¿Cómo destapar un tímpano?

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Para destapar un tímpano, prueba la maniobra de Valsalva (soplar suavemente con boca cerrada y nariz tapada) o la de Toynbee (tragar saliva tapándote la nariz). Un spray nasal descongestionante o salino también puede ayudar a descongestionar la trompa de Eustaquio.

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A ver… ¿Alguna vez te ha pasado eso de sentir el oído taponado? Uf, ¡qué sensación más rara! A mí sí, y más de una vez. Recuerdo una vez volviendo de un viaje a la sierra, la diferencia de presión me jugó una mala pasada… ¡Me sentía como si tuviera una burbuja dentro de la cabeza!

Así que, ¿cómo destapar ese dichoso tímpano cuando se pone rebelde? Pues mira, hay varios trucos que a mí me han funcionado. Uno de ellos, y seguramente lo habrás escuchado, es la maniobra de Valsalva. ¿Te suena? Es eso de taparte la nariz, cerrar la boca e intentar soplar suavemente. Ten cuidado de no hacer mucha fuerza, ¡que no queremos reventar nada! Es como si intentaras abrir las orejas, ¿sabes?

Otra opción es la maniobra de Toynbee, que es un poco más… ¿cómo decirlo?… ¿elegante? Jaja. Básicamente, te tapas la nariz y tragas saliva. ¿Parece sencillo, verdad? Pues a veces funciona de maravilla. A mí me ha ayudado mucho cuando tengo congestión nasal.

Hablando de congestión, un spray nasal descongestionante o incluso uno con agua salina también puede ser una buena idea. Piensa que muchas veces el problema no está directamente en el tímpano, sino en la trompa de Eustaquio, ese conducto que conecta el oído medio con la parte posterior de la nariz y la garganta. Si la trompa de Eustaquio está congestionada, la presión no se iguala bien y… ¡tímpano taponado!

¿Sabes? A veces, cuando me pasa esto, me pongo a pensar en lo complejo que es el cuerpo humano. Algo tan pequeño como un tímpano, y ¡mira la que puede liar! Pero bueno, lo importante es saber qué hacer, ¿no crees?

Y si con todo esto no consigues destapar el oído… ¡Ojo! No lo fuerces demasiado. Lo mejor es consultar con un médico, porque a veces la cosa puede ser más seria. No te juegues con la salud del oído, que es muy delicado. ¡Más vale prevenir que curar!