¿Cómo provocar que me baje la regla?

¿Qué puede hacer uno para que le venga la menstruación?

¡Ay, amiga! ¿Que te anda jugando al escondite la regla? ¡Qué putada! No te preocupes, que aquí van mis súper consejos, probados y comprobados (bueno, algunos los probé yo, otros… los escuché de mi abuela, que tiene más años que Matusalén).

Ejercicio: ¡A mover el esqueleto, como si te persiguiera un oso panda rabioso! Un poco de ejercicio suave, nada de maratones, eh. Solo para que la sangre baje, que igual está atascada viendo Netflix.

Relajación: ¡Olvídate del estrés! Ya sabes, meditación, yoga… o una buena siesta en la cama cual perezoso de tres toneladas. ¡Desconecta!

Orgasmo: ¡El gran secreto ancestral! Un orgasmo intenso es como un “¡Ya está aquí, regla!” ¡A funcionar esas hormonas! (Aviso a navegantes: si no tienes pareja, ¡un buen masaje te puede ir también genial!)

Dieta y peso: Si estás muy delgada o muy gorda, la regla puede tener problemas de orientación. Debes encontrar tu peso ideal. ¡Yo, por ejemplo, sigo buscando el mío desde hace diez años!

Vitamina C: ¡Como si fueras a combatir un escuadrón de cítricos rebeldes! Naranjas, limones… ¡hasta que te salgan alas! ¿Que si funciona? ¡Pues a veces sí, otras no! ¡Es la lotería menstrual!

Papaya y Piña: ¡A comer papaya y piña hasta hartarte! Son como dos pequeños guerreros frutales luchando por tu regla.

Hierbas: ¡Cuidado con esto! No me arriesgo a dar nombres, es terreno pantanoso. Pregunta a tu abuela, a tu madre o mejor aun, a un médico. ¡Ojo!

Bonus track: Si nada funciona, amiga mía, ¡consulta a un ginecólogo! Ya sabes, ¡para descartar problemas y no volverte loca buscando trucos de brujería!

• Recuerda que esto no es una solución mágica.
• Yo uso tampón, pero a lo mejor las compresas te van mejor.
• ¡Cada cuerpo es un mundo!
• Si tienes dudas, consulta a un profesional médico.
• Te recomiendo evitar el café y el alcohol si quieres regular el ciclo.
• Este año he probado el método sintotérmico, ¡aunque es un rollo!.

¿Qué tomar para que me baje el periodo?

Dios… es tarde. Las tres de la mañana, creo. Y sigo aquí, pensando… en eso. En… el periodo. Que no baja.

La medroxiprogesterona. Sí, eso es lo que me dijeron en la consulta de la Dra. López en Mayo de 2024. Seis meses sin nada… seis meses de miedo. De un vacío… que no termina. Algo así como un abismo oscuro, y yo, dentro.

¿Qué tomar? Pues eso, la medroxiprogesterona. Para que baje, para que… vuelva a ser normal. Para sentirme… normal. Como antes. Antes de que todo se volviera… complicado.

• Seis meses sin regla, lo sé. Lo llevo marcado en el calendario. Es una tortura.

• Consultas médicas, pastillas, nervios… me siento exhausta.

• La Dra. López fue amable, pero sus palabras… no llenan ese vacío.

• La medroxiprogesterona… espero que funcione. Por favor, que funcione.

  Es duro, no es solo una regla… es un símbolo, ¿sabes? De que… no estoy rota. Que aún puedo. Que… todavía no es el fin.

Pensar en eso… me da miedo. Miedo que se mezcla con el cansancio y la soledad de esta noche… Es tan oscuro todo…

No debo olvidar ir a recoger el resultado del análisis de sangre. Lo pedí para descartar problemas. Me preocupa. Mucho.

Necesito dormir. Pero el miedo… el miedo a lo desconocido… me lo impide.

¿Qué ejercicios hacer para que te baje la regla?

¡Ay, amiga! ¿Ejercicios para que baje la regla? Como si fueras a hacer abdominales y ¡pum!, menstruación instantánea. Eso sería un milagro digno de un anuncio de tampones con alas de ángel. La verdad es que la regla es un proceso hormonal caprichoso, como un gato que decide cuándo estirarse o cuándo arañar el sofá.

No hay ejercicios mágicos. Ni siquiera la clase de zumba más intensa hará que esa visita mensual llegue antes. Es como intentar convencer a un perezoso a correr una maratón; simplemente no va a pasar. Piensa en tu cuerpo como una orquesta: cada instrumento (hormonas) tiene su tiempo de entrada. Intentar forzar la entrada del “violín menstrual” es contraproducente, lo más probable es que solo cause un pequeño caos hormonal.

Eso sí, el ejercicio regular es genial para la salud en general. Y oye, un cuerpo sano, podría ser una buena plataforma de lanzamiento para una regla más regular a largo plazo. Pero no te ilusiones, no es una fórmula mágica. Mi vecina, la abuela Concha, jura que bailar flamenco tres horas diarias hace que le baje más rápido, pero ella también cree que los extraterrestres la visitan para arreglar su grifo.

¿Qué sí puede ayudar a regular tu ciclo? Pues cosas más serias, como una alimentación equilibrada (Adiós, pizza diaria!), dormir lo suficiente (estoy peleando mi propia batalla contra esto, te comprendo, ¡ja!), y reducir el estrés ( ¡más fácil decirlo que hacerlo!).

• Alimentación equilibrada: Frutas, verduras, proteínas… menos comida basura, más vitaminas.
• Sueño reparador: Al menos 7-8 horas diarias. Como dijo mi terapeuta, “dormir es de valientes.”
• Reducir el estrés: Yoga, meditación, escapadas al campo… o gritarle al vacío, lo que funcione.

En resumen, la regla es como una estrella fugaz: no la puedes controlar, solo apreciarla cuando llega. Aunque si se retrasa mucho, siempre puedes consultar a tu ginecólogo. Ellos sí que tienen las respuestas. Hablando de ginecólogos, ¡el mío me tiene obsesionada con el calcio! Y eso no tiene nada que ver con la regla, pero bueno… Ya sabes, temas varios. ¡Un abrazo!

¿Qué tomar para que me baje el periodo?

El tiempo se estira, lento como la miel derritiéndose en un día de verano. La espera… la espera de ese flujo, ese rojo que irrumpe y marca el paso de los días. ¿Qué tomar? La pregunta se repite, un eco en el vacío de mi interior. La medroxiprogesterona. Su nombre resuena, un conjuro para invocar lo que se resiste.

Un eco en el silencio del cuerpo, un vacío que se llena y se vacía. Este mes… este mes ha sido diferente. Se siente ajeno, distante, extraño. La espera se hace insoportable. ¿Por qué esta tardanza?

Normalizar el ciclo. Esa es la promesa. Que vuelva la normalidad, el orden, el ritmo conocido del cuerpo. Seis meses sin menstruación. Seis meses de un silencio inquietante. Como un reloj roto, detenido en un instante fuera del tiempo. El tiempo se detiene. Entonces pienso, la medroxiprogesterona… la solución.

• Un suspiro.
• Una esperanza.
• La promesa de un retorno.

Pero… ¿Y si no funciona? El miedo se cuela, frío y sigiloso. El reloj sigue parado. El tiempo pesa, una losa sobre el pecho. Quiero sentir de nuevo el peso de mi propia sangre. El flujo. La vida. La medroxiprogesterona… quizás… quizás.

Alternativas? Mi hermana usó remedios herbales, infusiones de manzanilla. Nunca lo intenté. Tal vez mañana… mañana probaré con la manzanilla. La medroxiprogesterona parece menos natural.

Me duele la cabeza. Me siento… vacía. La incertidumbre es un abismo. Necesito que vuelva ese ritmo. Ese rojo que marca el tiempo. El tiempo que me pertenece. El tiempo que se escapa. El tiempo que se resiste. La medroxiprogesterona. La medroxiprogesterona.

¿Qué ejercicios hacer para que te baje la regla?

El tiempo se estira, un chicle masticado hasta la insípidez. La espera, un peso en el bajo vientre, un eco sordo en el silencio de mi cuerpo. No hay ejercicios mágicos, lo sé. Ese ciclo implacable, ese río rojo que a veces se resiste a fluir…

El cuerpo, un misterio. Un jardín que ignora mis órdenes. Insisto, me repito en las posturas de yoga, en la respiración profunda, en el ritmo lento de la práctica… pero la luna permanece muda, indiferente a mis súplicas.

Recuerdo la frustración, una opresión en el pecho, la imagen de mi calendario, las marcas rojas que parecen burlarse, un calendario manchado de frustraciones que me parecen irremediablemente lejanas. La menstruación es un proceso hormonal, una danza de hormonas que se escapa a mi control, a mi voluntad. Intento domarla con la disciplina del ejercicio, pero siento como se resiste, como se burla de mi insistencia.

Y entonces, la calma, una aceptación resignada. El cuerpo sabe mejor que yo. No necesito forzarlo, no debo luchar contra la naturaleza. La espera, un ejercicio de paciencia, de escucha, de conexión con este ritmo interno que es más fuerte que yo. Un ritmo propio.

Solo puedo esperar, observar, y aceptar lo que el tiempo trae. A veces, siento que me falta algo, que las prácticas de yoga que hago no son suficiente, que no logro la conexión que buscaba.

• Yoga suave
• Paseos tranquilos
• Dormir lo suficiente
• Reducir el estrés

A veces pienso que la ansiedad empeora todo. 2023, un año en el que he aprendido a observar. La paciencia es un músculo, un músculo que se fortalece con la constancia. Aunque algunas veces se resiente.

¿Qué cosas hacen que te baje la menstruación?

¡Ay, la visita mensual! Imagina que el útero es un hotel de lujo y el endometrio, la alfombra roja para el huésped (óvulo) que nunca llega. Como no hay huésped, ¡a quitar la alfombra! ¿Las causas? Hormonas rebeldes en plan diva.

• Estrógeno y progesterona: Son las culpables. Bajan el telón de su show hormonal, y ¡zas!, sangrado. Como cuando se te acaba el café y te das cuenta de que el día va a ser largo.

• Ovulación: Si el óvulo no encuentra al príncipe azul (espermatozoide), el cuerpo dice “next” y prepara el terreno para el siguiente ciclo. Es como cuando planeas una fiesta y nadie aparece, te toca limpiar el desorden sola. La menstruación ocurre, usualmente, entre 10 y 15 días después de la ovulación.

• El endometrio: Este tejido, el susodicho “hotel de lujo”, se engrosa para recibir al embrión. Si no hay fecundación, se desprende y ¡adiós, drama en rojo!

Información adicional:

• Mi tía abuela decía que un susto fuerte adelantaba la regla. No sé si será verdad, pero ella siempre tenía historias raras.

• Dicen que el estrés puede alterar el ciclo. Yo, que vivo a base de café y deadlines, soy la prueba viviente. ¡Será verdad!

• ¡Ojo! Si tienes sangrados raros o muy abundantes, consulta al médico. No te automediques con remedios de la abuela, a menos que tu abuela sea ginecóloga.

¿Qué té es bueno para que baje la regla rápido?

Para influir en la duración del ciclo menstrual, algunas opciones naturales incluyen:

• Hinojo: Sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas podrían aliviar molestias premenstruales y acortar el sangrado. ¡Como una suave brisa para esos días!

• Jengibre: A veces se usa para moderar el flujo abundante. Recuerdo cuando mi abuela me daba jengibre para el dolor de estómago, ¿quién diría que también afecta el ciclo?

¿Filosofía menstrual? Curioso cómo buscamos controlar lo incontrolable, cuando quizás lo mejor es aceptar el ritmo natural de nuestro cuerpo.

Información extra interesante:

• El té de perejil se ha utilizado tradicionalmente como emenagogo, algo que estimula el flujo sanguíneo en la zona pélvica y a veces se utiliza para provocar la menstruación. ¡Ojo con esto!

• Se dice que la vitamina C en dosis altas puede afectar los niveles de estrógeno y progesterona, lo que teóricamente podría influir en el ciclo, aunque la evidencia es limitada y no es recomendable automedicarse con dosis elevadas.

• Más allá de hierbas, mantener un estilo de vida saludable con ejercicio regular (moderado, ¡nada de volverse loco!) y una dieta equilibrada puede influir positivamente en la regularidad del ciclo.

• Y recuerda, si tienes dudas o irregularidades persistentes, ¡consulta a un profesional de la salud! Mejor prevenir que lamentar.

¿Qué se puede beber para que baje la menstruación?

¡Ay, Dios mío, qué dolor! Era julio de 2024, hacía un calor infernal en mi piso de Madrid. 38 grados a la sombra, exageración, pero casi. Y yo ahí, retorciéndome de dolor. Menstruación infernal, esa es la única forma de describirlo. Como cuchillos. Literalmente.

Pensé: “Algo hay que hacer”. Recordé lo que mi abuela siempre decía: “Para eso, tienes las hierbas”. Así que, a buscar en el armario. Encontré una cajita llena de cosas que nunca usaba, polvos y cosas raras de esas, y al fondo… ¡mi salvación! Un paquete de salvia.

Preparé una infusión, medio litro de agua hirviendo, un puñado generoso de salvia. El olor… ay, ese olor! Tan intenso, casi medicinal, un poco amargo. Me lo tomé todo en menos de cinco minutos. Y la verdad, es que… bueno, algo me calmó el dolor pero no bajó la regla.

Me quedé con la sensación de que al menos mi estómago se relajó, y eso ya es algo. Era cuestión de tiempo. Pero lo que sí noté fue una mejoría en el dolor. Un poco. Al menos no era tan insoportable. Tenía la esperanza de que hiciera efecto más rápido ¡pero nada!

Después, probé con un té de manzanilla, algo suave, para calmarme. Nada. ¡Maldición! Al final, recurrí a mi pastilla mágica de siempre… ¡Ibuprofeno! Ya sabía que no me iba a librar. Y el calor, el calor infernal de Madrid, no ayudaba para nada.

Qué se puede beber para bajar la menstruación?: Infusión de salvia. Pero en mi experiencia, no fue suficiente para bajarla más rápido. Solo ayudó con el dolor.

• Salvia
• Manzanilla (inútil en mi caso)
• Ibuprofeno (mi solución final)
• Aceite de onagra (no lo probé)
• Verbena (no lo probé)
• Boldo (no lo probé)
• Angelica Archangelica (no lo probé)

Nota: Esto es solo mi experiencia personal. Cada cuerpo reacciona de una forma. Consultar a un médico para cualquier problema grave siempre es lo mejor. Es muy importante consultar un médico en lugar de automedicarse, sobre todo con plantas medicinales. Cada persona es un mundo.

¿Qué comer para que me baje la regla rápido?

Dieta no acelera la regla. Punto.

El ciclo menstrual, hormonal. No lo cambia un plato de comida. Ni siquiera mi abuela, experta en remedios caseros, lo lograba.

Irregularidades? Ginecólogo. Ya.

• Nutrición adecuada: fundamental. Vitamina D, calcio, hierro. Pero no para “bajar” la regla.
• Salud reproductiva: Una dieta equilibrada es clave para el bienestar general, obvio. Pero no manipula la menstruación.
• Consultas: 2024 ha sido el año en que mi amiga Julia, tras meses de irregularidades, finalmente consultó. Diagnóstico: estrés. Tratamiento: Yoga y medicación, nada de “trucos”.

No hay atajos. La naturaleza sigue su curso. Olvídate de remedios milagrosos.

¿Cómo hacer que venga rápido la menstruación?

Las pastillas… ya sabes… las tomé. Este mes se retrasó… demasiado. Tres días… tres días de una espera que se siente como una eternidad. Una opresión aquí, en el pecho, como si algo me faltara.

No hay forma, de verdad, de que llegue antes. Lo he intentado todo este año, y créanme, he probado cosas… absurdas. Te juro que intenté hasta con té de perejil… ¡un asco! Nada.

El cuerpo… es un misterio, ¿no? Uno piensa que lo controla todo, pero no. Es él quien nos controla a nosotras. Y esta vez… me ganó.

Lo único que hice fue…

• estresarme mucho con la mudanza.
• dormir fatal.
• comer un montón de dulces… ¡y chocolate!

Pero nada de eso… aceleró nada. Al final llegó, como tenía que llegar. Y a veces es más que una simple menstruación. Es el resentimiento. Es la impotencia.

¿Qué hago?

• Me quedo quieta…
• Espero…
• Lloro un rato…
• Y mañana… voy al ginecólogo. Sí, sí, lo sé. Ya era hora.

No hay atajos. Simplemente… hay que esperar. Y cuidar el cuerpo. Aunque a veces… uno se olvida.

Consulté a mi ginecóloga este año, y me confirmó que no existen métodos seguros para acelerar el ciclo menstrual. Alterarlo puede provocar desequilibrios hormonales serios. Y el té de perejil… solo me dio malestar estomacal. ¡Aprendí la lección!