¿Cómo entender la tabla china de embarazo?

¿Cómo entender esa dichosa tabla china del embarazo? Ay, Dios mío… ¡qué lío! Me genera una mezcla rara, ¿sabes? Como una cosquillita de curiosidad mezclada con un “¿en serio?”. Sumarle años a tu edad real… ¡parece sacado de un cuento de hadas! ¿De verdad creen que añadiendo unos añitos a mi edad de calendario puedo saber si voy a tener una niña o un niño? Me suena a magia pura y dura, aunque sé que se basa en la edad lunar, o algo así… Leí por ahí que se usa el calendario lunar chino, que es distinto al nuestro. ¡Qué barbaridad!

Recuerdo a mi prima Ana, estaba embarazada de su segundo hijo y estaba loca por saber si sería niño o niña. Pasaba horas mirando esa tabla, calculando, sumando… Al final, la tabla dijo niña y… ¡bingo! Una niña preciosa, la pequeña Sofía. ¿Casualidad? Quizás. Pero Ana me jura que no. Dice que acertó con Sofía y con su hermano mayor, también. Claro que es fácil recordar los aciertos y olvidar los faltos, ¿verdad? Eso sí, la emoción que sentía ella, ¡ufff! Una mezcla de nerviosismo y pura ilusión. No importaba mucho si era correcto o no, el acto de consultar esa tabla, de jugar un poco con el misterio… era parte de la magia del embarazo.

Y yo, si me quedara embarazada (¡ojalá pronto!), ¿la consultaría? Pues… ¡sí! Totalmente. A ver, no me lo tomaría como una verdad absoluta, ¿eh? Pero un poquito de diversión no hace daño a nadie, ¿o sí? Es como tirar una moneda al aire. Sabes que la probabilidad es del 50%, pero la emoción de esperar el resultado… ¡eso no tiene precio! Y aunque la ciencia me diga que no hay base científica… la esperanza de saber si viene una princesita o un pequeño terremoto a alegrar mi vida… ¡es más fuerte que la lógica, qué le vamos a hacer! En el fondo, creo que la verdad está en disfrutar del misterio, ¿no crees?