¿Cómo saber si mis lentes tienen la graduación correcta?

¿Cómo saber si tus lentes tienen la graduación correcta? Señales clave a las que debes prestar atención

Adquirir lentes graduados es una inversión en tu salud visual y, por ende, en tu calidad de vida. Sin embargo, la experiencia puede convertirse en frustración si la graduación no es la adecuada. ¿Cómo saber, entonces, si tus nuevos lentes están cumpliendo su función correctamente y si la graduación recetada es la que realmente necesitas? Afortunadamente, existen varias señales reveladoras a las que puedes prestar atención para determinarlo.

No se trata solo de ver “claro” inmediatamente. Adaptarse a unos nuevos lentes lleva tiempo, pero una incomodidad persistente no debe ignorarse. En lugar de simplemente esperar a “acostumbrarte,” es importante evaluar activamente cómo te sientes usando tus gafas. Aquí te presentamos algunas claves para identificar si la graduación de tus lentes es la correcta:

1. Visión Borrosa Persistente:

Si bien al principio es normal sentir una ligera diferencia al cambiar a lentes nuevos, la visión borrosa que persiste más allá de unos pocos días es una bandera roja. Intenta concentrarte en objetos a diferentes distancias (cerca, media y lejos). ¿Sigues teniendo dificultad para enfocar? ¿Sientes que tienes que forzar la vista para ver con claridad? Esta es una de las señales más evidentes de una posible graduación incorrecta.

2. Dolores de Cabeza Frecuentes y Localizados:

Los dolores de cabeza son una respuesta común a un esfuerzo visual excesivo. Si experimentas dolores de cabeza frecuentes, especialmente alrededor de las sienes, la frente o detrás de los ojos, podría ser que tus ojos estén trabajando demasiado para compensar una graduación incorrecta. Presta atención al momento en que aparecen los dolores de cabeza. ¿Suelen presentarse después de leer, trabajar en la computadora o conducir durante un tiempo prolongado?

3. Mareos y Sensación de Desequilibrio:

Una graduación inadecuada puede alterar tu percepción espacial, provocando mareos y una sensación de desequilibrio. Esto es especialmente común cuando la graduación es significativamente diferente entre un ojo y otro (anisometropía) o si tienes astigmatismo. Si te sientes inestable, experimentas vértigo leve o tienes dificultad para juzgar las distancias al usar tus lentes, es crucial consultar a tu optometrista.

4. Ojos Enrojecidos o Llorosos:

El constante esfuerzo visual para compensar una graduación incorrecta puede irritar los ojos, provocando enrojecimiento, picazón y lagrimeo excesivo. Estos síntomas indican que tus ojos están trabajando más de lo debido y pueden incluso conducir a una fatiga visual crónica (astenopía).

5. Sensación de “Tensión” o Fatiga Visual:

Incluso si no experimentas dolores de cabeza intensos, una sensación general de tensión o fatiga en los ojos al final del día puede ser un indicador de que la graduación no es la óptima. Esta fatiga puede manifestarse como pesadez en los párpados, dificultad para concentrarse o sensibilidad a la luz.

¿Qué debes hacer si experimentas alguno de estos síntomas?

Si experimentas persistentemente cualquiera de las señales mencionadas anteriormente, lo más importante es consultar a tu optometrista u oftalmólogo lo antes posible. No ignores estas señales, ya que podrían indicar problemas de graduación o incluso otros problemas de salud visual subyacentes.

Durante la consulta, explica detalladamente tus síntomas y cuándo comenzaron. El profesional de la salud visual realizará un examen completo para evaluar tu visión, la graduación de tus lentes y la salud general de tus ojos. Es posible que necesiten ajustar la graduación, realizar pruebas adicionales o incluso descartar otras posibles causas de tus molestias.

En resumen:

Escucha a tu cuerpo y presta atención a las señales que te envía. La salud visual es crucial para una vida plena y activa. No te conformes con una visión “suficiente”, busca la comodidad y la claridad que te mereces con una graduación de lentes precisa y adecuada a tus necesidades. Una consulta a tiempo puede prevenir complicaciones a largo plazo y garantizar una visión óptima.