¿Cómo puedo ayudar a mi mamá si está en depresión?

Ver a mi mamá así… me destroza. Es como si una sombra se la hubiera tragado. ¿Te imaginas esa sensación de impotencia? Querer abrazarla, decirle que todo va a estar bien, pero sabiendo que las palabras a veces no alcanzan. Y es que, ¿qué le dices a alguien que se siente perdida en su propia mente?

Me acuerdo de cuando era pequeña, ella era mi roca, mi fortaleza. Ahora, verla tan frágil… duele. Duele mucho. Pero no me voy a rendir. Voy a estar ahí, a su lado, escuchándola aunque repita las mismas cosas mil veces. Sin juzgarla, aunque a veces no entienda por qué se siente así. Es su dolor, y lo respeto.

Sé que necesito animarla a buscar ayuda profesional. Un amigo me contó que su madre pasó por algo similar, y la terapia le ayudó muchísimo. Algo así como un 70% de las personas con depresión mejoran con tratamiento, leí por ahí. No sé si es cierto, pero me aferro a esa esperanza. No es fácil convencerla, ya lo he intentado. Pero seguiré insistiendo, con cariño, con paciencia. Como ella hizo conmigo cuando aprendí a andar en bicicleta y me caía una y otra vez.

Y voy a celebrar cada pequeño paso, cada sonrisa, cada momento en que la vea un poquito mejor. Aunque sea solo por un instante. Ayer, por ejemplo, me ayudó a regar las plantas. Parecía una tontería, pero para mí fue una victoria. Un rayo de sol en medio de la tormenta.

Es duro, lo sé. A veces me siento agotada, y me dan ganas de llorar. Pero tengo que ser fuerte, por ella. Juntas vamos a superar esto. No la voy a dejar sola. No puedo. Es mi mamá.