¿Cómo puedo saber si estoy enfermo de calor?

Buf, ¿cómo saber si te está dando un jamacuco del calor? A ver, es que a veces… ¿quién no se ha sentido fatal con estos calores? Yo me acuerdo una vez, volviendo de la playa, ¡madre mía! Sudaba como si me hubiera duchado vestida, en serio. Me faltaba el aire, el corazón me iba a mil… Pensaba, ¿estoy teniendo un infarto o qué? Y es que te entra un agobio… ¿Verdad que sí?

Empiezas a sudar la gota gorda, pero una barbaridad, eh. Como si te hubieran tirado un cubo de agua encima, como bien dicen. Y la respiración… Fatal. Corta, rápida, como si hubieras corrido una maratón. Y el pulso, flojito, flojito. Casi ni lo notas. Eso es mala señal, ¿eh? Como si te fueras a desmayar. Ahí, ni lo dudes, ¡a la sombra! Y agua, mucha agua. Yo ese día en la playa, menos mal que mi amiga llevaba una neverita… Si no, no sé qué hubiera sido de mí.

También, ojo con los calambres. En la barriga, en las piernas… Eso es que el cuerpo te está pidiendo auxilio a gritos. Literalmente. A mí me pasó una vez jugando al pádel con este calor… ¡Un dolor! Tuve que parar, beber agua, estirar un poco… Vamos, un desastre. Dicen que también puedes tener dolor de cabeza, náuseas… Yo, la verdad, con el sudor, la falta de aire y el pulso débil ya me preocupo bastante.

No es broma, eh. Un golpe de calor puede ser muy peligroso. He leído por ahí que incluso puede ser mortal… ¡Qué miedo! Así que, mejor prevenir que curar. Mucha agua, sombra, y si ves que la cosa se pone fea, ¡al médico! No te la juegues. Que luego pasa lo que pasa, y te arrepientes. ¿Para qué?