¿Cómo se cura uña uña negra?

Ay, Dios mío, ¿una uña negra? ¡Qué susto, verdad?! A mí me pasó una vez, jugando al fútbol, me di un golpe tremendo en el dedo gordo del pie. Parecía que iba a explotar, de verdad. Recuerdo ese dolor agudo, una punzada que me dejó sin aliento. Y la uña… ¡negra como la noche! Parecía que se iba a caer en cualquier momento.

¿Cómo se cura, dices? Bueno, en mi caso, fue como te cuentan por ahí. Trauma leve, según los médicos, aunque para mí no fue tan leve, ¡eh! Fue bastante doloroso. No sangró mucho, pero ese color… ¡uff! Me dio un miedo terrible, pensaba en lo peor. ¿Infección? ¿Gangrena? ¡Mil cosas se me pasaban por la cabeza! Pero, a la larga, no pasó nada, afortunadamente. La uña, simplemente, se fue desprendiendo poco a poco, a medida que crecía la nueva. Como si fuera una serpiente mudando de piel, pero mucho menos dramático, claro. No necesité ningún tratamiento especial, solo esperar y… ¡sobrevivir al trauma! Jeje.

Por lo que he leído (y no soy médica, ¿eh? ¡Esto no es un consejo médico!), si solo es un trauma leve, y no hay dolor intenso, ni inflamación, ni pus… generalmente no hace falta nada. Esperar a que la uña se caiga sola es la mejor opción. Vi una estadística una vez (creo que decía algo así como un 90% de los casos se resuelven solos), pero claro, siempre es bueno tenerlo en cuenta pero consultar a un profesional. Porque a veces, aunque parezca leve, puede haber algo más.

En fin, que mi experiencia con la uña negra me dejó marcada, la verdad. Aprendí a tener más cuidado jugando al fútbol, ¡aunque no prometo nada! Pero si te pasa a ti, respira hondo, observa, y si tienes alguna duda, consulta a un médico. ¡Mejor prevenir que lamentar! Y, sobre todo, ¡mucho ánimo! Que se cura, se cura… aunque el susto es considerable.