¿Cómo quitar el olor a encerrado de una casa?
¡Adiós olor a encerrado! Rocía vinagre blanco diluido en toda la casa: muebles, cortinas, incluso el aire. Deja las ventanas abiertas para una ventilación eficaz. El vinagre neutraliza olores, dejando tu hogar fresco y limpio. Fácil y efectivo.
¿Cómo eliminar el olor a humedad y cerrado de casa?
Uf, el olor a humedad… ¡qué asco! Recuerdo una vez, el 15 de marzo del año pasado, en mi piso de Valencia, después de una semana de lluvia torrencial. Olía a perro mojado y a trapo viejo. Una pesadilla.
Mi abuela, siempre con sus remedios caseros, me enseñó el truco del vinagre. Un pulverizador barato, (creo que costó 2 euros en el Mercadona), lleno de vinagre blanco. Rocía todo: paredes, muebles, incluso las cortinas.
Eso sí, ¡abre las ventanas de par en par! Deja que se airee bien, que se lleve ese olor a humedad. Funcionó, aunque tardó un par de horas en disiparse completamente el olor a vinagre. Quedó un olor fresco, mucho mejor que antes.
¿Cómo eliminar el olor a humedad?
Usar vinagre blanco en un pulverizador. Ventilar bien la casa.
¿Cómo eliminar el olor a encerrado?
Vinagre y limón: neutralizan. Punto.
- Vinagre blanco: desinfectante, barato.
- Limón: aroma fresco, ácido.
Simplemente úsalos.
Información adicional:
- Yo usé vinagre puro en mi sótano después de una inundación en mayo. No fue agradable al principio, pero funcionó.
- El limón, para mí, es mejor en espacios pequeños. El armario de los abrigos, por ejemplo.
- “El tiempo cura todo”. Lo leí en una servilleta. O quizá lo soñé.
- Bicarbonato de sodio: absorbe olores también.
- Ventilación: obvio, pero importante. Aunque no siempre funciona.
- A veces, el problema no es el olor, sino lo que lo causa. Busca la raíz. Suelo tener problemas de humedad con un armario y la solución siempre es dejar las puertas abiertas durante más tiempo.
- Café molido: otro absorbente natural. Deja un recipiente abierto con café molido en el área afectada.
- Aceites esenciales: añade unas gotas a un difusor. Lavanda, árbol de té, eucalipto.
- En realidad, todo esto es muy superficial. El verdadero olor a “encerrado” está en la mente.
Nada es permanente.
¿Cómo sacar el olor a guardado de una casa?
Aquí, en la oscuridad, las cosas se sienten… más honestas. ¿El olor a guardado? Uf. Me recuerda a la casa de mi abuela, cerrada durante meses. Siempre esa bocanada al abrir la puerta…
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Bicarbonato: Simple. Espárcelo. Recipientes por todas partes. Absorbe, dicen. Funciona a veces, otras no. Depende de lo intenso que sea.
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Vinagre blanco y limón: Diluido con agua. Pulverizar. Huele fuerte al principio. Luego, un poco mejor, quizás. Funciona a veces. Menos que otras.
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Carbón activado: Ese sí que chupa el olor. Aunque lo mismo, depende.
Parece mentira que algo tan intangible como un olor pueda aferrarse así. Como los recuerdos, supongo. El olor a guardado de la casa de mi abuela… no era solo humedad. Era el tiempo detenido. La vida pausada.
Añadiría:
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Ventilación constante: Aunque parezca obvio, es crucial. Dejar que el aire circule, que se lleve lo viejo y traiga algo nuevo. No como yo, que me encierro.
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Sol directo: Abre las ventanas. La luz del sol es un desinfectante natural, aunque a veces no funciona y depende de lo que quieras conseguir, porque la luz puede quemar algunas cosas.
Y quizás, lo más importante:
- Identificar y solucionar la fuente de humedad: Si no, todo lo demás es un parche. Una máscara para un problema más profundo. Algo que yo también hago a veces.
¿Cómo neutralizar olores fuertes?
Para quitar olores fuertes, uso vinagre, bicarbonato o café. Son mis básicos.
Te cuento, una vez, mi abuela Carmen quemó ajos… ¡Uf! Era agosto, año 2024, en su casa de campo en Cuenca. Un calor… Las ventanas abiertas no ayudaban. El olor era… penetrante, de esos que se te meten hasta en la ropa. Mi abuela, preocupadísima.
- Primero, pusimos cuencos con vinagre blanco por toda la cocina. No te creas que hizo magia al instante, pero algo ayudó.
- Luego, bicarbonato en un plato en la nevera, que olía a ajo refrito también.
- Al día siguiente, café molido en bolsitas de tela por las habitaciones. Eso sí que dio un cambio, un olor más agradable. Y ventilar, claro. Mucho.
El aroma de ajo quemado tardó días en desaparecer por completo, pero esos trucos ayudaron bastante. Mi abuela estaba feliz de que no tuviéramos que dormir fuera. Recuerdo el sol entrando por las ventanas, el ruido de las cigarras… y el persistente tufillo a ajo quemado que, al final, quedó como una anécdota graciosa.
¿Qué es bueno para absorber los malos olores?
Vinagre, sin duda.
Te cuento… este año, bueno, más bien en mayo, me fui a Tarifa con mi furgo. Un viaje guapísimo pero con un problemilla: ¡olor a humedad! La furgo había estado cerrada y con la lluvia… un asco.
- El olor era como a calcetín sudado rancio.
- Intenté ambientadores de pino, lavanda… ¡peor! Mezclaban el olor a pies con flores.
Fue mi amiga María la que me salvó. Me dijo: “¡Vinagre! Deja un vaso con vinagre blanco toda la noche”. Pensé que estaba loca, ¡más vinagre al olor!
Lo hice. Dejé un vaso de vinagre del Mercadona, de ese baratísimo, en la furgo toda la noche. Al día siguiente… ¡magia! El olor a humedad había desaparecido. Quedaba un ligero olor a vinagre, pero mucho más soportable y que se fue en un par de horas abriendo las ventanas.
Desde entonces, siempre llevo vinagre en la furgo. Ahora lo uso preventivamente. Un vaso cada dos semanas y adiós a los malos rollos olfativos. Funciona de verdad, te lo juro.
El vinagre es como un mini-héroe doméstico. Aparte de los olores, también lo uso para:
- Limpiar los cristales. Quedan brillantes.
- Desatascar el fregadero.
- Quitar la cal de la alcachofa de la ducha.
Y lo mejor de todo: es súper barato. Así que, ya sabes, ¡vinagre al poder!
¿Cómo quitar el olor a mortecina?
Para deshacerse del aroma a “adiós para siempre”, aquí van unos trucos, con un toque de humor negro porque, admitámoslo, la situación lo amerita:
- ¡Aire, aire, bendito aire!: Abre las ventanas como si estuvieras intentando evitar que se escape un fantasma. Y las puertas, claro. Que corra el aire, como chisme en vecindario.
- Limpieza a lo CSI: Agua, jabón y luego lejía diluida. Imagina que estás borrando evidencia… ¡de un picnic muy desordenado! ¡Cuidado con las instrucciones! No queremos otro “adiós”.
- Neutralización con sabor a abuela: Bicarbonato en alfombras (como si fueras a hornear un pastel invisible) o vinagre en tazones. El vinagre es como ese tío raro que siempre tiene la solución, aunque apeste un poco.
- Absorción tipo agujero negro: Carbón activado, café molido o arena para gatos. Sí, lo leíste bien. Si los gatos pueden ocultar “sorpresas” aromáticas, ¡esto también puede!
- Llamada al escuadrón fantasma: Si nada funciona, llama a los profesionales. A veces, lo mejor es admitir que necesitas ayuda, como cuando intentas armar un mueble de Ikea.
Bonus track: Si el olor persiste, considera quemar salvia o prender incienso, o poner incienso ¡con olor a salvia! (es broma, es broma). Recuerda que el humor es la mejor medicina… y a veces, la única que te permite limpiar una escena del crimen doméstica (¡otra broma, por favor!).
Y, por favor, si tienes un cadáver en casa, llama a la policía, antes de preguntar en Quora o Google o Reddit.
Información adicional:
- El poder del ozono: Los generadores de ozono son bestias eliminando olores, pero úsalos con precaución. El ozono en altas concentraciones es tóxico. ¡No queremos un adiós por accidente!
- Las plantas, tus amigas: Algunas plantas purifican el aire, como la lengua de suegra (Sansevieria trifasciata), aunque no creo que puedan contra un adiós nivel 10.
- Olores persistentes: Si el olor viene de un lugar específico (como una tubería), ahí es donde debes concentrarte. A veces, un problema menor causa un olor mayor. Como cuando olvidas sacar la basura y luego no puedes entrar a la cocina. Me pasó en 2020.
¿Cómo saber si tengo hongos en la axila?
¡Ah, la axila! Ese pequeño valle personal donde florecen ecosistemas que ni Darwin imaginó. Sospechar de hongos ahí es como dudar de la existencia de calcetines desparejados: ¡siempre hay uno!
¿Hongos en la axila? Si tu piel parece un mapa en relieve de Marte, con sectores rojos, escamosos y misteriosamente húmedos, ya tienes un buen comienzo. ¡Felicidades! Bueno, no realmente…
- Picazón infernal. ¿Sientes que una tribu de hormigas organiza una rave bajo tu brazo? ¡Bingo! Podría ser un hongo.
- Ardor nivel volcán. Si la zona te recuerda la lava de un volcán en erupción, ¡podría ser un hongo! O quizás necesites un desodorante nuevo. ¡Quién sabe!
- Irritación digna de drama queen. ¿Tu axila se queja más que un adolescente sin WiFi? Sensibilidad extrema, cual flor delicada. Podría ser, sí, ¡un hongo!
A todo esto, ¡no te auto-diagnostiques! Recuerdo una vez que creí tener una enfermedad tropical por una peca nueva. Resultó ser salsa de tomate. Ve al médico.
¿Por qué demonios tienes hongos en la axila?
- Humedad. ¡Axilas felices, hongos contentos! El sudor es su champán.
- Ropa ajustada. La ropa apretada es como un abrazo para los hongos.
- Sistema inmunológico débil. Si tus defensas están bajas, ¡los hongos organizan una fiesta!
Remedios caseros que no recomiendo (pero te cuento igual):
- Vinagre de manzana. ¡Imagina el olor! Serías el aderezo andante.
- Aceite de coco. Rico en ácidos grasos que los hongos aman. Irónico, ¿no?
- Ajo. ¡Ahuyentarías vampiros y amigos por igual!
En fin, consulta a un médico. Él o ella sabrán qué hacer. ¡Y deja de usar el desodorante de tu abuelo!
¿Qué desodorante usar si me irrita la piel?
Si tu piel se irrita con los desodorantes comunes, la clave está en buscar alternativas suaves. Opta por:
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Fórmulas sin alcohol: El alcohol, presente en muchos desodorantes, puede resecar e irritar. ¡Evítalo! Piensa que es como echarle alcohol a una herida.
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Sin aluminio: Los antitranspirantes con aluminio obstruyen los poros para reducir la sudoración. Aunque efectivos, pueden ser agresivos. Yo misma tuve que dejarlos por una reacción alérgica.
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Ingredientes naturales: Busca desodorantes con ingredientes calmantes como aloe vera, caléndula o aceite de coco. A menudo, la naturaleza nos ofrece soluciones más amables.
Pero, ¿por qué reaccionamos así? A veces olvidamos que la piel es un órgano vivo, susceptible a cambios y sensibilidades. Un producto que te funcionó hace años, puede que ya no. Es como la vida misma, todo evoluciona.
¡Ojo con las fragancias! Perfumes y aromas sintéticos son los principales culpables de reacciones alérgicas en la piel. Cuanto más simple sea la fórmula, mejor.
¿Alternativas? Prueba el bicarbonato de sodio como desodorante natural. ¡Es barato y efectivo! Aunque, eso sí, haz una prueba en una pequeña zona de la piel antes de aplicarlo por completo. No querrás empeorar las cosas.
Recuerda: La irritación puede ser un síntoma de algo más. Si persiste, consulta a un dermatólogo. La salud de tu piel es importante. Y no te obsesiones. A veces, un poco de sudor es solo eso, sudor.
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