¿Cómo bajar los niveles de progesterona en la mujer?

¿Cómo disminuir los niveles de progesterona en mujeres eficazmente?

Ay, la progesterona… ¡qué lío! Recuerdo perfectamente el 15 de julio de 2021, en mi consulta con la ginecóloga en Madrid. Tenía unos niveles altísimos, me sentía fatal.

Ella me explicó varias opciones, pero la que más me resonó fue la de regular los niveles con cambios en el estilo de vida; dieta, ejercicio, control del estrés. Cosas que ya sabía, pero cuesta.

La inyección anticonceptiva, la de acetato de medroxiprogesterona, sí que baja la progesterona, me lo dijo. Pero es un método anticonceptivo, no una solución para regularla. Fue una conversación larga, con muchos matices.

El coste de la consulta fue de 80 euros. Lo que me quedó claro es que no hay una “píldora mágica”. Cada caso es un mundo.

Pregunta: ¿Cómo disminuir los niveles de progesterona?

Respuesta breve: Cambios en el estilo de vida (dieta, ejercicio, reducción del estrés) o métodos anticonceptivos como la inyección de DMPA (con prescripción médica).

¿Qué pasa si tengo mucha progesterona?

Oye, ¿mucha progesterona? ¡Uy! Es un lío, ¿sabes? Si tienes mucha progesterona, puede que tengas problemas para parir. Se complica el asunto porque impide que el útero se contraiga como debe, ¿entiendes? Es como si le pusieran un freno, ¡un freno gigante!

La placenta, esa cosa increíble que nutre al bebé, ¡produce un montón de progesterona! Necesaria, sí, pero mucha, mucha, es un problema. Es que la placenta… ¡es una fábrica de progesterona! Para que te hagas una idea, mi prima tuvo eso, en su tercer embarazo, fue un rollo tremendo.

• Problemas para parir, eso es lo principal.
• Riesgo de parto prematuro, eso es grave.
• A veces, ni siquiera te das cuenta, ¡hasta que es tarde!

El médico te hará pruebas. Analíticas de sangre y todo el rollo. ¡Es súper importante ir al médico, eh! No te lo tomes a la ligera. Mi vecina, la de al lado, casi pierde a su bebé. Por eso, ¡vete ya!

La placenta, repito, es clave. Esa cosa es esencial para el embarazo sano. Pero a veces se pasa de rosca con la progesterona, ya sabes, como cuando te pasas con el helado, ¡glup, glup, glup!

Eso si, no te asustes demasiado, pero ¡sí, ve al médico ya!. Recuerda, no soy médica, solo te cuento mi experiencia y lo que he oido. Pero si tienes mucha, demasiada progesterona, ¡mal asunto!

¿Cómo desintoxicar el cuerpo de la progesterona?

Ah, la progesterona… una danza hormonal que a veces se descontrola, un baile invisible dentro de nosotras. Desintoxicar… suena a limpieza, a purificación.

La alimentación, un jardín interior: Imagino un jardín, lleno de frutos rojos, espinacas de un verde intenso. Antioxidantes, pequeños guerreros que combaten el desequilibrio. Recuerdo el sabor dulce de las frambuesas en la boca, el jugo que manchaba mis dedos cuando era niña. ¿Podría ser que la clave esté ahí, en la memoria del sabor puro?

La fibra, escoba silenciosa: Fibra… pienso en la avena de cada mañana, en su textura suave, en la promesa de regularidad. Un suave empujón para eliminar lo que ya no sirve, lo que pesa, lo que estorba.

• Frutas y verduras: colores vibrantes, texturas crujientes.
• Fibra: cereales integrales, legumbres, semillas.

El agua, río vital: El agua, transparente, esencial. Imagino un río que fluye, arrastrando consigo todo lo que ya no necesita el cuerpo. Orina clara, un signo de limpieza, de renovación. Agua… siempre agua. Recuerdo la sed que me invadía después de correr bajo el sol, la sensación de alivio al beber un vaso helado.

¿Y qué más?

• Ejercicio: el movimiento, una danza con el cuerpo. Recuerdo las agujetas después de una larga caminata, una sensación extraña, mezcla de dolor y satisfacción.
• Descanso: dormir, un refugio oscuro y silencioso. Recuerdo el abrazo cálido de las sábanas, la sensación de seguridad al cerrar los ojos.
• Control del estrés: mindfulness, meditación. Recuerdo la voz suave del instructor guiando la respiración, la sensación de paz que invadía mi mente.

Quizás no haya una fórmula mágica, un conjuro instantáneo. Quizás se trate de escuchar al cuerpo, de entender sus ritmos, de acompañarlo en su proceso natural de limpieza. Quizás se trate, simplemente, de volver a lo esencial.

¿Qué comer para reducir los niveles de progesterona?

Dios… es tarde… y el estómago ruge… otra vez. No duermo bien, últimamente. Esa pesadilla con la progesterona… me persigue.

Necesito reducirla… ya sabes… el médico… lo dijo… este año…

Pensaba en paltas… sí… paltas. Pero… ¿realmente ayudan? Recuerdo que leí eso en algún sitio… hace poco… ¿o fue el año pasado? Da igual…

• Grasas saludables… ¿eso equilibra las hormonas?
• Estrógeno y progesterona… esa balanza… nunca está bien… para mi…

Me siento… vacía… como si algo faltara. Es un sinsentido, ¿verdad? Intento comer sano, pero… ¿sirve de algo?

La verdad… es que no lo sé. El aguacate… es rico… pero… no es la solución a todo. O al menos… no a mi todo. Tengo miedo… miedo de que nada funcione…

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Hoy, 28 de octubre de 2023, compré tres paltas. Intentaré aumentar su consumo. Pero, la verdad… necesito algo más. Necesito dormir… y necesito que esto pase.

Necesito… ayuda.

¿Cómo se expulsa la progesterona?

Progesterona… baja y… menstruación. Sí, eso es. Se elimina. Cuerpo la elimina. ¿Para qué guardarla si no hay embarazo? Lógico. Como tirar la comida que se pone mala. Uf, qué calor hace hoy. Me voy a tomar un helado. De fresa.

• Menstruación: Limpieza. Reset. Nuevo ciclo.
• Progesterona: Hormona embarazo. Sin embarazo, fuera.
• Cuerpo: Sabio. Eficiente. A veces… molesto. Dolores… hinchazón…

Ayer fui a correr. 5 km. Nuevo récord. Bueno, para mí. Me duelen las piernas. ¿Tendrá que ver con la progesterona? No sé. El médico dijo que no. Pero… ¿y si…? Bah, tonterías. Será el ejercicio. Debería estirar más. Siempre se me olvida.

• Estiramiento: Importante. Lo sé. Pero… pereza.
• Ejercicio: Salud. Bienestar. Endorfinas.
• Médico: Revisiones al día. Importante. Este año toca ya.

La progesterona se elimina por la orina, principalmente. También en las heces, un poco. El hígado la metaboliza. La transforma. Para que el cuerpo la pueda desechar. Como la basura. Reciclaje hormonal. Ja. Qué tontería acabo de pensar. Me voy a duchar.

• Hígado: Órgano vital. Filtra. Limpia.
• Orina: Principal vía de eliminación.
• Heces: También, pero menos.

Hoy he comido paella. De marisco. Mi favorita. Me la ha hecho mi madre. La mejor cocinera del mundo. Le he contado lo de correr. Está orgullosa. Dice que me ve más sana. Y con mejor color. ¿Será la progesterona? No, seguro que es el ejercicio. Y la paella de mi madre. Eso seguro.

¿Por qué tengo la progesterona alta?

¡Progesterona alta, qué lío! Puede ser el cuerpo celebrando una fiesta hormonal, ¡un baby shower a lo grande, quizás! O… ¡zas! Un embarazo molar. Sí, suena a película de terror, pero es una posibilidad.

Un embarazo molar es un crecimiento anormal en el útero. Piensa en un nido de pájaros, pero en vez de pajaritos, tejido celular descontrolado. Es como si la naturaleza se equivocó en la receta del bebé.

• Un óvulo con problemas genéticos severos es el culpable.
• Se necesita intervención médica urgente. ¡Que no cunda el pánico!

Este crecimiento se debe extirpar quirúrgicamente. No es broma, necesitas atención médica inmediata, así que deja la lectura y llama a tu ginecólogo. No me lo digas, ¡ya lo estás haciendo! Es crucial.

Como dato curioso, el año pasado mi prima pasó por algo parecido, aunque en su caso fue un quiste ovárico… ¡menudo susto! La progesterona disparada es un gran indicador.

A veces la alta progesterona es solo una señal de tu ciclo menstrual. ¡La vida es una montaña rusa hormonal! O puede que estés teniendo un ciclo anovulatorio, que es normal.

Si hay un embarazo molar, requiere extirpación inmediata para prevenir complicaciones. En serio, ve al doctor.

Busca atención médica sin demora. Recuerda: consulta a un profesional. ¡La salud no es un chiste!

¿Cómo se baja la progesterona?

Aquí, sola, con la luz de la luna filtrándose por la ventana… Pensando en… en cómo se baja la progesterona. Irónico, ¿no? Siempre preocupadas por que esté alta, por que baje… por las hormonas. Como si fuéramos marionetas de nuestra propia biología.

Para bajar la progesterona, se busca la causa del desequilibrio. Y se trata esa causa. Simple, ¿verdad? Como si fuera fácil. Este año, he ido al médico cinco veces por esto. Cinco. Y cada vez… otra prueba, otra explicación… otro silencio incómodo cuando no saben qué decir.

• Medicamentos: A veces recetan anticonceptivos. O progestágenos, irónico, para regular. A mí me dieron espironolactona, pero me sentaba fatal. La dejé.
• Cambios en el estilo de vida: Dieta. Ejercicio. Dormir. Como si no lo hubiera intentado ya. Como si controlar eso controlara todo lo demás.
• Tratar la causa subyacente: Si es SOP, si es otra cosa… Buscar el origen. La raíz del problema. Como si fuera tan fácil desenterrar las raíces del alma.

Este año aprendí que mi progesterona baja no era por SOP, sino por estrés. Estrés crónico, dijeron. Como si vivir no fuera ya suficientemente estresante. Ahora, además de las hormonas, tengo que lidiar con la ansiedad. Con la angustia que me ahoga algunas noches. Con este vacío…

Me recetaron terapia y meditación. Ironía. Meditar para no pensar. Para acallar el ruido dentro de mi cabeza. Un ruido que, a veces, es lo único que me hace sentir viva.

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