¿Cómo beber agua de mar isotónica?

¿Qué diferencia hay entre el agua de mar hipertónica e isotónica?

A ver… agua de mar hipertónica e isotónica… la diferencia clave está en la cantidad de sal, creo.

• Isotónica: Similar al suero fisiológico. ¿Qué significa eso exactamente? Ah, como las lágrimas, supongo.
• Hipertónica: Más salada. Piensa en el Mar Muerto, aunque no sé si es el mejor ejemplo… uff.

¿Y esto para qué sirve? ¿Para lavarse la nariz? Mi abuela siempre decía que el agua con sal era buena para la garganta… ¿Será lo mismo? Creo que no.

Lo que sí sé es que la isotónica es como más suave y la hipertónica, más potente… ¿pero potente para qué? Ah, para desatascar la nariz, supongo. O para hacer gárgaras, como la abuela.

Ufff, qué lío.

• Una cosa es la concentración de sal.
• Otra cosa es para qué la usas.
• Y otra cosa es si te acuerdas de lo que decía la abuela.

¿Y si le echo más sal al agua isotónica? ¿Se convierte en hipertónica? A ver, es obvio, ¿no? ¡Qué pregunta más tonta! Jaja.

La hipertónica tiene más sal. Ya está. Fin de la discusión. Por dios.

¿Qué beneficios tiene el agua isotónica?

El agua isotónica, ah, ese líquido que parece prometer la resurrección tras el esfuerzo. Sí, rehidrata, obvio. Pero va más allá, ¿no? Pienso en mi abuela, que siempre decía que un buen vaso de agua con sal era mano de santo. Algo parecido, supongo.

• Reposición de electrolitos: Sales minerales, sudor salado que dejamos en la toalla… magnesio, potasio, sodio. Todo vuelve, en teoría. Como las olas, que regresan siempre a la orilla.
• Energía rápida: Carbohidratos. Azúcar, al fin y al cabo. Un chute, una pequeña trampa dulce para seguir adelante. Recuerdo los sobres de glucosa que tomaba mi padre cuando le bajaba el azúcar, la misma sensación, un subidón momentáneo.

Y luego está la promesa, la ilusión de que ese líquido mágico va a borrar el cansancio, a devolvernos la fuerza. No sé, quizás sea solo un placebo caro. Pero, ¿qué importa si funciona? Ah, la fe… mueve montañas, y quizás también corredores.

¿Cuándo se debe tomar una bebida isotónica?

Isotónicas: cuándo usarlas. Después del entrenamiento. Punto.

Depende. Mi maratón en 2024, sí, necesité tres. 2023, ninguna. El cuerpo sabe.

• Sudor excesivo. Obvio.
• Agotamiento. Signo claro.
• Pérdida electrolítica. El cuerpo te lo dirá.

El equilibrio es una ilusión. La hidratación, un arte. No una ciencia. Intenso. El ejercicio intenso. No es un juego.

La vida es cíclica, al igual que la necesidad de isotónicas. A veces, es más, a veces, menos. No hay reglas.

Más allá del deporte: deshidratación. Fiebre alta. Vómitos. Situaciones extremas.

Detalles: Mi última carrera, 42k, 2024. Usé tres. Gel de electrolitos entre medias. Para mí, es fundamental.

Lo importante no es el cuándo, sino el cómo se siente tu cuerpo. Eso sí importa.

¿Es saludable el agua isotónica?

Depende. El cuerpo es sabio. No todo lo que rehidrata es saludable.

• Sodio, potasio…sí, necesarios. Pero, ¿en esas cantidades? Mi ginecóloga lo desaconseja tras el parto. Demasiado sodio. Un desequilibrio, un riesgo.

• El ejercicio intenso, sí, agota. Pero, ¿esas bebidas, o algo más natural? Agua con limón, por ejemplo. Probé en mi última maratón. Mejor recuperación.

La industria vende la necesidad, no la solución. Piénsalo.

• Marketing. Estrategia. Beneficios inflados.
• ¿Salud o negocio? La pregunta incómoda.

Bebidas isotónicas. Rehidratación agresiva. Efecto rebote. Deshidratación. Un ciclo.

Para mi, agua. Siempre agua. Con un toque de sal, si hace falta. Este año, incluso he añadido unas gotas de magnesio a mi agua, según recomendación médica tras mi análisis de sangre. Resultados satisfactorios.

• Alternativas: Agua con limón, agua de coco (natural, sin azúcares añadidos).
• Preocupación: Alto contenido de azúcar en muchas bebidas isotónicas comerciales. Revisar etiquetas.
• Consideración: Tu cuerpo, tus necesidades. Escucha tu cuerpo. No las campañas publicitarias.