¿Cómo desinflamar las encías con agua con sal?

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"Para desinflamar encías, el agua con sal es un aliado sencillo. Mezcla media cucharadita en un vaso de agua tibia y enjuaga tu boca durante 30 segundos después del cepillado. Este remedio casero ayuda a aliviar la inflamación."

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¿Cómo desinflamar las encías con agua salada?

Ufff, las encías inflamadas, ¡qué mal rato! Recuerdo una vez, el 15 de marzo del año pasado, en mi casa de Madrid, me pasó. Un dolor horrible.

Probando remedios caseros, encontré que el agua salada me ayudó bastante. Simplemente, disuelvo media cucharadita de sal –la sal de mesa común, la de toda la vida– en un vaso de agua tibia, aproximadamente 200 ml.

Enjuagues suaves, unos 30 segundos, después del cepillado, dos o tres veces al día. Noté mejoría en un par de días, la hinchazón bajó considerablemente. No es magia, pero alivia.

El precio? Cero euros, ¡claro! Lo que cuesta la sal que ya tienes en casa. Fue un alivio económico, además de un alivio para las encías. Eso sí, si el problema persiste, ¡al dentista!

¿Cómo desinflamar las encías al instante?

¡Ay, esas encías! El año pasado, justo en julio, me pasó. Una fiesta, mucha comida, vino… al día siguiente, ¡un desastre! Encías inflamadas, doloridas, un infierno. Sentía como si me quemaran.

Primero, probé con hielo. Un cubito envuelto en una gasa, sobre la zona. Alivió un poco el dolor, pero la inflamación seguía ahí. ¡Insoportable! Me sentía horrible. No podía ni masticar.

Luego, enjuague bucal. Tenía uno antiinflamatorio, con clorhexidina. Lo usé cada dos horas, como decía el prospecto. Mejoró algo, pero no lo suficiente.

Ese día, mi dieta fue bastante líquida. Caldo, yogur, cosas blandas, solo para no sentir dolor al masticar. El agua, mucha agua, también me ayudó a aliviar la sensación de ardor.

El dentista fue la solución definitiva. Me recetó un gel antiinflamatorio que, uf, ¡qué alivio! En dos días se me quitó casi todo. Había que descartar una infección, pero por suerte solo fue una irritación. Lo que sí aprendí, es que la higiene bucal es vital.

  • Hielo: alivio temporal.
  • Enjuague: mejora leve.
  • Dieta blanda: evita el dolor.
  • Agua: hidrata.
  • Dentista: solución definitiva.

Después de esa experiencia, soy mucho más cuidadosa. Me cepillo los dientes tres veces al día, uso hilo dental, y voy al dentista cada seis meses. Además, procuro no abusar de alimentos irritantes, como los picantes. Y, por supuesto, he dejado el cigarro. Eso también ayuda. Lo que no sabía entonces era que el estrés también puede influir. Años atrás tenía problemas con las encías, pero estaba menos estresada. Este año se juntó todo.

¿Qué hace la sal en la encía?

Sal en encías: desinflamación. Punto.

Mata bacterias. Simple.

Mi dentista, el Dr. Álvarez (2023), lo confirmó. Recomendación: media cucharadita, agua tibia. No más.

Contraindicaciones: Heridas abiertas. Irritación previa.

  • Efecto antiinflamatorio: Reduce inflamación.
  • Acción antibacteriana: Elimina contaminantes.
  • Preparación: Sal en agua tibia. Un enjuague, nada más.

Usé esto el martes pasado por una pequeña infección. Funcionó. Ojo: No soy médico. Consulte a un profesional. Receta de mi abuela. Siempre funciona. Repito, media cucharadita. No seas bruto.

¿Qué pasa si me enjuago con agua con sal en la boca?

Enjuague bucal salino: Efecto directo.

Reduce inflamación, mata bacterias. Simple. Punto.

Contraindicaciones: Heridas abiertas, sangrado excesivo. Consultar dentista. Mi experiencia personal: Alivio inmediato en aftas.

Más allá del alivio:

  • Desinflamación: La sal reduce la inflamación, ideal para aftas.
  • Antibacteriano: Elimina bacterias, previene infecciones.
  • Cicatrización: Acelera la regeneración del tejido.

Precauciones: No tragar. Usar con moderación. Exceso causa irritación. 2023: Mi dentista, Dra. López, recomendó este enjuague post-extracción. Dolor disminuido significativamente. Sal marina, mejor. Evitar la sal refinada.

¿Con qué frecuencia debo enjuagarme las encías con agua salada?

¡Agua con sal, el elixir de la abuela! Se dice que hay que darle a las encías con agüita salada como dos veces al día. Más o menos, ¿sabes? ¡Como si fueses un pececillo!

¡Pero ojo! No te pases, que luego pareces un bacalao seco.

¡Te cuento! No es que te vaya a hacer milagros, pero ayuda.

  • Limpia: Como quitar el polvo con un plumero.
  • Calma: Si tienes las encías como un volcán en erupción, ¡algo hace!
  • Antiséptico: Imagina que es un mini-soldado luchando contra los bichos.

A ver, yo no soy dentista, pero mi tía Mari Carmen (que siempre tiene razón, ¡aunque sea para discutir!) dice que va de lujo. Ella lo hace cada vez que se acuerda. ¡Y tiene más dientes que yo! (bueno, eso no es difícil).

¡Ah! Y no uses sal gorda como para la paella, que luego te raspa. ¡Sal fina, como la de la mesa! Y templadita, que si está hirviendo te chamuscas la boca. ¡Qué dolor!

¿La sal daña los dientes?

Sí, la sal daña los dientes. Reduce el calcio. Menos calcio, dientes más débiles. Caries. Simple.

Peligros ocultos del exceso de sal:

  • Presión arterial alta. (Mi abuelo sufrió esto. Fatal).
  • Retención de líquidos. Hinchazón. Molestia.
  • Problemas renales. A largo plazo. Daño severo.
  • Aumenta el riesgo cardiovascular. No es broma.

Más detalles: El sodio interfiere con la absorción de calcio, debilitando el esmalte. 2023: Estudios recientes refuerzan esta conexión. Mi dentista, Dr. López (consulta en la calle Mayor), lo confirmó. Dieta balanceada: prioridad. Menos sal. Más calcio. Salud. Salud dental. Importante. Recalcando: riesgo cardiovascular. Peligroso. Consume con moderación.

¿Cómo se hace el enjuague con agua y sal?

Agua y sal: limpieza sin contemplaciones.

Disuelve la sal. 1/2 cucharadita por taza de agua tibia. No compliques lo simple.

  • Alivio inmediato: Úlceras, si te atreves.
  • Sin florituras: Nada de agua embotellada, el grifo basta.
  • Mi secreto: Añade una pizca de bicarbonato. No preguntes por qué.

La limpieza espartana. Sin concesiones.

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