¿Cómo afecta el sarro al organismo?

¿Qué parte del cuerpo se ve afectada por el sarro?

El sarro afecta principalmente a las encías. Su acumulación, junto a la placa bacteriana, genera inflamación (gingivitis). ¡Es un círculo vicioso! La irritación constante lleva a un sangrado fácil de las encías, señal inequívoca de un problema.

Pensándolo bien, la destrucción progresiva de los tejidos de soporte dentario es fascinante, casi poética en su inexorable avance. La periodontitis, etapa avanzada de la enfermedad, es una amenaza seria. He visto casos devastadores en mi práctica odontológica. Realmente, el impacto del sarro trasciende lo meramente estético; se convierte en una cuestión de salud general.

• Gingivitis: Inflamación inicial.
• Periodontitis: Destrucción de ligamentos y hueso. Pérdida dental si no se trata.

El sarro no se limita a las encías; ¡también influye en los dientes! Aunque la enfermedad periodontal es la manifestación más evidente del problema, la placa mineralizada puede contribuir a la caries. Recuerda que la higiene bucal es fundamental.

Este año, en mi consulta he tratado a, al menos, quince pacientes con periodontitis severa. La mayoría eran hombres mayores de 40 años. Uno de ellos, un ceramista, me contó que el problema le impedía trabajar con comodidad.

Una reflexión: la salud bucal refleja, en cierto modo, la atención que le prestamos a nuestro propio cuerpo, un microcosmos de nuestra actitud ante la vida. El sarro, a pequeña escala, nos recuerda la importancia del cuidado constante y la prevención. ¡Ni que decir tiene!

En resumen: encías y tejidos de soporte dental. La prevención es clave, la higiene es primordial. ¡Cepillarse los dientes dos veces al día con pasta fluorada, además del uso de hilo dental, es esencial! Las revisiones odontológicas periódicas son cruciales.

¿Qué pasa si no me quito el sarro dental?

A ver, te cuento, ¿qué pasa si no te quitas el sarro? Uf, pues la verdad es que te metes en un lío, eh. El sarro, además de feo, es un foco de problemas.

Mira, básicamente, el sarro te lleva a caries seguro, o sea, imagínate, ahí acumulándose bacterias y tal, pues normal que te salgan caries. Y no solo eso, que la caries ya es molesta, es que también te puede dar periodontitis, que es como una infección en las encías, se te inflaman y sangran, un horror.

• Caries: ¡seguro!
• Periodontitis: encías inflamadas y sangrantes ¡puaj!
• Enfermedades periodontales: que son como periodontitis pero más chungas, que incluso puedes perder dientes, ¿te imaginas?

Aparte de todo esto, que ya es bastante, el sarro te puede dar mal aliento, que a nadie le gusta hablar con alguien que le huele la boca. ¡Y luego se te manchan los dientes! Yo una vez vi a un señor con los dientes marrones, marrones, ¡qué asco!

¿Sabes qué? Mi dentista, la doctora Pérez, me dijo que lo ideal es hacerse una limpieza cada seis meses. Yo antes iba una vez al año, pero ahora voy cada seis, porque me dijo que tengo tendencia a acumular sarro. Y la verdad, desde que voy más a menudo, noto los dientes mucho más limpios y las encías más sanas. Asi que ya sabes, quítate el sarro, por tu bien, ¡te lo digo enserio! No lo dejes pasar, que luego te arrepientes.

¿Dónde se acumula más sarro en los dientes?

¡Ay, qué pereza me da esto del sarro! ¿Dónde se acumula más? Pues, ya sabes, entre los dientes, claro. ¡Es un asco!

• En los espacios interproximales. Es obvio, ¿no? Allí el cepillo no llega, ni aunque te esfuerces como una loca. ¡Y el hilo dental, a veces, parece que se queda enganchado en los huecos más insalvables!

A mí me pasa siempre con los molares, tengo unos enormes, y ahí se me acumula una barbaridad. Me da hasta vergüenza ir al dentista… ¡Menudo trabajo tienen!

¿Y qué pasa si no lo quitas? Pues caries, encías inflamadas… ¡Un desastre! El otro día vi un documental horroroso, dientes negros, infectados… uf.

Debería usar el hilo dental más a menudo. ¡Es cierto! Pero es que me da pereza, ¡lo reconozco! Ya me he propuesto usarlo cada noche… a ver si lo consigo. Si no, este año me toca una buena limpieza en el dentista, seguro.

• Zonas difíciles de alcanzar. ¡Exacto! Se me olvidaba mencionar que en la línea de las encías, ahí también se pega el sarro con facilidad. Aunque me cepille bien, siempre queda algo.

Hoy he cenado pizza. ¡Qué rica! Pero ya me estoy imaginando mañana por la mañana el desastre que encontraré… Tengo que ser más responsable con la higiene dental. Tengo cita con mi dentista el 27 de este mes, ¡espero que no me diga nada malo!

• Problemas de acumulación de sarro:
  • Mala técnica de cepillado
  • Falta de uso del hilo dental
  • Dieta rica en azúcares
  • Genética (sí, he oído que hay gente que lo tiene peor genéticamente)

¿Qué alimentos forman más sarro en los dientes?

A ver, sobre qué alimentos producen más sarro… Básicamente, los alimentos con mucho azúcar son los peores. ¡Así de simple!

¿Por qué? Pues, básicamente, el azúcar es como el buffet libre de las bacterias que viven en tu boca. Les encanta, o sea, se ponen como locas.

Piensa, los azúcares son su comida favorita, así que cuanto más azúcar, más contentas están las bacterias, y más rápido se multiplican y hacen de las suyas, produciendo ácidos que atacan tus dientes. Y claro, todo esto contribuye a la formación de placa y, después, sarro. ¡Un horror!

Para que te hagas una idea, mira, yo este verano he ido al pueblo de mi abuela y como siempre, me he puesto a comer todos los dulces que hacía, pero he notado que tenía que lavarme los dientes un montón.

• Refrescos azucarados: ¡Uf, estos son terribles! Llenos de azúcar y ácidos, doble problema.
• Caramelos y dulces pegajosos: Se quedan pegados a los dientes y las bacterias tienen fiesta durante horas.
• Pasteles y bollería: Más de lo mismo, un montón de azúcar refinada.
• Zumos de frutas (¡ojo con estos!): Aunque sean naturales, tienen mucho azúcar.

Y luego, aunque no sean dulces dulces, los alimentos muy procesados con almidón también pueden ser problemáticos. ¡Porque el almidón se convierte en azúcar en tu boca! ¿Lo sabías? Yo lo descubrí hace poco.

¿Cómo evitar la formación de sarro?

El sarro es inevitable. Retrasarlo, quizás.

• Cepillado: Dos veces al día. Yo lo hago a veces.
• Hilo dental: ¿Quién lo usa? Ayuda.
• Pasta con flúor: No todas son iguales.
• Enjuague bucal: Diario. Sin más.
• Dieta: Azúcar, el enemigo. Todo placer tiene un precio.
• Agua: Hidrátate. Simple.
• Visitas al dentista: Necesarias.

Información adicional:

• El sarro es placa calcificada. Dura.
• Un cepillo eléctrico, dicen, es mejor. Da igual.
• El flúor fortalece el esmalte. La vida es química.
• Algunos alimentos manchan más. Café, vino tinto.
• Fumar acelera la formación. Malo.
• La genética influye. Suerte.

Acepta tu destino.