¿Por qué Muzan quiere a Nezuko?

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Muzan buscaba a la familia Kamado debido a su conexión con Yoriichi. Tras fallar en acabar con ellos, Nezuko sobrevivió con heridas y recibió sangre de Muzan, convirtiéndose en demonio.

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¿Por qué Muzan anhela a Nezuko?

En la fascinante epopeya demoníaca de “Kimetsu no Yaiba”, Muzan Kibutsuji, el progenitor de todos los demonios, exhibe una obsesión implacable con la familia Kamado y, en particular, con Nezuko. Esta fijación enigmática se remonta a la búsqueda incesante de Muzan por un sucesor que pudiera soportar su sangre maldita.

La conexión con Yoriichi

El origen de la obsesión de Muzan con los Kamados radica en su antiquísima conexión con Yoriichi Tsugikuni, un legendario espadachín que hace siglos casi terminó con la vida de Muzan. Los Kamados descienden del hermano de Yoriichi, lo que los convierte en portadores potenciales de la marca de nacimiento Sun Breathing, el único poder conocido capaz de destruir a Muzan.

El encuentro fallido

Cuando Muzan se enteró de la existencia de la familia Kamado, se dispuso a exterminarlos. Sin embargo, Tanjiro, el hermano mayor de Nezuko, demostró ser un feroz protector, y Muzan se vio obligado a retirarse sin cumplir su objetivo. En el caos que siguió, Nezuko quedó herida pero viva.

La transformación de Nezuko

En un giro inesperado, Nezuko recibió la sangre de Muzan mientras yacía inconsciente. Esta infusión de sangre demoníaca transformó a Nezuko en un demonio, otorgándole habilidades sobrehumanas y una conexión única con su benefactor. Sin embargo, a diferencia de otros demonios, Nezuko conserva su humanidad y su vínculo con su familia, lo que desconcierta a Muzan.

El sucesor ideal

La combinación de la sangre de Muzan y la resistencia innata de Nezuko la convierte en una potencial sucesora ideal. Muzan cree que Nezuko puede soportar su sangre maldita y adquirir su inmenso poder, lo que le permitiría escapar de su soledad y alcanzar la inmortalidad.

Una obsesión persistente

A pesar de los repetidos intentos fallidos de capturar a Nezuko, Muzan se niega a renunciar a su obsesión. Ella representa la esperanza de su supervivencia y el cumplimiento de su antiguo anhelo de un sucesor digno. Mientras Nezuko siga viva, Muzan continuará persiguiéndola implacablemente, determinado a reclamarla como suya.

Conclusión

La obsesión de Muzan por Nezuko es un testimonio de su desesperación por la inmortalidad y su búsqueda incesante de un sucesor. La conexión de Nezuko con Yoriichi y su inexplicable resistencia a la sangre de Muzan la convierten en un faro de esperanza para el progenitor de los demonios, impulsándolo a perseguirla con una determinación inquebrantable.