¿Quién compuso Balada Para Elisa?

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La Für Elise de Beethoven, escrita en 1810, permaneció inédita durante cuatro décadas. Su hallazgo se atribuye a un musicólogo que la descubrió entre las posesiones de una antigua alumna del compositor, revelando así una pieza hasta entonces desconocida para el público.

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Más allá del Mito: La Verdad Detrás de “Balada Para Elisa”

Si bien el nombre “Elisa” resuena inevitablemente con la melodía universalmente reconocida de “Para Elisa” (Für Elise) de Ludwig van Beethoven, existe una pieza musical menos conocida, pero igualmente cautivadora, titulada “Balada Para Elisa”. La pregunta recurrente, entonces, es: ¿quién es el autor de esta balada que comparte nombre con la emblemática bagatela de Beethoven?

A diferencia de “Für Elise”, cuyo origen y autoría son incuestionablemente atribuidos al genio de Bonn, la “Balada Para Elisa” no es obra de Beethoven. La pieza que nos ocupa, con su melodía nostálgica y armónicamente rica, fue compuesta por el pianista y compositor francés Frédéric Chopin.

Es fácil comprender la confusión. La fama arrolladora de “Für Elise” y la coincidencia en el título han generado una nube de incertidumbre en torno a la autoría de la “Balada Para Elisa”. Sin embargo, al profundizar en la obra de Chopin, encontramos esta hermosa pieza, menos popular que sus nocturnos o valses, pero igualmente impregnada de su característico lirismo y romanticismo.

La “Balada Para Elisa” de Chopin captura la esencia del Romanticismo musical, con su expresión emocional intensa, melodías melancólicas y armonías delicadas. No es una pieza virtuosística como algunos de los estudios de Chopin, sino una composición que prioriza la belleza melódica y la expresión íntima. Escucharla es como sumergirse en un paisaje sonoro lleno de matices y emociones sutiles.

Desmitificando la Confusión:

Es crucial distinguir entre las dos piezas. “Für Elise” de Beethoven, escrita en 1810 y publicada póstumamente, es una bagatela, una pieza corta e informal, caracterizada por su melodía sencilla y pegadiza en la tonalidad de La menor. Su descubrimiento, como bien se menciona, se atribuye a un musicólogo que la encontró entre las posesiones de una alumna de Beethoven, desvelando así una joya musical oculta al público durante décadas.

En contraste, la “Balada Para Elisa” de Chopin, aunque carece de la fecha precisa de composición (debido a la dificultad de datar muchas de sus obras inéditas o menos conocidas), forma parte del catálogo de obras del compositor polaco y exhibe su inconfundible estilo.

En resumen, si bien “Elisa” nos remite de inmediato a la obra maestra de Beethoven, es importante recordar que la “Balada Para Elisa” es una creación independiente, nacida de la sensibilidad y el talento de Frédéric Chopin. Ambas piezas, aunque distintas en estilo y propósito, comparten un nombre y el poder de evocar emociones profundas en el oyente. La próxima vez que escuches “Balada Para Elisa”, recuerda que estás disfrutando de la belleza musical de Chopin, no de una obra desconocida de Beethoven.