¿Cómo quitar el mal olor de la ropa guardada?

¡Bufff! ¿A quién no le ha pasado? Abrir el armario y… ¡zas! Ese olor a humedad que te golpea en la cara. A mí me da una rabia… Es como si la ropa se hubiera olvidado del sol, ¿no? Como si llevara años encerrada en un baúl pirata en el fondo del mar. ¡Drama queen total, lo sé! Pero es que me pone de los nervios.

Lo que a mí, personalmente, me salva la vida —y la de mis pobres jerséis— es el sol. Sol, sol y más sol. Sacar todo al balcón o al jardín unas horitas, y magia. Como nuevo. ¿Será cosa de las abuelas? Porque vamos, mi abuela siempre decía que el sol lo cura todo. Y en esto, tenía más razón que un santo.

Si el olor es… digamos… intenso, recurro al vinagre blanco. Un chorrito en la lavadora y ¡adiós al pestazo! He probado esos sprays antiolores que venden, pero no me terminan de convencer. Me dan la sensación de que solo enmascaran el problema, ¿sabes? Prefiero el vinagre, que es natural y, además, ¡barato!

Ah, y súper importante: la ventilación. Mantener el armario aireado es fundamental. Yo, por si acaso, dejo las puertas un poco abiertas de vez en cuando. Mejor prevenir que curar, ¿o no? Recuerdo una vez que guardé un abrigo de invierno sin lavarlo bien (¡mea culpa!) y cuando lo saqué al año siguiente… mejor ni te cuento. Aprendí la lección a la fuerza. Ahora soy maniática de la limpieza y la ventilación.

No sé si habrá estudios científicos sobre esto del olor a humedad, pero a mí estas cosillas me funcionan. Y oye, si a alguien le sirve mi experiencia, ¡pues bienvenida sea!