¿Cuando usar el es decir?

El Arte de la Clarificación: ¿Cuándo Usar “Es Decir”?

La comunicación efectiva radica en la claridad. A veces, una idea, por simple que parezca, necesita una capa extra de explicación para evitar malentendidos. Es aquí donde entra en juego la expresión “es decir”, un conector indispensable para pulir la precisión de nuestro discurso, tanto oral como escrito. Su función principal no es agregar información nueva, sino iluminar lo ya expresado, asegurándose de que el mensaje llegue con nitidez al receptor.

A diferencia de otras expresiones similares como “o sea” (más coloquial) o “en otras palabras” (que sugiere una reformulación más extensa), “es decir” se caracteriza por su concisión y formalidad. Introduce una explicación que se mantiene estrechamente ligada a la idea principal, actuando como un puente que cierra la brecha entre la conceptualización inicial y la comprensión completa por parte del interlocutor.

Veamos algunos ejemplos concretos para comprender mejor su aplicación:

• Ejemplo 1 (Reformulación): “El experimento fracasó, es decir, no obtuvimos los resultados esperados.” Aquí, “es decir” aclara la naturaleza del fracaso, ofreciendo una definición concisa del resultado negativo.

• Ejemplo 2 (Definición): “La empresa implementó una estrategia de marketing omnicanal, es decir, una estrategia que utiliza todos los canales de comunicación disponibles.” En este caso, “es decir” define el término “omnicanal”, evitando ambigüedades.

• Ejemplo 3 (Aclaración): “La reunión se pospuso para la semana siguiente, es decir, del 15 al 19 de octubre.” Aquí, se aclara la fecha específica de la reunión postergada, evitando confusiones.

Es importante destacar que “es decir” no debe utilizarse para introducir información completamente nueva o irrelevante. Su función es exclusivamente aclaratoria, funcionando como una herramienta de precisión lingüística. Su uso incorrecto puede generar redundancia o incluso confusión, debilitando el impacto del mensaje.

En resumen, “es decir” es una herramienta valiosa para la comunicación efectiva. Su aplicación adecuada garantiza la claridad y la comprensión, convirtiendo un enunciado potencialmente ambiguo en una afirmación precisa y fácilmente asimilable. Su uso debe ser deliberado y estratégico, siempre con el objetivo de mejorar la transparencia del mensaje y fortalecer la conexión con la audiencia. Usarlo con moderación y en el contexto correcto lo convertirá en un aliado indispensable en la búsqueda de una comunicación impecable.