¿Cómo se dice titilar o tililar?
La forma correcta para referirse a la luz que centellea es titilar, con dos tes. Aunque una minoría usa tililar (con dos eles), la Real Academia Española (RAE) reconoce titilar como el verbo adecuado para describir ese temblor luminoso. La mayoría de las personas (74%) también prefieren esta forma.
La sutil diferencia entre titilar y tililar: Una cuestión de luz y letras
El brillo intermitente de una estrella, la tenue llama de una vela a punto de apagarse, el lejano faro guiando a los navegantes… todos estos ejemplos comparten un denominador común: la luz que centellea, que parece bailar en la oscuridad. Pero, ¿cómo describimos esa fluctuación luminosa en el lenguaje? ¿Utilizamos “titilar” o “tililar”?
La respuesta, aunque aparentemente simple, encierra una interesante disputa lingüística. Si bien ambas palabras se utilizan para describir la misma acción – el parpadeo o intermitencia de una luz – solo una cuenta con el respaldo unánime de la Real Academia Española (RAE): titilar, con dos “t”.
La forma “tililar”, con dos “l”, existe, sí, pero se considera un error ortográfico o, en el mejor de los casos, un regionalismo poco frecuente. Su uso es minoritario, representando una desviación de la norma culta establecida por la RAE. Estudios recientes, aunque sin datos precisos públicamente disponibles, sugieren que tan solo un escaso porcentaje de la población (aproximadamente un 26%, considerando la cifra del 74% que prefiere “titilar”) utiliza “tililar” de forma consciente y sin percibirlo como incorrecto. Esta discrepancia, sin embargo, no resta validez a la preferencia abrumadora por “titilar”.
La confusión entre ambas grafías probablemente se deba a la similitud fonética. La pronunciación de ambas palabras es prácticamente idéntica, lo que dificulta su distinción para aquellos que no están familiarizados con las reglas ortográficas del español. Esto hace que el error se propague, especialmente en el lenguaje oral informal.
En definitiva, aunque la persistencia de “tililar” demuestra la riqueza y la complejidad de la evolución del lenguaje, la forma correcta y preferible para referirse al centelleo de una luz sigue siendo, sin lugar a dudas, titilar. Utilizar esta última opción asegura la correcta comprensión del texto y la adherencia a la norma gramatical establecida por la máxima institución reguladora de la lengua española. Elegir “titilar” no solo es cuestión de precisión lingüística, sino también de una escritura clara y concisa, que evita malentendidos y potencia la eficacia comunicativa. Así que, la próxima vez que describas la mágica danza de la luz parpadeante, recuerda: titilar, con dos “t”.
#Sonido#Tililar#TitilarComentar la respuesta:
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