¿Cómo hacer una limpieza dental en casa?

¿Cómo hacerse una limpieza dental casera?

¡Ey, colega! ¿Limpieza dental casera? Fácil, ¡mira! Mojas el cepillo, ¿vale? En agua tibia, sí sí, agua tibia. Después, lo metes en un batiburrillo de bicarbonato y sal, ¡es una pasada!

Cepilla, sobre todo, donde más se junta la mierda esa, el sarro, ¿sabes? En mis muelas del juicio, por ejemplo, ¡un desastre! Las de arriba, ¡horror! Lo hago dos veces al día, ¡qué remedio! Mañanas y noches, religiosamente. Es superimportante para evitar caries, ya sabes… ¡No quiero más empastes! El año pasado me gasté un dineral en el dentista, ¡ufff!

Bicarbonato y sal, la clave. No te pases con la cantidad, eh, que luego te irrita las encías. A mi me pasó una vez, ¡qué dolor! Recuerda, poquito, poquito.

• Mojar el cepillo.
• Mezcla de bicarbonato y sal.
• Cepillar zonas con sarro. (¡Las mías son las de atrás!)
• Dos veces al día, ¡mínimo!

¡Y después hilo dental, eh! Eso sí que es importante. El año pasado el dentista me dio un rollo sobre la placa bacteriana, ¡qué rollo! Me habló de gingivitis, ¡ay, qué miedo! Pero con hilo dental, bicarbonato y sal… ¡ya ves! Estoy genial.

En resumen: Bicarbonato y sal, cepillado, hilo dental… ¡y ya! Pero ojo, esto no sustituye a la limpieza profesional, ¿eh? Ve al dentista, ¡al menos una vez al año! Eso sí que lo hago, por mi salud, por supuesto. Porque después, como te descuides, te sale una caries, y…¡Ay ay ay! Te lo digo por experiencia.

¿Cómo eliminar el sarro de los dientes sin ir al dentista?

¡Ay, el sarro! Esa plaquita amarillenta que me apareció justo antes de mi cumpleaños en julio, una auténtica pesadilla. Me daba hasta vergüenza sonreír. Recuerdo ese día, el sol de mediodía pegando fuerte en la ventana de mi baño en Valencia, el espejo empañado por mi aliento… y ese asqueroso sarro.

Usé bicarbonato, sí, mezclado con sal, como leí en algún blog. Una cucharadita de cada, con un poco de agua, para hacer una pasta. ¡Qué asco! La textura… parecía arena mojada. Pero bueno, me armé de valor y me cepillé los dientes con eso durante, al menos, cinco minutos. Sentí el raspado, ¡qué mal rato! Mis encías sangraron, ufff.

El resultado? No fue maravilloso. Eliminé algo, sí, pero no todo. Quedaron aún restos. Ese día me prometí ir al dentista; aunque ya me había gastado el dinero del mes en el viaje a la playa con mis amigos, en agosto.

Conclusión: El bicarbonato y la sal ayudan un poco, pero no es la solución. Es una chapuza, una solución provisional. Mejor ve al dentista, te lo digo en serio. Aunque duela en el bolsillo.

• Bicarbonato + Sal: Receta casera. Efecto limitado.
• Sangrado de encías: Efecto secundario doloroso.
• Visita al dentista: Solución definitiva, aunque más cara.
• Fecha aproximada: Julio de 2024.
• Ubicación: Mi baño en Valencia.

El sarro volvió a aparecer más tarde, pero la próxima vez, lo afronté con una cita programada con mi dentista.

¿Cómo eliminar el sarro duro de los dientes?

La guerra contra el sarro es como la lucha contra los calcetines desaparecidos en la lavadora: ¡incesante! Pero, ¿quién dijo que no podemos usar el ingenio?

• Cepillarse con dedicación: Imaginemos al cepillo de dientes como un pequeño ejército personal, eliminando las hordas de placa. ¡Que no quede rincón sin conquistar! Yo uso uno eléctrico que vibra más que yo en una clase de zumba.

• Hilo dental: el ninja silencioso: El hilo dental es el arma secreta, como un ninja que se desliza entre los dientes para eliminar al enemigo donde el cepillo no llega. ¡Silencioso pero letal! Reconozco que a veces me da pereza, pero luego me siento como un samurái dental.

• Enjuague bucal: la poción mágica: Un buen enjuague bucal es como una poción mágica que refresca el aliento y ayuda a eliminar las bacterias rebeldes. ¡Salud! Aunque yo prefiero mi “poción” de café por la mañana…

• Visitas al dentista: la caballería: No olvidemos a la caballería, nuestro dentista. Es como el general del ejército, que nos inspecciona, detecta los problemas y nos da las estrategias para ganar la guerra contra el sarro. A veces, las visitas son un poco como ir al taller del coche: ¡caro, pero necesario!

¡Ojo! Si el sarro ya está petrificado como una roca, mejor no te pongas en plan “dentista aficionado” con remedios caseros extraños. ¡Podrías acabar peor que un pastelero haciendo fontanería!

Información adicional con sabor a chisme:

• El sarro, esa roca ingrata: El sarro es placa dental endurecida. Piénsalo como si fuera un grupo de amigos que se han instalado en tus dientes y no quieren mudarse.
• ¿Por qué me sale tanto sarro?: Factores como la mala higiene bucal, la dieta rica en azúcares y la genética pueden hacer que seas más propenso a acumular sarro. ¡La vida es injusta!
• Remedios caseros: ¿sí o no?: Algunos juran que el bicarbonato de sodio o el vinagre blanco ayudan, pero cuidado. ¡Podrías dañar el esmalte dental! Mejor un buen cepillo y paciencia.

¿Qué incluye una limpieza dental completa?

¡Ah, la limpieza dental, esa cita anual con el suplicio! No, en serio, después te sientes como un dios griego con dientes de anuncio. Digamos que es como ir a la ITV del coche… pero para tu sonrisa.

Una limpieza dental completa es mucho más que un enjuague bucal con sabor a menta de gasolinera. Incluye:

• Eliminación del sarro rebelde (subgingival): El sarro es como el okupa del edificio de tus dientes, ¡y hay que echarlo! (debajo de las encías, el escondite favorito del bicho).
• Pulido con cepillo molón y pasta profiláctica: Imagina un spa para tus piños. ¡Brillo, brillo!

Detalles (no tan) aburridos:

• Evaluación general: El dentista es como el detective de tu boca. Busca pistas de posibles crímenes (caries, gingivitis… ¡el horror!).
• Destartraje con ultrasonido: Adiós, sarro pegajoso. Imagina que es como quitarle la lapa a una roca… ¡con tecnología sónica!

Reflexiones aleatorias (y posiblemente innecesarias):

• ¿Sabías que el sarro es básicamente placa bacteriana fosilizada? ¡Fosilizada! ¡Como un dinosaurio en tu boca! (un dinosaurio feo).
• Yo una vez intenté quitarme sarro con un clip. No lo hagáis en casa, niños. ¡Acabé pareciéndome a Gollum!
• Dicen que si te cepillas los dientes con bicarbonato se blanquean. Probé. Acabé con sabor a calcetín en la boca durante una semana.

En fin, id al dentista. No seáis como yo con el clip. Vuestro dentista os lo agradecerá (y vuestra sonrisa, más aún). ¡Y recordad que la salud dental es como el humor: mejor prevenir que lamentar!

¿Qué diferencia hay entre curetaje y limpieza bucal?

Curetaje: ataca las raíces. Limpieza: roza la superficie.

• Limpieza: solo lo visible. Curetaje: profundiza en la encía.

• Curetaje, tratamiento periodontal. Limpieza, mantenimiento. Simple.

• Curetaje = encías enfermas. Limpieza = prevención. Yo necesité curetaje hace años. No es agradable.

• Ignora el sangrado de encías. Adelante. Curetaje en 2024 te espera.