espacio ocupado en el contenedor, independientemente del peso físico de la mercancía.

Más allá del cálculo: Factores que influyen en el costo del envío marítimo

El peso volumétrico es un factor clave, pero no el único. Otros elementos influyen decisivamente en el precio final:

  • Origen y destino: La distancia entre el puerto de origen y el puerto de destino impacta directamente en el coste.
  • Tipo de mercancía: Mercancías peligrosas o que requieren un manejo especial conllevan un sobrecoste.
  • Tipo de contenedor: El tamaño y tipo de contenedor requerido (refrigerado, seco, etc.) influye en el precio.
  • Temporada: La demanda en ciertas épocas del año puede afectar los precios.
  • Seguro: El costo del seguro marítimo es un gasto adicional a considerar.

En resumen, el cálculo del envío marítimo es un proceso más complejo de lo que parece a simple vista. Comprender la importancia de la densidad volumétrica y los factores que influyen en el precio final es crucial para planificar un envío eficiente y rentable. Siempre es recomendable consultar con un agente de carga o la naviera para obtener una cotización precisa y evitar sorpresas desagradables.