¿Cómo sustituir la palabra hago?

Más Allá de “Hago”: Enriqueciendo tu Vocabulario con Sinónimos Precisos

La palabra “hago” es un comodín en nuestro lenguaje, fácil y versátil, pero su uso excesivo puede empobrecer la riqueza expresiva de nuestros textos. Evitar su repetición no solo mejora la estética de la escritura, sino que también permite una comunicación más precisa y matizada. En lugar de recurrir constantemente a “hago,” exploremos un abanico de sinónimos que nos permitan transmitir con mayor exactitud el significado deseado.

La clave reside en analizar el contexto. “¿Qué es lo que ‘hago’?” La respuesta a esta pregunta nos indicará el sinónimo más apropiado.

Cuando “hago” implica la ejecución de una tarea:

Si la acción se refiere a la finalización de un trabajo, proyecto o proceso, palabras como realizo, efectúo y ejecuto ofrecen una alternativa más formal y precisa. Por ejemplo:

• En lugar de: “Hago mi trabajo con dedicación.”
• Podríamos decir: “Realizo mi trabajo con dedicación.” o “Efectúo mi trabajo con dedicación.” o “Ejecuto mi trabajo con dedicación.”

La diferencia sutil entre estas tres palabras radica en la intensidad y el grado de formalidad: “realizo” es general, “efectúo” sugiere un proceso más complejo y “ejecuto” implica una acción más precisa y a menudo con instrucciones específicas.

Cuando “hago” describe un comportamiento o modo de actuar:

Si “hago” se refiere a una acción, comportamiento o manera de proceder, palabras como procedo, actúo y desempeño son opciones más adecuadas.

• En lugar de: “Hago lo que considero correcto.”
• Podríamos decir: “Procedo según mi criterio.” o “Actúo de acuerdo a mi conciencia.” o “Desempeño mis funciones con responsabilidad.”

Aquí, la elección dependerá del nuance que se quiera enfatizar. “Procedo” sugiere un método o secuencia, “actúo” implica una decisión consciente y “desempeño” se relaciona con el cumplimiento de un rol o función.

Más allá de las alternativas directas:

Más allá de estas sustituciones directas, también podemos enriquecer nuestro lenguaje explorando otras opciones que se ajusten al contexto específico. Por ejemplo, en lugar de “hago ejercicio”, podemos decir “me ejercito”; en lugar de “hago una llamada”, podemos decir “realizo una llamada telefónica” o simplemente “llamo”.

En definitiva, la sustitución de “hago” requiere un análisis minucioso del contexto y una selección consciente de la palabra que mejor exprese la idea. Con un poco de práctica, podremos enriquecer nuestro vocabulario y evitar la monotonía de repetir una misma palabra, logrando una escritura más elegante y precisa.