¿Cómo saber si el vértigo es de las cervicales o del oído?

Vértigo Cervical vs. Vértigo de Origen Otológico: Descifrando la Causa de tu Mareo

El vértigo, esa sensación de giro o movimiento errático del entorno o de uno mismo, puede tener orígenes diversos y a menudo confusos. Dos de las causas más comunes son las afecciones cervicales y las del oído interno. Diferenciar entre el vértigo de origen cervical y el otológico es fundamental para un diagnóstico preciso y un tratamiento efectivo. Mientras que ambos pueden manifestarse con síntomas similares, existen claves importantes que un profesional médico puede identificar.

El Vértigo Cervical: Cuando el Cuello es el Culpable

El vértigo cervical surge de problemas en la columna cervical, la parte superior de la columna vertebral. Estas alteraciones pueden afectar los nervios y vasos sanguíneos que irrigan el cerebro, llevando a la percepción errónea de movimiento. Las causas más frecuentes incluyen:

• Artrosis cervical: El desgaste de los cartílagos entre las vértebras puede generar irritación y compresión nerviosa.
• Hernia discal cervical: Un disco intervertebral protruido puede comprimir nervios, causando dolor, rigidez y vértigo.
• Síndrome facetario cervical: La inflamación de las articulaciones facetarias (pequeñas articulaciones entre las vértebras) puede generar dolor irradiado y vértigo.
• Torticolis: Una contracción muscular en el cuello, a menudo causada por estrés o mala postura, puede generar vértigo.

El Vértigo de Origen Otológico: El Laberinto en Desacuerdo

El vértigo otológico, por otro lado, se origina en el oído interno, específicamente en el sistema vestibular, responsable del equilibrio. Las afecciones que pueden causar este tipo de vértigo incluyen:

• Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB): Se caracteriza por episodios breves y intensos de vértigo desencadenados por cambios de posición de la cabeza.
• Neuritis vestibular: Inflamación del nervio vestibular que causa vértigo intenso y duradero.
• Laberintitis: Inflamación del oído interno que puede afectar tanto la audición como el equilibrio.
• Enfermedad de Menière: Trastorno del oído interno que causa episodios de vértigo, tinnitus (zumbido en los oídos), pérdida auditiva y plenitud en el oído.

Diferenciando el Origen: Claves para el Diagnóstico

Diferenciar entre ambos tipos de vértigo no es siempre sencillo, requiriendo una evaluación exhaustiva por un profesional de la salud, generalmente un otorrinolaringólogo o un neurólogo. Sin embargo, algunas pistas pueden ayudar:

• Duración y características del vértigo: El vértigo cervical a menudo es menos intenso y de duración más prolongada que el otológico, que puede manifestarse en episodios breves y muy intensos.
• Síntomas asociados: El vértigo cervical suele acompañarse de dolor de cuello, rigidez y limitación de la movilidad cervical. El vértigo otológico puede ir acompañado de náuseas, vómitos, tinnitus y pérdida auditiva.
• Examen físico: La evaluación de la movilidad cervical, la postura y la presencia de dolor muscular son cruciales para sospechar un origen cervical. Las pruebas de nistagmo (movimientos involuntarios de los ojos) y las maniobras de Dix-Hallpike (para diagnosticar VPPB) son fundamentales para evaluar el sistema vestibular.
• Pruebas de imagen: Una resonancia magnética (RM) de la columna cervical puede revelar la presencia de hernias discales, artrosis u otras anomalías estructurales. En algunos casos, se pueden realizar pruebas vestibulares más específicas.

Conclusión:

El vértigo puede ser una experiencia debilitante, pero un diagnóstico preciso es esencial para un tratamiento adecuado. Si sufres de vértigo, no dudes en consultar a un médico. Un examen físico completo y las pruebas de imagen pertinentes permitirán determinar si el origen de tu vértigo es cervical u otológico, guiando así la elección del tratamiento más efectivo y personalizado. Recuerda que la automedicación puede ser perjudicial y retrasar el diagnóstico correcto.