¿Cómo es el flujo cuando va a venir la regla?

El flujo vaginal, un fiel compañero a lo largo del ciclo menstrual, actúa como un termómetro natural que nos informa sobre los cambios que ocurren en nuestro cuerpo. Observar sus transformaciones nos permite anticipar la llegada de la menstruación y entender mejor nuestro propio ritmo. Pero, ¿cómo es exactamente el flujo cuando la regla está a punto de llegar?

Si bien cada mujer experimenta el ciclo menstrual de manera única, existen patrones comunes en las características del flujo que preceden a la menstruación. Uno de los signos más evidentes es el aumento en su densidad y cremosidad. Esta textura, a menudo descrita como similar a una crema, pasta o incluso pegamento, se debe principalmente al aumento de la progesterona, hormona que domina la segunda mitad del ciclo menstrual, preparando el útero para una posible implantación.

Este flujo premenstrual, generalmente de color blanco o blanquecino, puede tener una apariencia más opaca que en otras etapas del ciclo. La sensación que produce también puede variar, siendo en algunos casos más pegajosa o densa de lo habitual. Es importante destacar que esta consistencia cremosa no debe ir acompañada de otros síntomas como picor, ardor, mal olor o cambios de coloración intensos (verde, gris, amarillento), ya que esto podría indicar una infección vaginal y requiere consulta médica.

A medida que se acerca la menstruación, este flujo cremoso puede disminuir en cantidad hasta prácticamente desaparecer justo antes de que comience el sangrado. En otras mujeres, la transición puede ser más directa, pasando de un flujo cremoso a la aparición del flujo menstrual.

Conocer y observar las características de nuestro flujo vaginal a lo largo del ciclo menstrual nos empodera y nos permite conectar con nuestra propia biología. Prestar atención a estos detalles, como el aumento de la cremosidad antes de la regla, no solo nos ayuda a anticipar su llegada, sino que también nos permite detectar cualquier anomalía que pueda requerir atención médica. Recuerda que cada cuerpo es único, y lo importante es conocer tu propio patrón para identificar cualquier cambio significativo.