¿Cuáles son los 4 niveles de escritura?

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El proceso de escritura se desarrolla en etapas progresivas: pre-silábica (garabatos sin relación con letras), silábica (representación de sílabas), silábico-alfabética (mezcla de sílabas y letras) y ortográfica (escritura convencional, con ortografía correcta). Posteriormente, se alcanza la etapa post-ortográfica, donde la escritura se perfecciona.

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Desentrañando el Código: Los 4 Niveles Clave en el Desarrollo de la Escritura Infantil

Aprender a escribir es un viaje fascinante, una aventura de descubrimiento que transforma garabatos ininteligibles en palabras con significado, y finalmente, en expresiones complejas y articuladas. Este proceso, aunque individual para cada niño, suele seguir una serie de etapas predecibles, marcadas por una creciente comprensión del sistema alfabético y su relación con el lenguaje hablado. Si bien existen diversas clasificaciones, una de las más utilizadas y claras divide el desarrollo de la escritura infantil en cuatro niveles fundamentales, que exploraremos a continuación:

1. Nivel Pre-Silábico: El Garabato como Expresión Inicial

En este nivel, la escritura se asemeja más a un dibujo que a una representación de palabras. El niño realiza garabatos, líneas y formas sin una conexión aparente con las letras o los sonidos del lenguaje. Aunque parezca aleatorio, esta etapa es crucial. El niño está explorando el acto físico de escribir, practicando el control del lápiz y comenzando a comprender que la escritura es una forma de comunicación. En este nivel, la longitud del “texto” escrito a menudo se relaciona con el tamaño del objeto que está representando. Por ejemplo, escribir “elefante” puede implicar una línea mucho más larga que escribir “hormiga”. El niño aún no ha descubierto la relación entre el sonido y la letra, pero está sentando las bases para el aprendizaje futuro. Es fundamental alentar la expresión en esta etapa, sin corregir, sino celebrando cada intento como una forma válida de comunicación.

2. Nivel Silábico: Descubriendo la Conexión entre Sonido y Escritura

El siguiente paso representa un avance significativo. En el nivel silábico, el niño comienza a comprender que cada sílaba de una palabra puede representarse con una letra (o más). Esto significa que el niño intentará representar cada sílaba con un grafema, aunque a menudo utilice solamente vocales o consonantes. Por ejemplo, la palabra “casa” podría escribirse simplemente como “a-a” o “ca-a”. Este nivel revela una conciencia fonológica emergente, un entendimiento de que las palabras se descomponen en sonidos más pequeños. Aunque la representación no sea perfecta, la lógica interna es evidente y demuestra un progreso crucial en la comprensión del sistema alfabético. En esta fase, es importante reforzar la conciencia fonológica mediante juegos y actividades que permitan al niño segmentar las palabras en sílabas y sonidos.

3. Nivel Silábico-Alfabético: Una Transición Hacia la Ortografía Convencional

En este nivel, el niño comienza a combinar características del nivel silábico y del nivel alfabético. Algunas sílabas se representan con la letra correcta (o letras correctas), mientras que otras siguen representándose solo con una letra (generalmente una vocal). Por ejemplo, la palabra “mariposa” podría escribirse como “ma-ri-p-sa”. Este nivel marca una transición importante hacia la escritura convencional. El niño está comenzando a dominar la correspondencia entre sonido y letra, pero aún necesita consolidar su conocimiento de las convenciones ortográficas y la estructura de las palabras. Es una etapa de experimentación y refinamiento, donde el niño está activamente probando diferentes estrategias para representar el lenguaje escrito.

4. Nivel Alfabético (Ortográfico): Dominando las Convenciones

Finalmente, el niño alcanza el nivel alfabético, también conocido como ortográfico. En este nivel, la correspondencia entre sonido y letra es prácticamente completa, y el niño comienza a aplicar las reglas ortográficas de forma más consistente. La escritura se vuelve más legible y comprensible, y el niño puede expresar sus ideas de manera más clara y precisa. Aunque todavía pueden cometerse errores ortográficos, la base para una escritura correcta y fluida está firmemente establecida. Este nivel no implica el final del aprendizaje, sino más bien el comienzo de una etapa de perfeccionamiento continuo. La lectura juega un papel fundamental en este proceso, exponiendo al niño a diferentes estilos de escritura y ampliando su vocabulario y conocimiento de las convenciones gramaticales y ortográficas.

Más allá del Nivel Ortográfico: La Etapa Post-Ortográfica y el Desarrollo Continuo

Si bien los cuatro niveles mencionados son clave en la adquisición de la escritura, es importante destacar que el desarrollo no se detiene en el nivel ortográfico. Existe una etapa post-ortográfica, donde la escritura se perfecciona aún más. En esta etapa, el foco se desplaza hacia la fluidez, la cohesión, la coherencia y el desarrollo de un estilo personal. Se exploran diferentes registros lingüísticos, se domina la sintaxis compleja y se aprende a adaptar la escritura al público y al propósito específico.

En resumen, la escritura es un proceso gradual y complejo que se construye sobre etapas sucesivas. Comprender estos niveles es fundamental para padres, educadores y cualquier persona que desee apoyar el desarrollo de las habilidades de escritura en los niños. Alentando la experimentación, celebrando el progreso y proporcionando el apoyo adecuado en cada etapa, podemos ayudar a los niños a descubrir el poder y la alegría de la escritura.