¿Cómo empiezan los síntomas de cáncer en la piel?

Las Primeras Señales del Cáncer de Piel: Alerta en tu Propia Piel

El cáncer de piel, aunque uno de los tipos de cáncer más comunes, a menudo es tratable si se detecta a tiempo. La clave reside en la autoexploración regular y en la atención a las primeras señales que pueden indicar una posible transformación maligna en nuestra piel. Entender cómo comienzan los síntomas es fundamental para actuar con rapidez y buscar el consejo de un profesional médico.

Si bien el cáncer de piel puede manifestarse de diversas maneras, un denominador común es la alteración cutánea. Esto significa que la piel, que es nuestro órgano más extenso y visible, comienza a mostrar signos atípicos que no deben ser ignorados. Pero, ¿cómo se manifiestan estas alteraciones?

Estos son los principales signos de alerta que pueden indicar el inicio de un cáncer de piel:

• Nueva Lesión: La aparición de una nueva mancha, bulto o crecimiento en la piel que no estaba presente anteriormente. Es importante prestar atención a su forma, color, tamaño y textura. Una lesión que crece rápidamente, pica o sangra sin causa aparente debe ser evaluada por un dermatólogo.
• Úlcera que no se cura: Una llaga o herida abierta que persiste durante semanas o incluso meses sin mostrar signos de cicatrización. Este tipo de úlceras pueden ser superficiales o profundas y, en algunos casos, pueden estar cubiertas por una costra.
• Cambio en un lunar preexistente: Esta es una de las señales más importantes a tener en cuenta. Si un lunar que siempre ha estado presente en nuestra piel comienza a cambiar en tamaño, forma, color, textura o si empieza a picar, sangrar o doler, es fundamental consultar a un médico. La regla del ABCDE es una guía útil para recordar qué buscar en los lunares:
  • Asimetría: Una mitad del lunar no coincide con la otra.
  • Bordes: Los bordes son irregulares, borrosos o mal definidos.
  • Color: El lunar tiene varios colores (negro, marrón, rojo, blanco o azul).
  • Diámetro: El lunar es mayor de 6 milímetros (aproximadamente el tamaño de la goma de un lápiz).
  • Evolución: El lunar está cambiando en tamaño, forma, color o elevación.

Más allá de estas señales específicas, es importante recordar que cualquier cambio inusual en la piel merece atención. Otros síntomas menos comunes pueden incluir:

• Áreas escamosas o costrosas en la piel.
• Enrojecimiento persistente.
• Dolor o sensibilidad en una zona específica de la piel.

Ante cualquier cambio sospechoso en tu piel, no dudes en buscar atención médica inmediata. Un diagnóstico precoz es fundamental para un tratamiento eficaz y un mejor pronóstico. La autoexploración regular, combinada con exámenes dermatológicos anuales, especialmente si tienes factores de riesgo como antecedentes familiares de cáncer de piel, piel clara o exposición solar prolongada, es la mejor estrategia para proteger tu salud y mantener tu piel sana. Recuerda, tu piel te está hablando, ¡escúchala!