¿Qué pasa si te echan del trabajo en periodo de prueba?

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En el periodo de prueba, el despido es más sencillo: no requiere preaviso ni indemnización, y el empleador no está obligado a justificar la decisión. La relación laboral se termina de forma ágil, sin mayores trámites para ninguna de las partes.

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El abrupto fin del periodo de prueba: ¿Qué ocurre si te despiden?

El periodo de prueba, esa fase inicial de un nuevo empleo llena de expectativas y adaptación, también conlleva una cierta fragilidad. Es un tiempo en el que tanto el empleado como la empresa evalúan si la relación laboral es mutuamente beneficiosa. Y si la respuesta es negativa por parte del empleador, la consecuencia puede ser un despido más sencillo y rápido que en un contrato indefinido consolidado. ¿Qué implica exactamente que te despidan durante este periodo?

La principal característica del despido en periodo de prueba es su agilidad. A diferencia de un despido procedente o improcedente en un contrato indefinido, no existe la obligación de preaviso por parte de la empresa ni el derecho a indemnización por parte del trabajador. Es decir, la relación laboral se puede extinguir de un día para otro sin mayores trámites. Esto, aunque parezca injusto, es legal y está amparado por el Estatuto de los Trabajadores.

Otro aspecto crucial es que la empresa no está obligada a justificar la decisión del despido. A diferencia de otras situaciones donde se requiere una causa objetiva o disciplinaria, en el periodo de prueba la empresa puede prescindir de tus servicios sin dar explicaciones detalladas. Basta con comunicar la finalización del contrato por no haber superado el periodo de prueba. Esta falta de justificación obligatoria a menudo genera incertidumbre y frustración en el trabajador, pero es importante entender que forma parte de la naturaleza misma de esta etapa inicial.

Sin embargo, aunque la empresa no esté obligada a justificar el despido, no significa que pueda actuar de forma discriminatoria o vulnerando derechos fundamentales. Si consideras que el despido se basa en motivos discriminatorios por razón de sexo, raza, religión, orientación sexual, etc., puedes impugnar la decisión ante los tribunales. En estos casos, la carga de la prueba recae sobre la empresa, que deberá demostrar que el despido no se fundamentó en motivos discriminatorios.

Finalmente, es importante destacar que el trabajador despedido en periodo de prueba tiene derecho a la prestación por desempleo, siempre que cumpla con los requisitos generales de cotización. Aunque el despido sea sin indemnización, el derecho a la prestación por desempleo se mantiene, ofreciendo un apoyo económico durante la búsqueda de un nuevo empleo.

En resumen, el despido en periodo de prueba se caracteriza por su rapidez y la ausencia de preaviso e indemnización. Si bien la empresa no está obligada a justificar la decisión, es fundamental recordar que no puede ampararse en motivos discriminatorios. Conocer tus derechos y las particularidades de esta etapa te ayudará a afrontar la situación con mayor claridad y a tomar las decisiones más adecuadas.

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