¿Cómo saber si un grano es maligno?

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Un grano sospechoso puede ser maligno si no cicatriza, si el pigmento de un lunar se extiende a la piel cercana, presenta enrojecimiento o inflamación fuera de sus límites, o si cambia su textura, como picazón, dolor o sensibilidad al tacto.
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¿Es ese grano maligno? Descifrando las señales de alerta de un melanoma.

La aparición de un grano o lunar nuevo puede generar preocupación, especialmente si presenta características inusuales. Si bien la mayoría de las lesiones cutáneas son benignas, es crucial saber identificar las señales de alerta que podrían indicar un melanoma, un tipo de cáncer de piel altamente agresivo. A diferencia de un grano común, que generalmente cicatriza en poco tiempo, un melanoma puede manifestarse de formas sutiles pero preocupantes.

No es sencillo distinguir a simple vista un grano benigno de uno maligno. La autoevaluación regular de la piel es fundamental, pero no sustituye una consulta dermatológica profesional. Sin embargo, existen ciertas características que deben encender las alarmas y motivar una visita inmediata al especialista:

Señales de alerta que pueden indicar un melanoma:

  • Asimetría: Un lunar o grano maligno suele ser asimétrico, es decir, una mitad no coincide con la otra. Imagina dividirlo por la mitad; si las dos partes no son iguales, es una señal de advertencia.

  • Bordes irregulares: Los bordes de un melanoma son a menudo irregulares, dentados, borrosos o mal definidos, a diferencia de los bordes bien definidos y regulares de un lunar benigno. Piensa en los bordes difusos y poco nítidos como un indicio de alerta.

  • Coloración desigual: La variación de color es otro factor crucial. Un melanoma puede presentar diferentes tonalidades de marrón, negro, rojo, blanco o azul dentro de la misma lesión. Un color uniforme suele ser indicativo de benignidad.

  • Diámetro: La regla del “ABCDE del melanoma” incluye el diámetro. Si el lunar o grano tiene más de 6 milímetros de diámetro (aproximadamente el tamaño de una goma de borrar), merece una evaluación médica inmediata.

  • Evolución: Este punto es quizá el más importante. Presta atención a los cambios en un lunar o grano existente. Si notas alteraciones en su tamaño, forma, color, textura o si comienza a sangrar, picar o ulcerarse, ¡no lo ignores! Cualquier cambio significativo en una lesión preexistente es motivo de consulta urgente.

  • Inflamación y enrojecimiento: Si la zona alrededor del grano o lunar presenta enrojecimiento, inflamación o aumento de la temperatura, esto podría indicar que la lesión está irritando la piel circundante.

  • Picazón, dolor o sensibilidad: Aunque los lunares benignos suelen ser asintomáticos, un melanoma puede causar picazón, dolor o sensibilidad al tacto. Estos síntomas no deben tomarse a la ligera.

Recuerda: Esta información es solo orientativa y no sustituye la consulta profesional. Si tienes alguna duda sobre un grano o lunar, programa una cita con un dermatólogo. Un examen exhaustivo por un profesional es la única forma de diagnosticar con certeza si una lesión es benigna o maligna. La detección temprana del melanoma es fundamental para un tratamiento eficaz y un pronóstico positivo. No te automediques ni esperes a que la situación empeore; la prevención y la atención oportuna salvan vidas.

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